Entrevista con Mª Teresa Hortal, Directora de Recursos Humanos de ICL: Nuestra trabajo con el personal es una de las bazas fuertes de la compañía.

No cabe duda de que en una empresa no hay nada más fundamental que los empleados. Este principio no siempre ha estado tan claro pero, la importancia reconocida en los últimos años al valor que supone el personal de las compañías, ha llevado a los Departamentos de Recursos Humanos a multiplicar sus líneas de acción. El de ICL, dirigido por Mª Teresa Hortal, es uno de los puntos claves de esta multinacional británica y ha recibido a principios de año, entre numerosos galardones, el premio Inversor en Personal como recompensa a su labor.

Desde 1977 la compañía británica ICL trabaja en España a través de sus delegaciones en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Bilbao y los numerosos puntos de asistencia técnica repartidos por toda la geografía española con un personal de cerca de 500 empleados.

La multinacional, que está presente en más de 70 países, se encuentra dedicada a las aplicaciones de la Tecnología de la Información, enfocadas a proporcionar al usuario soluciones de alto valor que mejoren su efectividad operativa y de gestión.

A pesar de las dificultades en el proceso de fusión con Nokia Data, ICL superó en la facturación del pasado año fiscal los nueve mil millones de pesetas, lo que supone un crecimiento del 32 por ciento frente al año anterior.

El Departamento de Recursos Humanos es, según su directora Mª Teresa Hortal, una de las bazas importantes de la empresa, pues su labor incluye la visión del futuro de la compañía de cara a la contratación de personal y la formación del actual con vistas a las necesidades de la compañía en unos años. Integrado en el Consejo de Dirección a través de su Directora, está definido como una de las áreas de mayor importancia en estos momentos en que el total del presupuesto que ICL dedica a gastos en personal alcanza un 65 por ciento del total.

Formación

ICL lleva a cabo una labor importante en cuanto a formación de sus empleados se refiere. Así, hace cuatro años se puso en marcha el programa Inversión en el Personal, consistente en un conjunto de requisitos y procesos para la dirección de las personas en ICL a nivel mundial. La compañía cuenta además con un plan de formación por el que sus empleados reciben unos mínimos de ocho a diez días de reciclaje de conocimientos al año. Los cursos van desde específicos para principiantes hasta los destinados a los empleados con muchos años de experiencia y que cubren tanto las áreas técnicas y de ingeniería como las de dirección y relaciones interpersonales.

El servicio de outplacement o recolocación no es necesario según Mª Teresa Hortal ya que la media de edad en el mundo de la informática es de 35 años, con lo que no ha dado tiempo a que nadie se quede obsoleto y el personal de mayor edad suponen un alto valor añadido para la compañía.

Uno de los proyectos importantes en los que está inmersa en estos momentos la compañía británica es el llamado Eurograduados, que se También en ICL el ritmo de las contrataciones se ha visto estancado este año, no sólo por la crisis sino también porque la informática ha llegado a un punto de desarrollo alto donde tiene que encontrar un freno y no seguir creciendo a los ritmos desmesurados con que lo hizo al principio.

Para la Directora de Recursos Humanos el nivel de las escuelas y universidades de informática españolas es bueno aunque señala que el problema existente es el de conjugar la práctica con la teoría. En España, muchos de los universitarios no tienen contacto con el mundo laboral hasta el fin de su carrera, lo que dificulta el aprendizaje. Por eso, ICL ha firmado acuerdos con distintas universidades españolas para que sus alumnos descubran el mundo del trabajo, al igual que se realiza con otras universidades europeas.

Los modelos de contratos que posee la compañía se dividen en cuatro grandes tipos, de prácticas, de formación, de fomento al empleo y fijos. En ICL, los contratos que hacemos los pensamos como indefinidos, otra cosa es la modalidad que usemos según la subvención que pueda tener ese contrato, no hacemos distingos entre la gente con un contrato en prácticas y otro fijo, raramente tenemos un contrato temporal porque lo que nos interesa es formar a la gente para que trabaje con nosotros, independientemente del tipo de contrato que tenga, aclara la directora de RR.HH.

Reingeniería y autoformación

Como proyecto inmediato en el que está inmerso el Departamento se encuentra el proceso de reingeniería definido por su Directora como darle la vuelta a la compañía para buscar los procesos más puros y los que son realmente pilares fundamentales en los que tiene que basarse una empresa, pensando en ella siempre de cara al cliente.

La pregunta clave es ¿cómo quiere el cliente que yo sea para trabajar con él? Para ello hay que pensar la compañía para dar servicio al cliente; por ellos todos los años la ICL realiza una encuesta de opinión entre sus usuario, además de mantener una relación continua debido a que la compañía está dedicada a la venta de productos y consultoría técnica, que se ofrece a través de los propios empleados de la empresa. Otro de los objetivos actuales es el cambio fundamental en la forma de entender el propio trabajo, queremos que la gente se de cuenta de que su trabajo también tiene que ser autónomo y posee un valor añadido, y ese valor se pierde si para que sea efectivo ha de pasar por dos o tres personas que controlen su labor.

Lo que se busca es que cada empleado se convierta en un pequeño empresario de sus funciones y sopese el valor que le da a su labor en particular en función del conjunto de la compañía.

Para Mª Teresa Hortal en esto radica el cambio en cuanto a la forma de hacer de la persona, ya no es únicamente trabajar sino que necesita de una autoformación para conseguir que los resultados sean los mejores posibles. Ahí está la diferencia entre la formación y el aprendizaje, entre el seguimiento de unos cursos ya establecidos y la autoformación en los aspectos que interesan, la primera de forma más estática y la segunda más dinámica.

Otro de los campos de interés de Recursos Humanos es la importancia dada a los grupos de trabajo, a la suma de cada uno de los puestos, ya que la visión de cómo trabajar en equipo que modifica mucho las conductas.

Recientemente, ICL España recibió el Certificado de Registro de Empresa concedido por AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación) al Sistema de Calidad implantado según la norma ISO 9001. El proceso, que se comenzó hace siete años, ha sido igualmente galardonado con numerosos premios tanto nacionales como internacionales entre los que destacan tres premios nacionales de formación y el premio Inversor en Personal, concedido por la Secretaría de Empleo Británica a principios del presente año, así como con unos favorables resultados económicos. Los contactos con AENOR fueron iniciados en febrero del pasado año y durante los últimos meses del mismo la asociación realizó la auditoría del Sistema de Calidad de ICL España con resultados satisfactorios.



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