Bruselas propone una norma de responsabilidad en los productos inteligentes

La Comisión Europea (CE) ha propuesto una serie de reglas para facilitar que usuarios y empresas demanden a los fabricantes de drones, robots y otros productos equipados con software de inteligencia artificial (IA) obtener compensaciones en compensación por los daños que puedan causar. La Directiva de responsabilidad de IA, como se ha denominado al documento, tiene como objetivo abordar el uso creciente de productos y servicios habilitados por esta tecnología y armonizar el mosaico normativo a este respecto de los 27 países que componen la Unión Europea (UE).

Según el borrador, las víctimas pueden buscar una compensación por el daño a su vida, propiedad, salud y privacidad debido a la falta u omisión de un proveedor, desarrollador o usuario de tecnología de IA, o por discriminación en los procesos de contratación.

“Queremos el mismo nivel de protección para las víctimas de los daños causados por la IA que para las víctimas de tecnologías antiguas”, ha dicho el comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders. Las reglas aligeran la carga de la prueba sobre las víctimas con una presunción de causalidad, lo que significa que los afectados solo necesitan demostrar que el incumplimiento de ciertos requisitos por parte de un fabricante o usuario que causó el daño para luego vincular esto a la tecnología de IA en su demanda.

Bajo un “derecho de acceso a la evidencia”, las víctimas pueden solicitar a un tribunal que ordene a las empresas y proveedores a que proporcionen información sobre los sistemas de IA de alto riesgo para que puedan identificar a la persona responsable y el error que causó el daño.

Por otra parte, la CE también ha anunciado una actualización de la Directiva de responsabilidad por productos defectuosos que significa que los fabricantes serán responsables de todas las soluciones inseguras, incluido el software y los servicios digitales, también después de que sean comercializados.

Los usuarios pueden demandar una compensación cuando las actualizaciones de software hagan que los servicios para el hogar inteligente no sean seguros o cuando los fabricantes no soluciones brechas de ciberseguridad.