Prioridades tecnológicas de la presidencia española de la UE; el cierre de un ciclo para coger impulso

El reglamento de la inteligencia artificial (IA), el impulso a la regulación de conectividad europeo, el reglamento de cibersolidaridad y ciberresiliencia y el marco de la futura regulación de las starups, son alguno de los principales objetivos del semestre español al frente del Consejo Europeo para la industria digital de nuestro país.

El compromiso español para estos seis meses pretende cumplir con buena parte de las peticiones de la industria. Bajo el lema 'Europa, más cerca', España ha presentado el programa de trabajo de su presidencia del Consejo de la UE, que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2023, y en el ámbito digital, se buscará:

• Acelerar la transformación digital de la UE para cumplir con los objetivos de la Década Digital 2030.

• Profundizar en el modelo europeo para la nueva economía digital, haciendo énfasis en la protección de los derechos y valores europeos y en el desarrollo de una digitalización ética e inclusiva.

• Impulsar el emprendimiento digital europeo, en línea con la European Startup Nations Alliance (ESNA), asegurando que la UE consigue duplicar el número de unicornios en 2023.

• Acelerar los trabajos sobre el Reglamento de IA.

• Trabajar en el Marco para una Identidad Digital Europea (eIDAS 2), y las carteras (wallets) de identidad digital.

• Impulsar el Reglamento de Ciberresiliencia y continuar los trabajos en los Reglamentos de Cibersolidaridad, abordando también la revisión del Reglamento de Ciberseguridad.

• Priorizar la convergencia de la normativa audiovisual europea.

• Profundizar la relación con América Latina y el Caribe a través de la Alianza Digital UE-CELAC.

Antes de que el Gobierno de España se tomara el testigo al frente de Europa a primeros del mes de julio, y de que se convocaran elecciones generales que pueden cambiar nombres y sensibilidades de los responsables de las políticas nacionales en materia tecnológica, representantes de la industria como Adigital, Ametic y DigitalEs, ya habían señalado de manera mucho más concreta cuál era su listado de prioridades digitales para que España aprovechara la oportunidad.

Para ellos se debía “cerrar expedientes regulatorios clave a nivel digital e impulsar y liderar diversas iniciativas para potenciar la competitividad del ecosistema digital europeo”, según hizo público Adigital el pasado mes de abril, tras la reunión en Madrid con la asociación europea Digital Europe. En el escrito de prioridades, el director general de Adigital, César Tello, señalaba la necesidad de aprovechar al máximo puntos fuertes de España, que “está destacando como hub tecnológico y digital. Contamos con un ecosistema emprendedor, pujante y con una red consolidada de infraestructuras digitales, que junto con las políticas adecuadas, como el sandbox regulatorio de IA y la ley de startups, establecerán las bases de nuestro futuro progreso”.

Más allá del impulso de normativas, la industria digital entiende que el semestre español debe ser clave también a la hora de fortalecer la deseada Autonomía Estratégica Europea. Adigital hizo público este pasado mes de junio un nuevo documento titulado España: Hub Digital Europeo, que ahondaba en las propuestas y prioridades para los seis meses de presidencia española en Europa.

En él señalaban la necesidad de acelerar e incentivar el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías digitales que impacten de manera multisectorial, porque “la nueva etapa de la digitalización es transversal y multinivel. Se ha superado una concepción sectorial en el desarrollo y uso de tecnologías gracias a la aplicabilidad de la IA, cloud, 5G y 6G, etc”, según revela Miguel Ferrer, SVP de Estrategia y Agenda Pública de Adigital. También ven necesario el fomento de instrumentos de regulación inteligente, como la autorregulación y corregulación, y aplicar los principios de better regulation, e incluyen la necesidad de crear un hub de profesionales tecnológicos, que adapte los modelos de relaciones laborales y los beneficios sociales a las nuevas tendencias del mercado de trabajo, para mejorar la contratación, retención y atracción de talento. Igualmente, priorizan la medición del impacto real de la digitalización, “para lo que sería preciso implementar modificaciones metodológicas, por ejemplo, a través de Cuentas Satélite de la Economía Digital”, añade Ferrer.

