Hacia la Excelencia en TI
En busca de la máxima eficiencia
Los directores de sistemas de información que alcanzan un nivel de excelencia en sus operaciones de TI lo hacen observando por un lado los objetivos de la empresa y analizando por otro la forma en que cambia la tecnología. “Excelencia” significa en este caso aplicar las mejores soluciones técnicas a los problemas comerciales de máxima prioridad.
Son las prioridades del presidente ejecutivo de una empresa las que con frecuencia establecen una clara agenda de actividades a seguir por los directores de información. Como parte de su Global IT Survey reciente, IDC ha identificado las dos prioridades máximas de esos ejecutivos principales: aumentar la productividad mediante mejoras en la infraestructura y, dentro de la organización TI, implementar nuevas aplicaciones estratégicas utilizando tecnologías más modernas y eficientes. ¿Y qué significa todo esto para los directores de sistemas de información? Sencillamente, que la máxima prioridad en TI consistirá en mejorar la eficiencia operacional, alineando al mismo tiempo las prioridades de desarrollo en torno a nuevas aplicaciones comerciales estratégicas.
Una vez concluidos los dos grandes proyectos -el Año 2000 y el Euro, que han mantenido fuera de sitio a las organizaciones de TI durante meses- los directores de sistemas de información podrán ahora redirigir su atención a añadir valor para sus empresas. Esforzarse por alcanzar la eficiencia operacional, con el fin de atender mejor a las necesidades comerciales de la empresa, será un buen comienzo para este esfuerzo.
Para alcanzar este objetivo, muchos directores de sistemas de información han evaluado la forma en que las nuevas tecnologías pueden hacer que las operaciones de TI sean más eficientes. Esta evaluación consiste con frecuencia en un análisis de toda la infraestructura tecnológica: los centros de proceso de datos y las tecnologías instaladas en ellos, las redes de datos, la infraestructura de software que sirve de soporte a las aplicaciones, y el personal de soporte tecnológico propiamente dicho. Con frecuencia, este análisis da lugar a una consolidación de esos centros de datos y a la adopción de nuevas tecnologías.
Para las compañías que no participan aún activamente en proyectos destinados a aumentar la eficiencia de las TI mediante la adopción de tecnologías nuevas, económicas y operacionalmente superiores, IDC aconseja la realización de un esfuerzo de análisis importante (un proceso que a veces se conoce como “el ajuste de cuentas” o “análisis final”). Ninguna parte de la infraestructura deberá escapar a esta revisión, y los directores de sistemas de información deberán recordar que la tecnología no es un objetivo en sí misma, sino un medio para alcanzar los objetivos comerciales de una empresa. No deberá haber excepciones ni “vacas sagradas”; ni los edificios de los centros de proceso de datos, ni los mainframes antiguos, ni los dispositivos de almacenamiento de acceso directo que les sirven. Aunque la mayoría de las redes de datos son nuevas en su diseño, también deben ser objeto de revisión, lo mismo que el software de aplicación y de infraestructura y el personal del departamento de TI.
Hay tres cuestiones que deberán ser prioritarias para los directores de sistemas de información mientras consideran la conveniencia de consolidar los sistemas de información de sus empresas. La primera es que deberán comprender que los conceptos tecnológicos son muy diferentes hoy de lo que eran hace algunos años. Los sistemas no están centrados ya en el procesador ni en el servidor, sino en la totalidad de la red, y el desarrollo de aplicaciones no está centrado ya en procesos, sino en datos. Y la segunda cuestión es que el sector se está moviendo para quedar centrado en la actividad comercial y no en la tecnología, con el objetivo único de suministrar información bajo demanda, IOD (Information On Demand) a la empresa cuando ésta la necesita. El énfasis está en el suministro de información IOD para las unidades comerciales, y no en la tecnología por la tecnología.
Información Bajo Demanda significa que los usuarios podrán acceder de forma rápida y fiable a la información que necesitan, y que podrán disponer del mismo acceso seguro y amplia difusión de la tecnología que se espera actualmente de organizaciones de servicios como la compañía de teléfonos o los suministradores de energía. Con la llegada de IOD, la función de TI habrá alcanzado un nuevo nivel de efectividad, y surgirá una nueva relación promovida por el cliente entre las unidades comerciales y los servicios de tecnología.
La cuestión número tres es que estos nuevos conceptos están conduciendo a un cambio de modelo o paradigma. Aunque los departamentos de “línea de negocio” o “LOB” (Line of Business) podían gestionar en el pasado servidores de aplicación aislados, no están tan bien posicionados para gestionar las redes de múltiples servidores, ni la complejidad creciente de estos múltiples servidores, ni el almacenamiento de datos correspondiente. En cualquier análisis de la efectividad de la Tecnología de la Información, éste es un problema que deberá ser resuelto lo antes posible.
El director de sistemas de información debe ayudar a la empresa a comprender que las unidades comerciales no están preparadas para gestionar recursos compartidos, como los recursos de red, los servidores multifuncionales y los datos de empresa. Cualquiera que sea la capacidad y experiencia de estos ejecutivos, no están en condiciones de afrontar fallos de la red, problemas de transmisión o protocolos incompatiobles. Y lo que es más, la información recogida por un departamento está siendo cada vez más vital para los otros departamentos. Por lo tanto, procesos como la gestión uniforme de datos por paquetes de base de datos, su limpieza y almacenamiento en “Data Warehouses” y “Data Marts”, y su uso compartido en toda la empresa, se han convertido en servicios que son responsabilidad de la nueva función IOD corporativa, unos servicios que quedan fuera del ámbito y las capacidades de los directores LOB. Una vez que se establezca este entendimiento entre el ejecutivo LOB y el director de información, será posible delinear los roles, funciones y responsabilidades de sus respectivas organizaciones.
