Retos y oportunidades de la ciberseguridad en un mundo poscovid

Si al nuevo contexto marcado por la hiperconexión y la transformación digital añadimos la crisis sanitaria que, desde hace meses, ha puesto en jaque a la población mundial, cambiando de forma drástica el mundo y obligando a una gran parte de los trabajadores a modificar sus hábitos profesionales, el resultado es un nuevo status quo que ya está obligando a las organizaciones a adaptar sus procesos y a protegerse ante nuevas amenazas.

“El coronavirus ha impactado de lleno en la seguridad, tanto por dentro como por fuera de las empresas”, apunta Alberto Bellé, analista principal de IDG Research. De puertas hacia dentro, “ha roto el concepto de perímetro y, aunque las compañías han resuelto lo más urgente, no es necesariamente lo óptimo en seguridad. Así, por ejemplo, la idea de una VPN por la que entren todas las conexiones antes servía para un número mínimo de empleados, pero ahora conlleva grandes vulnerabilidades”, explica Bellé.

Con la proliferación del teletrabajo el perímetro ha desaparecido, cambiando toda la arquitectura, por lo que, según el analista, los nuevos patrones de ataque también varían. “La psicología del empleado cambia, ahora está desde su casa, por lo que está más expuesto a ataques de ingeniería social, phishing, fraude, etc.”. 

De puertas hacia afuera, el impacto está relacionado con el salto digital que las empresas han llevado a cabo en los últimos meses. De acuerdo con Bellé, “muchas compañías que hasta ahora no tenían un canal digital de cara al cliente, solo uno de información, se han lanzado a crearlo por cuestión de supervivencia. Esto incluye pasarelas de pago, datos críticos de los clientes… pero no se han parado a pensar en los ataques y éstos no paran de multiplicarse”.