Desde la Asociación Española para la Digitalización (DIgitalES), que aglutina a las principales 60 empresas implicadas en la digitalización en España, su director general, Víctor Calvo-Sotelo, también coincide con el resto de la industria en que la española “será una presidencia importante para toda Europa porque cerrará un ciclo. La presidencia que nos sucederá, la belga, estará inmersa en unas elecciones europeas y, por ese motivo, probablemente tendrá más complicado sacar adelante directivas, reglamentos y otras piezas legislativas”, asegura.

Reglamento IA, conectividad y ciberseguridad, imprescindibles

La industria digital establece para el semestre español ocho prioridades: la primera, que el mercado único lo sea realmente, armonice normativas, y evite duplicaciones e interpretaciones distintas en los diferentes Estados, para crear un mercado digital, “en el que la empresas puedan escalar, y el cumplimiento de la regulación en materia de sostenibilidad no ralentice la transición ecológica”.

La segunda, que la digitalización sea clave para la competitividad y la sostenibilidad, y se impulse una normativa que utilice tecnologías como el intercambio de datos para reducir emisiones, y que el acceso al mercado de países proveedores sea una prioridad para las empresas europeas: “El objetivo de financiación digital del 20% debería ser obligatorio en programas como RePowerEU y el futuro Fondo de Soberanía, y no solo en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. La Chips Act y la Critical Raw Materials Act son cruciales para garantizar el acceso a los recursos necesarios”.

En tercer lugar piden que el Consejo de Comercio y Tecnología UE-EEUU (TTC) apueste por tecnologías limpias y cadenas de suministro seguras, acuerden estándares tecnológicos globales y que ambos lados de Atlántico se alineen en relación a las materias primas y componentes como los chips.

La cuarta prioridad sería convertir Europa en el líder mundial de la innovación IA, con la aprobación de Reglamento (IA-act) preparado ya y consensuado en el Parlamento Europeo en junio, a falta de “detalles sutiles sobre los usos problemáticos” y no sobre la tecnología en sí, y facilitar la colaboración entre los reguladores y la industria.

La industria pide en quinto lugar pausar la legislación de datos, como normativa compleja que es, para revisar aspectos como el intercambio de datos B2B, reforzar la protección de secretos comerciales y la ciberseguridad, y señala como sexta necesidad ahondar en la resistencia y seguridad digital de Europa, fomentando la colaboración público-privada y la formación de talento, y adecuar las normas de cumplimiento de la Ley de Resiliencia de Ciberseguridad, para que su aplicación no sea complicada, tanto para empresas como para gobiernos.

En séptimo lugar, piden eliminar barreras para mejorar en conectividad, que se le dedique el 3,3% de los Fondos de Recuperación y Resiliencia, que se facilite el despliegue de redes y las ayudas estatales a la banda ancha, para así desbloquear la inversión, y que se adapte el Programa de Política del Espectro Radioeléctrico (PPER) para que este cuente con más disponibilidad.

Y por último, señalan la necesidad de avanzar en normativas como la Ley de Startups española, la primera de la UE, que apoya a las empresas emergentes e innovadoras, para atraer talento e inversión en toda la eurozona.

Urgencia antes de las elecciones europeas de 2024

Calvo Sotelo, desde DigitalEs, cree que este semestre tenemos la última oportunidad para cerrar determinados dosieres legislativos, antes de que se conforme una nueva Comisión: “Más concretamente, tenemos la posibilidad de cerrar el nuevo marco regulatorio de la UE sobre tecnología y servicios digitales. Contamos ya con los reglamentos DSA, DMA y el Data Act”,  este último cerrado recientemente. Para completar el puzzle, a las anteriores se sumarán dos piezas fundamentales: “el reglamento de IA y un potencial futuro marco de conectividad europeo. El Reglamento europeo de IA ha tomado una buena velocidad, lo cual sin duda es algo positivo. Esperamos —dice Sotelo— que la presidencia española contribuya a empujar este texto, para que pueda aprobarse definitivamente antes de final de año”.

