Coche autónomo
Coche autónomo

Los nuevos retos de conectividad del sector del automóvil

La llegada del coche conectado, eléctrico y autónomo dará lugar a una explosión en la demanda de datos.

Coches autónomos

La industria del automóvil está sufriendo una enorme transformación debido a los profundos cambios en el estilo de vida de los ciudadanos y en las estructuras urbanas. Los seres humanos ya no nos desplazamos de la misma manera que hace veinte años y la concentración de población en cada vez menos núcleos urbanos requiere de una revisión del rol que juega el automóvil en nuestras sociedades.   

En ese contexto, los cambios son imparables. Según un estudio que hemos desarrollado de manera conjunta con FTI Consulting, en los próximos tres años vamos a vivir un crecimiento exponencial en el número de coches conectados en todo el mundo: para 2020, se espera que el 98% de todos los coches nuevos estén conectados gracias a la “omnipresencia” de las redes móviles y los requerimientos de conectividad de los gobiernos. 

Por otro lado, los vehículos eléctricos se están convirtiendo en una tendencia dominante; los grandes fabricantes, que antes veían con recelo la llegada de nuevos players que basaban su negocio en alternativas a la gasolina, están desarrollando sus propios vehículos de propulsión eléctrica. También, debemos estar atentos a cómo el sector del automóvil se está viendo influenciado por la tendencia del Transporte como Servicio (TaaS). De gran relevancia en grandes urbes, esta modalidad se adapta a los viajes más cortos de las ciudades, a las grandes congestiones de tráfico o a la dificultad de estacionamiento en determinadas zonas. 

Y no deberíamos olvidarnos de la llegada del coche autónomo, pero teniendo en cuenta la dificultad que representa una revolución como la conducción totalmente independiente del ser humano. Aunque la irrupción masiva de coches conectados y eléctricos es un hecho, la transición hacia los vehículos autónomos será gradual, ya que los beneficios (en seguridad, congestión y aparcamiento, etc.) solo se podrán disfrutar cuando las tecnologías de inteligencia artificial pueden ser una alternativa incluso más fiable que las personas.  

 

¿Qué supone la llegada del coche conectado?

Con este panorama, las empresas líderes del sector deben tomar decisiones críticas y urgentes en relación con su estrategia y sus inversiones, que estarán cada vez más enfocadas a la experiencia del usuario y a los sistemas autónomos. Los modelos de negocio de estas compañías evolucionarán drásticamente para adaptarse al Pay as you Go y al TaaS, mientras su colaboración con numerosos partners se hará cada vez más necesaria. En muchos sentidos, este cambio de modelo es tan profundo como la evolución del coche de caballos al automóvil con motor de combustión interna.

Pero ¿qué supone la llegada de estas nuevas alternativas de movilidad para los actuales modelos de redes? La llegada del coche conectado, eléctrico y autónomo dará lugar a una explosión en la demanda de datos. Por ejemplo, según BMW, 10 millones de vehículos conectados generan 600 MB de datos por coche y día. Sin embargo, en el caso de los vehículos conectados avanzados, se estima que el flujo de datos alcance 1 GB por vehículo al día (o aproximadamente 30 GB por vehículo al mes). Y se prevé que, a medida que aumente su funcionalidad, esta cifra se multiplicará por 30 hasta alcanzar 1 TB de datos por vehículo y mes en 2025.

Mientras se toman las decisiones sobre cómo habilitar de manera efectiva la llegada masiva de este tipo de vehículos, aparecen nuevos desafíos relacionados con las arquitecturas IT tradicionales, que requieren su descentralización para gestionar grandes flujos de datos. 

En la actualidad, las redes están diseñadas para distribuir datos desde un único punto geográfico a todos los consumidores/operadores de un servicio. Sin embargo, el auge del Internet de las cosas (IoT) requiere la recopilación y el procesamiento de cantidades masivas de datos de dispositivos móviles "conectados" en el edge. Esa es la razón por la que las plataformas tecnológicas tradicionales simplemente no podrán soportar esta avalancha de datos.

Los actores de la industria necesitarán soluciones de conectividad flexibles, escalables y ágiles para dar soporte a las nuevas generaciones de vehículos. Por ejemplo, los fabricantes de automóviles tendrán que diseñar formas de descargar y analizar datos críticos a través de pasarelas de API de terceros, eliminar el bloqueo de proveedores, garantizar la integridad de los datos y permitir una visión en tiempo real mientras se garantiza el cumplimiento de la soberanía de los datos.

 

Nuevas formas de conectividad para mayores transferencias de datos

Estas compañías, junto a sus partners y proveedores, deben apostar por infraestructuras y tecnologías IT que permitan la obtención, la agregación, el análisis y el intercambio de datos de forma eficiente y rentable. La actual arquitectura centralizada y monolítica no es válida para las nuevas necesidades del sector. Aquí es donde intervienen el acceso a los ecosistemas digitales y la interconexión, la conectividad privada, segura y ultrarrápida entre empresas. 

Como hemos visto, tanto los vehículos conectados como los autónomos utilizan grandes cantidades de datos con información muy valiosa para compartir con otros vehículos o con otros elementos de la carretera como, por ejemplo, señales y semáforos. Hasta la fecha, estos servicios de transferencia, análisis y procesamiento de información hacían uso de las redes 4G existentes, pero, para que podamos disfrutar de todo su potencial, las empresas de automoción deben rediseñar sus infraestructuras IT y apostar por plataformas de interconexión global, que conecten de manera segura y directa todos los componentes imprescindibles en el transporte por carretera. 

Las plataformas de data centers interconectados permiten a las empresas de automoción operar en el edge. Es decir, procesar los datos recolectados más cerca de donde se producen para reducir la latencia y dar respuesta en milisegundos. Solo así se podrá asegurar la seguridad vial, la mejor experiencia de conducción y reducir atascos en las ciudades, entre otros problemas derivados del tráfico actual. 

Las empresas del sector automotriz y las Administraciones deben invertir en nuevos modelos de conectividad, como la interconexión, para que el coche vuelva a jugar un rol positivo en nuestras sociedades. Los datos generados por los automóviles permiten generar un tráfico sostenible y hacer uso de servicios de coches compartidos, por poner solo dos ejemplos de lo que podemos desarrollar; está en manos del sector aprovechar debidamente todos los beneficios de la interconexión.

 
El autor de este artículo es Ignacio Velilla, managing director de Equinix en España


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