Más allá del ERP

Una salida al laberinto

El mercado combinado de las aplicaciones de software de contabilidad/finanzas, recursos humanos, distribución y fabricación, que se conoce con frecuencia como Planificación de Recursos de Empresa o ERP (Enterprise Resource Planning), casi se ha triplicado desde 1995, pasando de una cifra mundial de 4.000 millones de dólares a 11.000 millones en 1997.

Para finales de este año , el mercado casi se habrá duplicado de nuevo, superando los 20.000 millones de dólares en ventas de software (excluyendo servicios). Al mismo tiempo, las inversiones en áreas relacionadas, como la gestión de relaciones con clientes, CRM (Customer Relationship Management), continúan aumentando, mientras que compañías de otros sectores están demandando también los beneficios de ERP que se derivan de la integración de conjuntos de aplicaciones de empresa que abarcan las funciones comerciales más importantes de una compañía.
El énfasis y la misión de las aplicaciones de empresa se ha concentrado desde hace tiempo en automatizar la gestión de transacciones comerciales típicas: registrar un pedido, renovar el inventario, elegir productos, enviarlos y facturar al cliente. Al aumentar la competencia, aumenta también el valor relativo de cada uno de los clientes, y compañías de todos los tamaños están invirtiendo su dinero donde está el cliente, es decir, creando y manteniendo una relación duradera a lo largo de todo el ciclo de vida del mismo. Las aplicaciones CRM -que abarcan la automatización de la fuerza de ventas y el soporte y marketing de clientes- son cada vez más importantes a la hora de adoptar la decisión de compra de aplicaciones de empresa. El estudio TIPS (Technology Integration Panel Study) de la consultora IDC muestra que un 35% de las compañías que han adquirido aplicaciones CRM las compraron conjuntamente con aplicaciones de contabilidad. Otras aplicaciones que se adquieren con frecuencia conjuntamente con el soporte al cliente son las de automatización de ventas, planificación/previsión y análisis, y marketing.
Desde esta perspectiva más amplia y orientada al cliente, el mercado de aplicaciones de empresa ampliado (que incluye la fabricación como representante vertical) tuvo unos ingresos de 15.700 millones de dólares en 1997. IDC prevé que este mercado alcanzará los 42.500 millones de dólares para el año 2002, con una tasa de crecimiento anual acumulativo, CAGR (Compounded Annual Growth Rate) de 22% en cinco años. Aunque la parte CRM representa actualmente sólo un 9% de este mercado de aplicaciones de empresa más amplio, es el segmento de más rápido crecimiento, y IDC considera que crecerá hasta alcanzar un CAGR del 46% en comparación con un 18% en el mercado de aplicaciones de empresa tradicional.

Reingeniería de la cadena de suministro
Hay otras partes del laberinto de las aplicaciones de empresa que se están convirtiendo en críticas para las firmas de tamaño medio. Las iniciativas de Reingeniería de Procesos Comerciales, BRP (Business Process Re-engineering) continúan erradicando (o al menos haciendo disminuir) las operaciones corrientes, simplificando y racionalizando así los procesos inter-departamentales. Las compañías están también discontinuando aplicaciones independientes o autónomas en favor de conjuntos de aplicaciones integrados en apoyo de iniciativas BPR internas, realizando al mismo tiempo la reingeniería de cadena de suministro. Según el estudio TIPS de IDC, a finales de 1997 sólo un 3% de las compañías de Estados Unidos estaban en proceso de implementar la automatización de la cadena de suministro, aunque un 26% tenían previsto implementar ese sistema en los dos años siguientes.
Aunque la idea de invertir en tecnología para automatizar una cadena de suministro podría intimidar a una compañía de tamaño medio, una utilización eficaz de Internet podría también hacer más alcanzable esa visión de futuro. Internet, que es una tecnología que promueve la "igualdad de oportunidades" en mayor medida que otras tecnologías propietarias anteriores -como el intercambio electrónico de datos, o EDI, por ejemplo- está forzando a una convergencia en torno a estándares de comunicaciones e interfaces de usuario intuitivos subyacentes que son fáciles de mantener incluso por las compañías más pequeñas.
El estudio de IDC muestra también que aumentar la productividad fue la prioridad máxima para todos los tipos de compañías, y que fue especialmente alta (43%) para empresas con 100-999 empleados (comparado con un promedio global del 36%). IDC considera que una de las próximas áreas de inversión comercial será la creación de sistemas de optimización de empresa en bucle cerrado, EOS (Enterprise Optimization Systems). Estos sistemas, que integran en mayor medida y sin fisuras herramientas de soporte de decisiones y generación de informes con aplicaciones de empresa, contribuirán a aumentar la velocidad del flujo de la información, desde la operación al análisis, de ahí al análisis experimental o "what if", y de nuevo a la operación. Aunque EOS es aún un concepto nuevo, será de importancia clave para competir en el nuevo milenio.

Conjuntos integrados
Las tendencias que se indican arriba tienen implicaciones importantes para la integración de aplicaciones. Las compañías disponen en esencia de dos opciones: o bien crear y mantener por sí mismas (o con ayuda de un consultor) los enlaces o conexiones, o dejar que el vendedor lo haga por ellas. Las diferencias y compensaciones entre el enfoque de aplicaciones autónomas (conocido generalmente, justamente o no, como "best of breed") frente a los conjuntos de aplicaciones integradas ha sido superado en gran medida por vendedores que han ampliado sus líneas de productos mediante desarrollo, adquisición y alianzas, para ofrecer conjuntos totalmente integrados de productos de categoría mundial. Por otra parte, y como consecuencia de unos ciclos de release de aplicaciones más cortos y una mayor dependencia del área comercial en los sistemas de información, hacer que otro se preocupe de que las propias aplicaciones funcionen bien juntas puede mejorar extraordinariamente el costo de propiedad total o TCO a lo largo de la vida del propio sistema de aplicaciones de empresa.
Aunque las inversiones en nuevas aplicaciones de empresa sólo han sido una porción menor de los presupuestos destinados a reparaciones del año 2000, esta presión adicional sobre los presupuestos TI ha estado absorbiendo dinero de presupuesto de otras inversiones en aplicaciones de las compañías. Una vez que pase el año 2000, IDC prevé un aumento importante de las inversiones en áreas como CRM, automatización de la cadena de suministro y comercio electrónico en compañías de todos los tamaños.
Decidirse a realizar inversiones tecnológicas más competitivas no resulta fácil para ninguna empresa, y mucho menos para compañías de tamaño pequeño a medio, que tienen menos recursos tecnológicos y menor capacidad de afrontar problemas o gastos de implementación imprevistos. Sin embargo, no invertir resulta cada vez más arriesgado. Las compañías grandes, aprovechando Internet y otros canales creativos, están extendiendo su ámbito de actuación a segmentos de mercado c

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