"La tecnología nos puede y nos debe ayudar a avanzar en derechos"

La tecnología tiene el poder de impulsar una sociedad más equitativa. Sin embargo, si el progreso tecnológico no viene acompañado de una visión inclusiva, éste podría perpetuar las desigualdades actuales. Éste fue el tema de la mesa de debate 'El impacto social de la tecnología' de la segunda jornada del Summit 2022 de DigitalES, que se lleva a cabo esta semana en Madrid, y que reunió a representantes de la administración pública, el sector privado y las organizaciones sin ánimo de lucro.

La comisionada especial para la Alianza por la Nueva Economía de la Lengua del Gobierno de España, Cristina Gallach, fue la encargada de abrir el debate y lo hizo comentando que “la tecnología no es neutra y su uso tiene impactos muy distintos. Nos debemos preocupar de los impactos positivos que tiene en la población: en inclusión, diversidad, progreso y respeto”. En ese sentido, aseguró que “la tecnología nos puede y nos debe ayudar a avanzar en derechos”.

Para ello, la comisionada especial señaló que es esencial concebir tecnologías que sean “poco costosas o amortizables, sencillas de usar y con necesidades de equipamiento mínimas, construidas con materiales locales, con costes de operación bajos, generadoras de residuos de bajo impacto ambiental o reciclables y con destacada conexión al desarrollo local”.

“Esto nos va a permitir fomentar la inclusión financiera, incrementar el acceso a la educación, mejorar nuestra salud”, añadió Gallach. Además, en relación al PERTE de la Nueva Economía de la Lengua, al que representa, esta visión integral de la tecnología permitirá también que “la IA nos entienda, hable en español y que refuerce nuestra lengua. El PERTE tiene mucho valor de inclusión, de igualdad y de que las brechas se vayan cerrando”.

Por su parte, el director de Accesibilidad e Innovación de la Fundación ONCE, Jesús Hernández, identificó algunos retos sociales del progreso tecnológico. Uno de ellos es el de la estandarización, es decir, que la formación de los técnicos y profesionales TI incluya una formación en accesibilidad. Asimismo, llamó a que las empresas desarrollen tecnología accesible, lo que las va a hacer “más respetuosas con la diversidad humana''.

En esta línea, Guillermo Gauna-Vivas, director general de Ayúdame3D, coincidió en que si las startups o empresas están creando algo innovador pero que dejan de lado a un grupo de personas que no pueden beneficiarse de ello, “no estás aportando algo para mejorar el mundo”.

Idoia Salazar, presidenta y fundadora de OdiseIA, destacó otro grupo que se queda fuera del progreso tecnológico, aquellos que no entienden la tecnología o no saben cómo utilizarla. Para ella es relevante formar a estas personas e incluirlas dentro del proceso porque “tienen que empezar a comprender este mundo de datos en el que empezamos a vivir”.

Finalmente, Tobías Wiesenthal, head of Research and Innovation en la DG Connect de la Comisión Europea, se enfocó en los desafíos de la tecnología en el sector de la sanidad, en el que es urgente crear soluciones que atiendan a las necesidades tanto de los pacientes como de los médicos. Además, comentó sobre la “necesidad de confiar en que el sector público está protegiendo nuestra información de salud”.

“No hay una bala de plata para solucionar estos problemas (de inclusión y accesibilidad), sino que hay que reunir varias soluciones y tecnologías, crear un ecosistema inclusivo y ético”, puntualizó.