En 2023 el uso de 'smart contracts' mejorará la calidad de datos en un 50%

El blockchain es una de las tendencias de moda, que más están dando que hablar. Sin embargo, quedan al menos dos años para que se alcance la fase de productividad en su empleo; en algunas aplicaciones, incluso más. El uso de smart contracts, contratos inteligentes que emplean la tecnología de cadena de bloques en alguna parte del proceso de empleo, verificación o ejecución, tardará de dos a cinco años en ser efectivo; para 2023, se espera que sus beneficios sean notables. 

Así lo creen desde la consultora Gartner, que señala a un incremento de la calidad general de los datos de un 50% en las organizaciones que utilizan contratos inteligentes basados en blockchain para este año. La mejoría se percibe independientemente de que los smart contracts vengan "impuestos externamente o adoptados voluntariamente", indica Lydia Clougherty Jones, directora senior de investigación en Gartner, en un comunicado. 

Sin embargo, la adopción de esta tecnología también tendrá efectos negativos, ya que reducirán la disponibilidad de datos en un 30%. Esto se deberá a elementos como los marcos de gobierno para la participación de blockchain o los términos y condiciones dentro del contrato inteligente. Los datos generados a partir de la transacción pueden llegar a tener ninguna disponibilidad o a que esta sea limitada. 

Clougherty Jones advierte que "esta variable podría dejar a los participantes en una posición peor que si no participaran en el proceso de contrato inteligente de blockchain", aunque la consultora considera que el balance final llama a considerar la adopción de estas herramientas. Se detecta un impacto neto positivo para el ROI de datos y análisis, ya que contribuye a la mejora en la transparencia, la velocidad, la granularidad y la calidad de la toma de decisiones, potenciando la precisión y confiabilidad de los datos gracias a la verificación continua.

Desde Gartner se llama a las personas al cargo de las tareas de datos y analítica en las organizaciones a comenzar ya con los pilotos de implementación de smart contracts. Entre sus posibles usos, se aboga por la automatización de procesos comerciales simples, como la distribución de datos no confidenciales, para posteriormente pasar a situaciones más complejas.