Son las prioridades del presidente ejecutivo de una empresa las que con frecuencia establecen una clara agenda de actividades a seguir por los directores de información. Como parte de su Global IT Survey reciente, IDC ha identificado las dos prioridades máximas de esos ejecutivos principales: aumentar la productividad mediante mejoras en la infraestructura y, dentro de la organización TI, implementar nuevas aplicaciones estratégicas utilizando tecnologías más modernas y eficientes. ¿Y qué significa todo esto para los directores de sistemas de información? Sencillamente, que la máxima prioridad en TI consistirá en mejorar la eficiencia operacional, alineando al mismo tiempo las prioridades de desarrollo en torno a nuevas aplicaciones comerciales estratégicas.
Una vez concluidos los dos grandes proyectos -el Año 2000 y el Euro, que han mantenido fuera de sitio a las organizaciones de TI durante meses- los directores de sistemas de información podrán ahora redirigir su atención a añadir valor para sus empresas. Esforzarse por alcanzar la eficiencia operacional, con el fin de atender mejor a las necesidades comerciales de la empresa, será un buen comienzo para este esfuerzo.
Para alcanzar este objetivo, muchos directores de sistemas de información han evaluado la forma en que las nuevas tecnologías pueden hacer que las operaciones de TI sean más eficientes. Esta evaluación consiste con frecuencia en un análisis de toda la infraestructura tecnológica: los centros de proceso de datos y las tecnologías instaladas en ellos, las redes de datos, la infraestructura de software que sirve de soporte a las aplicaciones, y el personal de soporte tecnológico propiamente dicho. Con frecuencia, este análisis da lugar a una consolidación de esos centros de datos y a la adopción de nuevas tecnologías.
Para las compañías que no participan aún activamente en proyectos destinados a aumentar la eficiencia de las TI mediante la adopción de tecnologías nuevas, económicas y operacionalmente superiores, IDC aconseja la realización de un esfuerzo de análisis importante (un proceso que a veces se conoce como “el ajuste de cuentas” o “análisis final”). Ninguna parte de la infraestructura deberá escapar a esta revisión, y los directores de sistemas de información deberán recordar que la tecnología no es un objetivo en sí misma, sino un medio para alcanzar los objetivos comerciales de una empresa. No deberá haber excepciones ni “vacas sagradas”; ni los edificios de los centros de proceso de datos, ni los mainframes antiguos, ni los dispositivos de almacenamiento de acceso directo que les sirven. Aunque la mayoría de las redes de datos son nuevas en su diseño, también deben ser objeto de revisión, lo mismo que el software de aplicación y de infraestructura y el personal del departamento de TI.
Hay tres cuestiones que deberán ser prioritarias para los directores de sistemas de información mientras consideran la conveniencia de consolidar los sistemas de información de sus empresas. La primera es que deberán comprender que los conceptos tecnológicos son muy diferentes hoy de lo que eran hace algunos años. Los sistemas no están centrados ya en el procesador ni en el servidor, sino en la totalidad de la red, y el desarrollo de aplicaciones no está centrado ya en procesos, sino en datos. Y la segunda cuestión es que el sector se está moviendo para quedar centrado en la actividad comercial y no en la tecnología, con el objetivo único de suministrar información bajo demanda, IOD (Information On Demand) a la empresa cuando ésta la necesita. El énfasis está en el suministro de información IOD para las unidades comerciales, y no en la tecnología por la tecnología.
Información Bajo Demanda significa que los usuarios podrán acceder de forma rápida y fiable a la información que necesitan, y que podrán disponer del mismo acceso seguro y amplia difusión de la tecnología que se espera actualmente de organizaciones de servicios como la compañía de teléfonos o los suministradores de energía. Con la llegada de IOD, la función de TI habrá alcanzado un nuevo nivel de efectividad, y surgirá una nueva relación promovida por el cliente entre las unidades comerciales y los servicios de tecnología.
La cuestión número tres es que estos nuevos conceptos están conduciendo a un cambio de modelo o paradigma. Aunque los departamentos de “línea de negocio” o “LOB” (Line of Business) podían gestionar en el pasado servidores de aplicación aislados, no están tan bien posicionados para gestionar las redes de múltiples servidores, ni la complejidad creciente de estos múltiples servidores, ni el almacenamiento de datos correspondiente. En cualquier análisis de la efectividad de la Tecnología de la Información, éste es un problema que deberá ser resuelto lo antes posible.
El director de sistemas de información debe ayudar a la empresa a comprender que las unidades comerciales no están preparadas para gestionar recursos compartidos, como los recursos de red, los servidores multifuncionales y los datos de empresa. Cualquiera que sea la capacidad y experiencia de estos ejecutivos, no están en condiciones de afrontar fallos de la red, problemas de transmisión o protocolos incompatiobles. Y lo que es más, la información recogida por un departamento está siendo cada vez más vital para los otros departamentos. Por lo tanto, procesos como la gestión uniforme de datos por paquetes de base de datos, su limpieza y almacenamiento en “Data Warehouses” y “Data Marts”, y su uso compartido en toda la empresa, se han convertido en servicios que son responsabilidad de la nueva función IOD corporativa, unos servicios que quedan fuera del ámbito y las capacidades de los directores LOB. Una vez que se establezca este entendimiento entre el ejecutivo LOB y el director de información, será posible delinear los roles, funciones y responsabilidades de sus respectivas organizaciones.
