El uso de la IA por el sector público español sigue en pañales

Un estudio elaborado por EY para Microsoft apunta que el sector público en España se encuentra aún muy lejos en lo que respecta al máximo aprovechamiento de la inteligencia artificial, a pesar de que fue en 2018, hace ya más de dos años, cuando la Comisión Europea adoptó su primera estrategia de IA, centrada en aumentar la inversión, incrementar los datos disponibles, fomentar el talento y garantizar la confianza en esta materia. El informe (Artificial Intelligence in the Public Sector: European Outlook for 2020 and Beyond), que no solo recoge datos de España sino también del resto de Europa, concluye que aunque para el 80% de las organizaciones españolas encuestadas la inteligencia artificial es una prioridad digital, su uso todavía se encuentra en la fase inicial ya que sólo el 33% de las mismas han adoptado una solución de IA.

Afortunadamente, los líderes del sector público en España tienden a involucrarse en la implementación de IA: más del 50% de los encuestados reportó altos niveles de implicación a nivel político y directivo.

Manuel Márquez, socio responsable de consultoría para el sector público de EY, argumenta que, a la vista de los datos el informe, “el sector público está comenzando a descubrir, a partir de proyectos piloto, las ventajas que esta tecnología puede aportarles tanto a sus procesos internos como a los ciudadanos y empresas. La aplicación de la IA en la Administración va a suponer una importante revolución, pero es imprescindible que cada administración defina su propia hoja de ruta en función de su nivel de madurez digital actual. Es el momento de pasar de los pilotos a los grandes proyectos de transformación”.

La formación de los empleados es clave para el éxito de los proyectos de IA

Los datos del estudio revelan que las empresas y organizaciones más avanzadas en el uso de la inteligencia artificial hacen hincapié tanto en el desarrollo de las aptitudes de sus empleados como en el de las tecnologías que utilizan. Además de habilidades técnicas (ciencia de datos e ingeniería), el uso de la inteligencia artificial implica otras como la capacidad de negociación, gestión, liderazgo y comunicación. Curiosamente, entre los encuestados de toda Europa occidental, solo el 11% indicó que su organización contaba con un equilibrio adecuado de aptitudes relacionadas con la inteligencia artificial.

Desde EY, Márquez recuerda la importancia que tiene la gestión del cambio en los procesos de transformación vinculados con el uso de la inteligencia artificial. “Es necesario abordar procesos de reskilling y upskilling que permitan dotar a los empleados públicos de las competencias y capacidades necesarias para realizar sus nuevas funciones”.