Teletrabajo
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"El modelo híbrido de trabajo será una condición de permanencia en el mercado"

Tras la oleada de la variante Ómicron de coronavirus, el 65% de las empresas españolas opta por la actividad híbrida, mientras que solo el 3% se mantiene en el teletrabajo, según un estudio de IDG Research.

trabajo, oficina, procesos
Créditos: Headway (Unsplash).

Antes del estallido de la crisis COVID-19 muchas empresas ya buscaban fórmulas de trabajo híbridas, pero tras dos años de pandemia, apuntaba Fernando Maldonado, analista principal de IDG Research, en la presentación de un estudio elaborado por la división en colaboración con MIcrosoft y Logitech, “estos modelos serán una condición de permanencia en el mercado”. El informe, basado en empresas españolas con más de 100 empleados y que realizan tareas de oficina, pone de relieve que el 64% de las mismas se han adaptado a la hibridez tras la oleada de la variante Ómicron, mientras que la cuota de presencialidad ha subido al 33%, y solo el 3% de las personas se mantiene en el teletrabajo persistente.

Una vez vista que la hibridez es el modelo mayoritario, ¿cómo se regula la intensidad de esta forma de trabajar y quiénes son los que deciden dentro de la organización? Los datos muestran que el área de negocio es, junto con TI y Recursos Humanos, el que elige que su fuerza laboral acuda entre dos y tres días a la oficina. Que el empleado decida es una rara avis. “Hemos pasado de lo urgente de los primeros meses de crisis a lo marginal”, explicó Maldonado. “Pero aún quedan retos por sortear”. En primer lugar, y en el 83% de los casos, falta una estrategia global; y para el 82% de las empresas los aspectos tecnológicos, en concreto la ciberseguridad, suponen un desafío imperativo. Además, muchos empleados perciben barreras culturales, falta de políticas internas, carecen de oficinas adaptadas y del equipamiento adecuado. Es por ello que el 65% de las firmas que todavía se mantienen en modelos presenciales lo ven como una medida transitoria hacia la hibridez.

Sobre los beneficios que aporta este tipo de trabajo destacan la flexibilidad, la satisfacción del empleado, la reducción de costes operativos, la mejora de la colaboración y la atracción del talento y para el 39% se aumenta la productividad notablemente. En este sentido, aseveró el analista, es necesario redefinir la productividad. “El valor añadido del empleado ha cambiado y ya no está en la realización eficiente de tareas repetitivas. Está en la innovación, que ya no está consignada a un solo departamento sino que se ha democratizado y se basa en la colaboración entre equipos multidisciplinares”, dijo. “No necesitamos más colaboración, sino mejor”.



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