Apple o "el arte de empaquetar tecnologías existentes"

Es uno de los anuncios más esperados del año en el sector tecnológico. Cada año por estas fechas Apple celebra un evento multitudinario donde anuncia sus novedades para el nuevo curso. En esta ocasión, la compañía de Cupertino presentó los nuevos iPhone 11, 11 Pro y 11 Pro Max, una renovada versión del iPad, el Apple Watch Series 5 y Apple TV+ que llegará al mercado en noviembre. 

La presentación de los nuevos productos despertó una vez más gran expectación pero también dejó algún que otro detalle pendiente. 

Tal y como explica César Córcoles, profesor de la UOC y experto en Apple, hasta hace cinco años, el consumo de iPhone funcionaba en cierta forma por suscripción, los seguidores renovaban el teléfono cada 12 o 18 meses casi por inercia. "Actualmente, aunque el estímulo de Apple sigue latente, la compañía está ahora orientándose a atacar productos y servicios nuevos, como los Apple Watch o la TV para mantener este sistema", explica Córcoles.  

Si bien en los últimos años Apple se ha encontrado con fuertes competidores en el mercado como Samsung o Huawei, a día de hoy sigue despierta una gran atracción mundial, así como cuenta con una de las mayores comunidades de fans. 

Bajada de precios

Actualmente el mercado se encuentra polarizado, estando por un lado los fans acérrimos de Apple y por otro sus detractores. Entre ambos hay un pequeño nicho que oscila y es aquí donde parece que la compañía quiere intentar pescar. Precisamente por ello, Apple ha llevado a cabo un cambio respecto a presentaciones anteriores. Por primera vez, la compañía cambia ligeramente su estrategia y baja los precios de los nuevos productos como el iPhone o el iPad, al mismo tiempo que mantiene más tiempo a la venta los productos antiguos. "Pese a que la cadena de Apple es muy sólida, la oferta de la compañía ahora es algo más difusa, no obstante, criticar su política comercial es peligroso, saben muy bien lo que hacen" comenta Córcoles.

Para  Alberto Bellé, analista de IDG Research, esta estrategia busca también crecer en mercados asiáticos, donde aún tiene mucho que ganar, así como protegerse frente a la guerra comercial y atacar nuevos segmentos de menos poder adquisitivo. No obstante, parece que de momento la respuesta está siendo "más bien tibia".

Este año, las novedades han sido más bien discretas. "Las mejoras son incrementales, no radicales: un mejor procesador, o más cámaras son aspectos que no suponen una ventaja diferencial en el mercado. Es decir, Apple se apoya en la fuerza de su marca más que en un salto en las prestaciones", explica Alberto Bellé, que añade que los competidores van a ser más agresivos explotando sus características diferenciales, como es el caso de Samsung con su apuesta por el modelo plegable. 

Sin rastro del 5G

Una ausencia destacada en el universo Apple sigue siendo el 5G, el cual no tuvo ni una mención. Para Bellé, esto quiere decir que Apple no apuesta a corto plazo por 5G, a pesar de que sus competidores sí lo están haciendo. "Hemos visto que Apple domina el arte de empaquetar tecnologías existentes, y tal como dijo Tim Cook hace años, su objetivo no es 'ser los primeros, sino ser los mejores'. No obstante, las implicaciones van más allá del mercado de smartphones: Apple no ve la tecnología 5G suficientemente madura o consolidada para apostar por ella ahora".

Según Bellé, la compañía dirigida por Tim Cook parece atravesar un modelo de transición hasta que llegue el esperado 5G. "Su estrategia está más orientada a mantener la cuota, resistir la incertidumbre de mercados asiáticos y la guerra comercial, más que a crecer de forma agresiva". Dicha estrategia puede considerarse algo pobre por parte de un gigante como Apple "si quiere seguir siendo líder, no podrá seguir jugando la carta de mejoras incrementales, tiene que apostar y arriesgar".