“El 2022 ha sido un año clave para la digitalización del país. Los últimos doce meses han constituido un verdadero revulsivo”

A pesar del escenario convulso que caracterizó buena parte del ya finiquitado 2022, el sector tecnológico cosechó grandes logros y hazañas a sus espaldas. Sobre las mismas nos habla Andreu Vilamitjana, director general de Cisco España, quien, a pesar de los vientos en contra, ve el recién estrenado año como una oportunidad de superación.

En un contexto marcado por el viaje sin retorno de la transformación digital, las crecientes tensiones geopolíticas, la incipiente recesión y la evolución y sofisticación de las ciberamenazas, ¿cómo sobreviven las compañías tecnológicas?

Aunque es cierto que nos encontramos en un entorno macroeconómico altamente dinámico con problemas de falta de suministro y una inflación acelerada, el sector TIC tiene y tendrá un papel fundamental para una lograr verdadera recuperación económica digital, sostenible y social. Las compañías tecnológicas son esenciales para garantizar la continuidad de los servicios, generar empleo y facilitar un acceso inclusivo a los beneficios de la digitalización. A nivel de contribución a la economía nacional, sólo las empresas tecnológicas que aglutina DigitalES generan unos ingresos directos de más de 36.000 millones de euros -y otros 43.000 millones indirectos- y más de 115.000 puestos de trabajo en España.

¿Cuáles diría que son los principales desafíos que encara el mercado TI en la actualidad?

Hay tres grandes desafíos a los que se enfrenta el sector: la gran complejidad generada por la migración al trabajo híbrido y al mundo muticloud; la falta de visibilidad, automatización y seguridad de los entornos TI y TO; y un claro déficit de profesionales. De hecho, según el INE, casi la mitad de las empresas españolas no encuentran profesionales con las habilidades tecnológicas que demandan, mientras que DigitalES estima en 120.000 los puestos de trabajo TIC sin cubrir.

A nivel macro, la modernización tecnológica del sector público, la digitalización de las pymes y de sectores verticales como la educación y la sanidad, la inclusión digital de la España vaciada y el refuerzo de la ciberresiliencia a nivel de Estado (proteger las infraestructuras y servicios públicos y la identidad de los ciudadanos) constituyen otros retos en los que debemos seguir avanzando como una de las mayores naciones y sociedades digitales de toda Europa.

"La economía digital ya representa en España el 22% del PIB total, con 36.500 empresas TIC y 582.000 empleos directos. En 2023 tenemos una gran oportunidad para seguir reforzando este crecimiento sostenido y lograr la resiliencia necesaria para hacer frente a futuras crisis"

¿Cuál es su apuesta estratégica para paliar estos retos? 

Para responder a estos retos, Cisco ofrece nuevas plataformas digitales que permiten a las organizaciones conectar, proteger y automatizar sus entornos a un ritmo más rápido que nunca, y con menor complejidad. La transición de la mayor parte de nuestro porfolio a la modalidad ‘como servicio’ es también clave para facilitar a las organizaciones la capacidad de elección y la simplicidad de adopción, reduciendo a su vez los costes de capital.

Además, Cisco tiene un compromiso para ayudar a acelerar la digitalización de España fomentando el emprendimiento y la innovación, desarrollando infraestructuras y habilidades digitales, y reforzando la ciberseguridad a través de nuestro programa Digitaliza. El programa nació en 2019 y se ha ido ampliando hasta abarcar ahora numerosos sectores y áreas sociales, incluyendo infraestructuras críticas, servicios públicos, fabricación, energía, fintech y turismo inteligente.

Cisco también pretende formar a 40.000 estudiantes, trabajadores y desempleados en tecnologías digitales en los próximos 12 meses a través de la iniciativa sin ánimo de lucro Cisco Networking Academy, elevando el número total de españoles que han participado en los cursos de Networking Academy a más de 300.000 para finales de 2023.

De igual forma seguimos invirtiendo en el desarrollo de otras tecnologías clave como 5G/WiFi 6, IoT, inteligencia artificial, cloud y redes de próxima generación, contribuyendo a la transformación digital y eco-responsable del país.

Aprovechando la recta final del año,  y como miembro de una de las principales tecnológicas de renombre, ¿qué balance hace?

Creo que 2022 ha sido un año clave para la digitalización del país. Gracias a los fondos Next Generation, a campañas como el Kit Digital Digital y los PERTE y al impulso de la colaboración público-privada, los últimos doce meses han constituido un verdadero revulsivo, con una elevada inversión en TIC de las administraciones, las pymes y las grandes empresas. En el caso concreto de Cisco, incluso en un entorno de incertidumbre económica mundial, los últimos seis meses han registrado cifras récord en cuanto a pedidos en toda la historia de la compañía, incluyendo segmentos clave como redes seguras de nueva generación, ciberseguridad y experiencias de aplicaciones optimizadas.

Con el punto de mira puesto en 2023, ¿hacia dónde caminan las TI?

Las previsiones son bastante halagüeñas y apuntan hacia un crecimiento del sector TIC por encima del PIB en 2023. La consultora IDC estima que la inversión TIC en España alcanzará los 53.500 millones de euros el próximo año (crecimiento del 3,4% frente a 2022); mientras, el PIB podría crecer en torno al 2,1% según las previsiones del Gobierno nacional y de la OCDE.

En España, los pilares clave de inversión en TIC para impulsar la innovación y la productividad el próximo año son: implementar herramientas de colaboración seguras para la fuerza de trabajo híbrida; ofrecer la mejor experiencia de usuario a empleados y clientes; impulsar la innovación en el mundo multicloud adoptando XaaS; gestionar las iniciativas corporativas internas y resolver los principales problemas sociales con la tecnología.

La economía digital ya representa en España el 22% del PIB total, con 36.500 empresas TIC y 582.000 empleos directos. En 2023 tenemos una gran oportunidad para seguir reforzando este crecimiento sostenido y lograr la resiliencia necesaria para hacer frente a futuras crisis y problemas macroeconómicos.