El rastreo de la geolocalización en el iPhone
Los terminales móviles necesitan estar "localizados" para poder recibir y enviar llamadas o cargar/descargar datos. La posibilidad de que esta información sea robada es remota pero la duda sobre cómo son manejados estos datos es motivo de preocupación
Como cualquier teléfono móvil, el iPhone necesita saber dónde se encuentra para enviar y recibir llamadas o cargar y descargar datos. Esto lo consigue calculando su posición a través de la localización de las torres de telefonía móvil cercanas o de aplicaciones GPS. En cualquiera de los casos, Apple almacena estos datos en el terminal para después hacer una copia de seguridad a través de iTunes donde los guarda en carpetas, separados de los registros.
El que estos datos se encuentren disponibles acelera el proceso de la misma forma que los datos recogidos por un navegador facilitan el acceso a una página web visitada anteriormente. Y lo que es más importante, ahorra carga de batería puesto que el dispositivo no tiene que trabajar tanto para determinar su localización. Los archivos están comprimidos y los nombres de los archivos cambiados. Sin embargo, hay que recordar que, puesto que los archivos están en el teléfono y en el ordenador, cualquier persona podría tener acceso directo a estos equipos, bien robándolos o a través de un ataque informático de forma remota.
Asimismo, Apple afirma que recoge algunos datos de geolocalización de forma anónima, solo y cuando los clientes están de acuerdo en utilizar este tipo de servicios como los mapas o cualquier otra aplicación que solicite la ubicación de un usuario, además de para su propio sistema publicitario. No está claro si los datos que se transmiten a Apple son los mismos que los que se conservan en el archivo de copia de seguridad.
También hay otro aspecto muy importante. Las aplicaciones móviles, a menudo, funcionan junto con herramientas y plataformas de las que nunca se ha escuchado o que ni siquiera se sabe que existen. Por lo tanto, aunque los fabricantes del sistema operativo del dispositivo y las aplicaciones sean cautos, puede que terceros no lo sean. Apple controla qué aplicaciones se admiten en su App Store, pero la empresa no parece prestar tanta atención a la fiabilidad de estas aplicaciones como a la facilidad de uso.