Persiste la incertidumbre sobre los futuros efectos de la automatización y digitalización

Según el último estudio, son cerca de 238 millones de personas las que tienen un puesto de trabajo en la Unión Europea, una cifra superior a la del año pasado. Además, ha aumentado la renta disponible y se han reducido los niveles de pobreza. El ESDE 2018 se centra en el mundo del trabajo, que está en continua transformación debido al progreso tecnológico, lo que según el informe, genera incertidumbre sobre los futuros efectos que puede generar la automatización y la digitalización.

“El cambio tecnológico encierra un gran potencial para impulsar el crecimiento y el empleo, pero solo se conseguirá si somos capaces de modelar ese cambio. El pilar europeo de derechos sociales marca el rumbo para que todo el mundo esté preparado para esta transformación”, señaló Marianne Thyssen, comisaria de Empleo, Asuntos Sociales, Capacidades y Movilidad Laboral, ha manifestado. ”Nuestras propuestas hacen realidad el pilar, dotando a los europeos con una mejor educación y capacidades a lo largo de toda su vida, y garantizando que todos los trabajadores gocen de derechos fundamentales en este mundo del trabajo en rápida transformación, gracias a nuestras propuestas sobre unas condiciones de trabajo transparentes y previsibles, y al acceso a la protección social”.

Aunque no se conoce a ciencia cierta el impacto que tendrá la tecnología en el empleo, el progreso tecnológico es clave para aumentar la productividad global, de hecho, según un estudio, entre el 37% y el 69% de los puestos de trabajo podrían ser parcialmente automatizados en un futuro próximo. Por otro lado, debido a las nuevas tecnologías, el estudio detectó un aumento en el número de trabajadores atípicos y autónomos, lo que genera mayor flexibilidad y equilibro entre la vida laboral y profesional.