El Gobierno deja de dar soporte a Radar Covid
En dos años de vida operativa, la aplicación móvil solo pudo notificar el 0,9% de los casos positivos del virus en España.
La aplicación de rastreo de contagios, Radar Covid, ha llegado a su fin de ciclo y la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA), promotora del proyecto durante 2020, ha decidido no renovar el contrato con Indra, garante de la plataforma, y dejar de dar soporte a la misma. A pesar de que la Administración Pública ha defendido la utilidad del rastreador, lo cierto es que desde que se lanzó, hace ya dos años, solo ha servido para notificar unos 124.555 positivos en COVID-19, cerca del 0,9% del total de casos registrados en España.
Según datos que aporta ABC, el gasto público de la aplicación móvil ha sido de unos 4,2 millones de euros y el número total de descargas ha sido de siete millones. El software pretendía establecer cadenas de contactos, hacer diagnósticos precoces de las personas que portaban el virus y localizar posibles casos de transmisión comunitaria.
Sin embargo, la naturaleza digital del plan generó numerosas dudas en cuanto a su transparencia, el respeto a la privacidad y la protección de datos de los ciudadanos a pesar de que promovía el anonimato y de que su código pasó a ser abierto para que pudiera ser auditable. En declaraciones a ComputerWorld, Marcos Judel, presidente de la Asociación Española de Profesionales de la Privacidad (APEP), aseguraba que toda aplicación debe seguir dos reglas básicas: “Contar con la seguridad desde el diseño y por defecto y aplicar todas las medidas técnicas, organizativas y lógicas posibles para eliminar riesgos”, para un caso, esgrimía, con el que no se contó con el asesoramiento de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Más crítico se mostraba Alberto Bellé, analista principal de IDG Research, quien daba la razón a un grupo de académicos que firmaron un documento para pedir transparencia a la plataforma. “Aunque la aplicación no lo pida, tienes que tener activado el GPS para operar. Esto supone un acto de fe de cara al usuario. No se puede mirar las reglas después de desarrollar un software de este calado porque cuanta más confianza más descargas habrá”.
