La CNMC advierte que el aumento de los límites de espectro por operadora puede afectar la competencia

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) advirtió de un posible detrimento de la competencia en el mercado de las telecomunicaciones tras analizar el proyecto del Gobierno para el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias (CNAF), que busca elevar los límites máximos de espectro que puede tener cada operadora.

Según el organismo regulador, la propuesta del Ejecutivo -que aumentará los límites de espectro por operador en las bandas medias de 1.800 MHz, 2.100 MHz y 2,6 GHz y en la de 3.400-3.800 MHz- provocaría que el espectro se concentrara en solo tres operadoras, y no en cuatro, como el escenario actual. Justamente, la normativa vigente garantiza que el dominio público radioeléctrico no se acapare por las grandes compañías y permite la entrada en el juego a operadoras más pequeñas.

Para ejemplificar, la CNMC pone el ejemplo de la fusión de Orange y MásMóvil, aún pendiente de aprobación. Con los nuevos márgenes, la joint venture resultante de la fusión deberá desprenderse de un menor volumen de espectro que con los límites actuales: 99,6 MHz en vez de 144,6 MHz. Además, este espectro restante podría ser adquirido por las dos principales telco del mercado español, Telefónica y Vodafone, algo que no sería posible con la normativa vigente. "Todo ello tiene un impacto restrictivo en la competencia, independientemente del resultado de la concentración Orange-MásMóvil", dice el texto del regulador.

En este escenario, la CNMC propone que los nuevos límites impuestos por el CNAF estén “necesariamente vinculados a la imposición de una obligación de acceso mayorista, para aquellos operadores que superen los actuales límites de espectro".

Calidad vs precio

A pesar de lo anterior, la CNMC reconoce que el aumento de los límites de espectro “podría resultar deseable”, ya que permitiría a las operadoras invertir más en sus redes, mejorando el servicio que proveen a sus clientes.

Sin embargo, los límites se impusieron con el objetivo de mantener lo más reducido posible el coste final para el usuario, algo que no ha impedido la mejora de las prestaciones técnicas por parte de las operadoras, señala el regulador.

"A la vista de lo expuesto, la ampliación de los límites no es incompatible con que el mercado español se desarrolle en las mejores condiciones, aunque es posible que con un mantenimiento de los límites también se pudieran lograr las mejores condiciones técnicas", expone el documento.