EAI, la sincronización de las TI con los procesos de negocio

Optimización de la información

Aunque todavía es un concepto poco extendido, lo cierto es que, según afirman analistas del mercado, EAI (Enterprise Application Integration) se perfila como uno de los mercados con mayor crecimiento en los próximos tres años. Una previsión que se enmarca en los límites de la lógica más absoluta, ya que estamos ante un concepto, cuya apuesta por parte de las empresas viene forzada por la propia evolución del negocio. Se trata de hacer realidad conceptos tan manidos como globalización.

El auge y el éxito de las aplicaciones EAI se fragua en la necesidad de optimizar lo que ya ha sido definido como el máximo valor de la empresa: su información. Algo que permitirá no sólo conseguir clientes, sino lo que resulta más difícil retenerlos gracias a unos servicios de alta calidad”, con estas palabras, Juan Luis García de Miguel, gerente y Senior Manager del Grupo de Telecomunicaciones de PricewaterhouseCoopers Consulting, define el inminente auge del mercado EAI.
En cuanto al razón o razones que han impulsado el rápido desarrollo de este tipo de aplicaciones, Juan Luis García de Miguel apunta que “desde nuestro punto de vista la integración de aplicaciones se deriva de una evolución lógica de los sistemas y del software. Lo que supone que los procesos de una empresa, y dentro de éstos su cadena de valor, están soportados por unos sistemas muy diferentes y con un alto grado de especialización. Además, su enfoque se dirige a resolver una funcionalidad cada vez más compleja (sistemas de facturación, de atención a clientes...), y aunque compartan mucha información, cada uno está especializado en resolver una funcionalidad concreta”. Esta situación genera una problemática inherente a cada uno de los sistemas, que implica la proliferación de islas de información dentro de la propia empresa. Cada sistema maneja un tipo de información diferente y una estructura de datos distinta; a lo que hay que añadir una calidad y contenidos también diferentes. Pero aún hay más, según apunta el representante de PwC, estos sistemas manejan diversas aplicaciones y disponen de interfaces propios con fuentes de información externa, lo que redunda en que su accesibilidad y fiabilidad también es diferente. “Esto quiere decir que la integración se convierte en el talón de Aquiles de cualquier proyecto de implantación de sistemas”, apunta Juan Luis García de Miguel. Otra de las cuestiones a plantear es por qué es ahora cuando las empresas se deciden a abordar proyectos de integración de sus aplicaciones, y la razón parece situarse en la consolidación de estructuras tecnológicas cada vez más distribuidas. “Normalmente los sistemas cada vez son más distribuidos. Antes todo se gestionaba en un único mainframe que soportaba todas las aplicaciones. Por ello, el desafío que se produce se centra en asegurar que el workflow del proceso de negocio a implantar es el idóneo; en mantener la homogeneidad e integridad de los datos de todos los sistemas; y en asegurar la disponibilidad y la interoperabilidad de las aplicaciones. Este es el reto”.

Características de un proyecto EAI
Como en todos los proyectos se deben establecer fases. Normalmente la parte de integración es algo que no se hace desde el principio de la actividad, esto supone que la necesidad surge a posteriori; pero tampoco es necesario integrarlo todo a la vez. Por otra parte, el tiempo dependerá de las técnicas y las herramientas que se utilicen para hacer esa integración.

Beneficios EAI
Tras la implantación de una aplicación EAI, el ahorro se traduce en coste de mantenimiento y el beneficio se genera de mantener una información perfectamente sincronizada entre todos los sistemas.

EAI y e-bussines
La connotación que tiene e-bussines o el acceso vía web a cualquier tipo de información se produce en un momento aleatorio, y esa información debe estar on-line. Hasta ahora los sistemas que han soportado esa información eran los sistemas legacy con soluciones propietarias; los cuales ahora deben suministrar la información a todo el mundo. Es decir, se abre un abanico enorme, ya que la información de los legacy debe estar accesible a los usuarios, y si esos sistemas van a soportar el negocio esa información debe estar gestionada por una amplia cantidad de usuarios. De hecho, el e-bussines es un ejemplo claro en el que por sus connotaciones propias de negocio y por su apertura al mundo exterior, requiere una información perfectamente actualizada, disponible 24 x7 con una alta calidad de servicio. Por eso la integración es fundamental, y debe contemplar el nuevo enfoque de negocio con los sistemas que tradicionalmente lo han soportado.

EAI y empresas .COM
Está claro que una empresa de nueva integración nace con un concepto más abierto, es decir va a apostar por soluciones estándares, las cuales están paquetizadas. Con lo cual aquí la integración es un problema menor. El reto de la integración está en las empresas que tienen sistemas tradicionales en los cuales descansa una información que deb salir al exterior.

EAI y Servidores de Aplicaciones
En este momento existen diferentes técnicas de integración: EAI, Servidores de aplicaciones, herramientas de desarrollo, workflow, middleware,... En el caso de las EAI, destacar que ofrecen un enfoque más orientado a la aplicación, y por lo general se utilizan motores de transformación y reglas para parametrizar; además, disponen de adaptadores a las diferentes aplicaciones. Este tipo de integración EAI se recomienda cuando el nivel de paquetes de software es muy grande (ERP, CRM, Datawarehouse..). Apostar por EAI tiene la ventaja, según Juan Luis García de Miguel, de que aunque supone un proyecto de cierta comple-jidad minimiza mucho la carga el departamento de Sistemas, puesto que lo único que resulta necesario para su incorporación es que las fuentes de información estén estructuradas y tengan unos interfaces muy claros.
En cuanto a la otra alternativa: los Servidores de Aplicaciones, éstos se orientan a aquellos productos en los que es necesario encapsular funcionalidad en forma de servicios para procesos de negocios basados, por ejemplo, en la Web. Por otra parte, las EAI y los Servidores de aplicaciones son compatibles en muchos proyectos. Por ejemplo, cuando una empresa desea abrir su sistema de atención al cliente para que cualquier usuario pueda acceder a su catálogo de ofertas y servicios; no se necesita un EAI, se necesita un Servidor de aplicaciones que recoja la información y posibilite una visibilidad Web y fácil accesibilidad. Una vez que esa información se ha dado de alta en el sistema de información al cliente con diferentes datos y se ha dado de alta un servicio, el siguiente paso es generar un evento para que ese servicio se provisione en la Red, y sea facturado; y aquí entra el puro proceso de negocio, donde la generación de eventos debe forzar a que el workflow entre las aplicaciones satisfaga ese requerimiento de negocio, es decir, se inicia el proceso EAI. Por concretar, se podría decir que los servidores de aplicaciones están más enfocados a la parte externa de la organización, y las EAI a la interna.

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