2021: el año en el que diremos adiós a los silos digitales

Aquellas empresas que hayan invertido en tecnología o que se lo hayan planteado, en los próximos meses deberán garantizar que le sacan el máximo partido y, especialmente, que toda la organización esté concienciada de los retos, metas y beneficios digitales en sus organizaciones.

La digitalización es una carrera de fondo que solo puede ser ganada si forma parte de los hábitos y la cultura de las empresas. No es un proceso automático, sino que obedece a un plan estratégico a largo plazo que debe estar pensado a la realidad de cada compañía.

Dicho esto, nos dirigimos hacia un entorno digital con un dato único, transversal y común para toda la empresa. La visión corporativa debe ser única si queremos que nuestras empresas sean ágiles y eficientes. Lejos quedarán los tiempos en los que el equipo de IT sea dueño absoluto de toda la información: el dato debe fluir a lo largo de toda la organización, desde la base de la pirámide (las plantas de producción) hasta la cúspide (los usuarios de negocio y tomadores de decisiones).

Con frecuencia, en la sociedad ha permeado la idea de que, para que una empresa sea altamente innovadora, debe contar con brillantes perfiles estrella en su campo, ya sea este la ciencia de datos o industria 4.0. De esta manera, incorporarán su conocimiento en torno a esa tecnología a los productos y servicios de la empresa. Sin embargo, la clave para poner la tecnología al servicio de la innovación es otra: no debemos depender de departamentos híper-especializados de manera general, sino conseguir que todos los profesionales estén alineados con la estrategia digital. Lo hemos visto con todas las disrupciones tecnológicas y, seguramente, lo veremos en las que estén por venir o lo hayan hecho recientemente (digital workplace, ciberseguridad, gobernanza del dato, gemelo digital…).

Por otro lado, los nuevos entornos de trabajo digitales están impulsado aún más el auge de la nube como plataforma para desplegar aplicaciones empresariales. Los entornos cloud, ya sean públicos, privados o híbridos, proporcionan la disponibilidad y agilidad que tanto necesitan hoy organizaciones de todo tamaño y sector; asimismo, también observamos un aumento en el interés por arquitecturas de comunicaciones evolucionen hacia modelos que integren el usuario remoto, como la integración de SD-WAN sobre infraestructuras preexistentes.

En paralelo, también veremos una tendencia clara hacia la adopción en los ERP de IA y procesos de RPA. La presencia cada vez más notoria de la automatización de procesos, que ya era un fenómeno creciente en el escenario pre-pandemia, es algo natural si tenemos en cuenta tanto lo mencionado anteriormente como la evolución de las necesidades empresariales.

Teniendo en cuentas todas estas tendencias, es de esperar que, en los próximos meses, empresas de todo tipo hagan hincapié en fomentar una mejor y más cohesionada cultura digital, con el objetivo de eliminar silos de información y de capacitaciones, empoderando a los usuarios de negocio de manera gobernada, flexible y segura. Solo así serán capaces de perseguir con éxito beneficios reales como una mayor trazabilidad en planta, una mayor disponibilidad del dato, colaboración entre equipos más eficaz y segura, optimización de costes y un menor time to market… 

Ya hemos apostado por la tecnología para garantizar la continuidad de nuestros negocios. Ahora, es el momento de apostar por el talento y el conocimiento para sacarle el máximo provecho y ser más competitivos en un entorno cambiante. Y para ello, es necesario fomentar con decisión una cultura digital cohesionada.

El autor de este artículo es Raúl Martínez, CEO de Sothis