El responsable de la asociación de empresas digitales españolas también señala la importancia del avance del nuevo marco de conectividad europeo, que pudiera incorporar un mecanismo de “contribución justa” a las inversiones en redes por parte de las grandes plataformas de Internet: “Creemos que favorecería de forma decisiva la sostenibilidad del sector. Las infraestructuras de telecomunicaciones soportan el desarrollo de toda la actividad digital, y el 5G va a requerir grandes inversiones para la densificación de las redes y la instalación de muchos nuevos nodos. Desde nuestro punto de vista, es esencial que Europa consiga alcanzar los objetivos previstos en su agenda digital para 2030, porque de otro modo quedaremos rezagados con respecto a otros territorios”.

El director general de DigitalEs entiende que el semestre español  puede jugar un rol muy relevante empujando el desarrollo de ambos expedientes, pero apunta  cierta intranquilidad  respecto a los efectos de las elecciones españolas: “Es importante hacer todo lo posible por minimizar los posibles retrasos que se sucedan del proceso electoral en nuestro país”. Para Adigital, por su parte, el adelanto electoral no debe dificultar que España lidere los debates relacionados con la digitalización a nivel comunitario, y que exponga sus avances y su contribución a la agenda europea. “De hecho, debe tenerse en cuenta el papel y el compromiso al frente del Consejo de la UE de cara a acelerar la formación del nuevo gobierno. El futuro Gobierno debe asumir este rol con determinación”.

Desde luego, en lo que respecta al futuro Reglamento de IA, el grueso de las negociaciones recaerán bajo el mandato de España gobierne quien gobierne. No solo se espera que el texto pueda estar aprobado a final de año, y antes de las elecciones europeas, para su entrada en vigor dos años más tarde, en 2025: “Estos trabajos ya están en marcha y a primeros de julio, durante la reunión del Grupo de Trabajo de Telecomunicaciones, se puso el foco en algunos aspectos sensibles para los trílogos sobre la propuesta, como la definición de IA, los sistemas de alto riesgo, o el impacto sobre los derechos fundamentales”, explica Miguel Ferrer, para quien “se trata de una iniciativa clave, ya que la IA es una de las tecnologías con mayor capacidad para impulsar la nueva etapa de la digitalización y este texto es la primera legislación en el mundo que la aborda de manera integral”, añade.

Ferrer señala otros expedientes digitales clave sobre los que España buscará alcanzar el enfoque general del Consejo. “Son la propuesta de Reglamento de Cibersolidaridad, la propuesta de Directiva que regula el derecho a reparar, y la propuesta de Directiva de responsabilidad por productos defectuosos. Además entiende que, en el ámbito de las startups y el emprendimiento innovador, “sería muy positivo impulsar un marco regulatorio conjunto a nivel europeo, que dé seguridad y apoyo a estas empresas, y puedan escalar. Esto permitiría al ecosistema europeo competir con otros territorios”, en línea con los objetivos que se ha marcado la propia UE.

“Consideramos que en este contexto, España tiene mucho que aportar”, asegura Ferrer, y saca pecho del peso empresarial español. “Nuestro ecosistema emprendedor es una referencia en cuanto a crecimiento, somos el país del sur de Europa con más unicornios y el primero en aprobar una Ley de Startups”. Para este portavoz de la economía digital española, “este es un buen ejemplo del rol y de la oportunidad que implica la Presidencia del Consejo de la UE. España puede y debe poner en valor los avances que se han producido, y liderar, por derecho propio, los debates políticos, sociales y económicos a nivel comunitario” y contribuir a elementos troncales de la Década Digital europea, según afirma el portavoz de Adigital.