Las personas dependientes confían en las TIC como vía de integración social
El colectivo de sordos es el que más usa Internet, en un 69,8%
La inmensa mayoría de las personas dependientes ponen de manifiesto su deseo de participar lo más posible en actividades habituales de la vida normal. Es decir, que buscan su integración activa en la sociedad a través de los medios que estén a su alcance por lo que las TIC se constituyen en un elemento clave para conseguirlo. Ésta es una de las ideas principales que se desprenden del informe “TIC y Dependencia. Estudio de Opinión”, elaborado por Red.es y la Fundación Vodafone a partir de las conclusiones cuantitativas y cualitativas de un grupo de expertos, tanto técnicos como pertenecientes a grupos vulnerables de diversos organismos públicos y privados.
Los países desarrollados tienen en la actualidad diversos retos sociales, donde uno de los más destacados es la atención a las personas en situación de dependencia y procurar promocionar su autonomía personal. En el caso de España, los cambios demográficos y sociales están propiciando un aumento de los individuos que se encuentran en esta situación. Por un lado, la población de más de 65 años se ha duplicado en los últimos 30 años (6,6 millones en 2000, es decir, un 16,6%); además hay que reseñar el fenómeno demográfico del “envejecimiento del envejecimiento”, que es el aumento de ciudadanos mayores de 80 años, segmento que se ha duplicado en las últimas dos décadas.
Utilidad
Según los datos del informe, la utilidad de las TIC está más arraigada entre los colectivos cuya vida ya ha cambiado gracias a la tecnología (especialmente las personas sordas), basándose en la observación de los constantes desarrollos tecnológicos que les ha permitido constatar su utilidad.
De los colectivos considerados en este estudio, los individuos que tienen discapacidades auditivas son los que muestran mayores tasas de adopción de la telefonía móvil (98,4%) y de Internet (69,8%), seguido por el colectivo de discapacitados físico-motores (89,4% y 66,8%) y los ciegos (91,6% y 46,2%). Respecto a las personas mayores, los datos del estudio revelan que las han incorporado en menor medida (24,7% y 19,0%).
Adaptación
Por otra parte, independientemente de las necesidades propias de cada uno de los grupos, todos los individuos dependientes consideran que los medios técnicos y tecnológicos serán fundamentales en el futuro a la hora de apoyarles en la superación de sus limitaciones. Este “optimismo tecnológico” aumenta la posibilidad de que estas personas aprendan a utilizar las nuevas tecnologías y puedan aprovecharse de las oportunidades que éstas ofrecen.
En esta situación, es importante conseguir que las tecnologías formen parte del conjunto de oportunidades o medios de asistencia contemplado por la mayoría y que se pueda acceder al propio medio tecnológico, esto es, que las herramientas puedan ser adquiridas por los usuarios potenciales. Además, se debe mejorar la usabilidad, de modo que a la hora de diseñar un producto se parta de la diversidad funcional para conseguir que los diversos colectivos puedan encontrar la solución a sus necesidades de apoyo en una tecnología amigable y adecuada.
“Los problemas que nos plantean las personas dependientes no deben verse como un reto para ayudar a estos individuos, sino que la situación debe analizarse de forma diametralmente opuesta, ya que son ellos los que nos ayudan a nosotros a construir una sociedad mejor”, expresó Joan Clos, ministro de Industria, Turismo y Comercio, quien enfatizó el papel de las TIC para que las personas dependientes puedan prolongar su estancia en su propio hogar sin necesidad de recurrir a los centros de asistencia.
Los países desarrollados tienen en la actualidad diversos retos sociales, donde uno de los más destacados es la atención a las personas en situación de dependencia y procurar promocionar su autonomía personal. En el caso de España, los cambios demográficos y sociales están propiciando un aumento de los individuos que se encuentran en esta situación. Por un lado, la población de más de 65 años se ha duplicado en los últimos 30 años (6,6 millones en 2000, es decir, un 16,6%); además hay que reseñar el fenómeno demográfico del “envejecimiento del envejecimiento”, que es el aumento de ciudadanos mayores de 80 años, segmento que se ha duplicado en las últimas dos décadas.
Utilidad
Según los datos del informe, la utilidad de las TIC está más arraigada entre los colectivos cuya vida ya ha cambiado gracias a la tecnología (especialmente las personas sordas), basándose en la observación de los constantes desarrollos tecnológicos que les ha permitido constatar su utilidad.
De los colectivos considerados en este estudio, los individuos que tienen discapacidades auditivas son los que muestran mayores tasas de adopción de la telefonía móvil (98,4%) y de Internet (69,8%), seguido por el colectivo de discapacitados físico-motores (89,4% y 66,8%) y los ciegos (91,6% y 46,2%). Respecto a las personas mayores, los datos del estudio revelan que las han incorporado en menor medida (24,7% y 19,0%).
Adaptación
Por otra parte, independientemente de las necesidades propias de cada uno de los grupos, todos los individuos dependientes consideran que los medios técnicos y tecnológicos serán fundamentales en el futuro a la hora de apoyarles en la superación de sus limitaciones. Este “optimismo tecnológico” aumenta la posibilidad de que estas personas aprendan a utilizar las nuevas tecnologías y puedan aprovecharse de las oportunidades que éstas ofrecen.
En esta situación, es importante conseguir que las tecnologías formen parte del conjunto de oportunidades o medios de asistencia contemplado por la mayoría y que se pueda acceder al propio medio tecnológico, esto es, que las herramientas puedan ser adquiridas por los usuarios potenciales. Además, se debe mejorar la usabilidad, de modo que a la hora de diseñar un producto se parta de la diversidad funcional para conseguir que los diversos colectivos puedan encontrar la solución a sus necesidades de apoyo en una tecnología amigable y adecuada.
“Los problemas que nos plantean las personas dependientes no deben verse como un reto para ayudar a estos individuos, sino que la situación debe analizarse de forma diametralmente opuesta, ya que son ellos los que nos ayudan a nosotros a construir una sociedad mejor”, expresó Joan Clos, ministro de Industria, Turismo y Comercio, quien enfatizó el papel de las TIC para que las personas dependientes puedan prolongar su estancia en su propio hogar sin necesidad de recurrir a los centros de asistencia.
