Alberto Pascual (Asociación @aslan): “La tecnología ha calado en todos los órdenes de la vida”

Para conmemorar el 35º aniversario del Congreso&EXPO ASLAN, dicho congreso acogió ayer una mesa redonda que, bajo el título “Juntos aceleramos la digitalización”, permitió tanto a participantes como asistentes analizar la evolución de dicha asociación a lo largo de estas tres décadas y media o de qué manera están impactando tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), y si ésta será la revolución que todos atisbamos.

La mesa, moderada por Antonio Moar, comunicador y experto en transformación profesional, contó con la participación de Jaime García Cantero, analista independiente; Julio Linares, presidente de la comisión digital de la CEOE; y Alberto Pascual, presidente de la Asociación @aslan.

35 años los que cumple dicha asociación, que ha sido protagonista de la gran evolución experimentada por la sociedad en general y las empresas en particular gracias a las nuevas tecnologías. Tres décadas y media en la que “todo ha mejorado, y es interesante resaltar que la Red sigue siendo el centro de todo. En este sentido, tecnologías como la IA son un barómetro de lo que estamos viviendo. Está en nuestras vidas, por lo que es complicado hacerse una idea de cómo va a evolucionar esto”, admitió Jaime García Cantero, para dejar esta advertencia: “El mayor riesgo de la tecnología es quedarse atrás. Si tardas en decidirte, lo harás, porque la urgencia está siendo importante”.

Para Julio Linares, echando la vista atrás, “en 1989 no había Internet, y ahora nos encontramos con una foto que refleja un cambio abismal. No hay duda de que ha sido difícil digerir todos los cambios que se han producido y también su impacto. El escenario es el que es, por lo que es necesario ser flexibles y ágiles para adaptarse a estos cambios”.

35 años en los que todo ha evolucionado. No sólo las empresas, sino también la misma sociedad. “A mí me gustaría destacar algo tan importante como es la alfabetización digital”, apuntó Alberto Pascual. Para el presidente de la Asociación @aslan, “la tecnología ha calado en todos los órdenes de la vida, por lo que no te puedes quedar fuera de juego. La tecnología ha pasado de ser un elemento reducido a unos pocos a universalizarse gracias a tendencias como el pago por uso o la suscripción. Es más: incluso los grandes fondos de inversión priorizan la inversión en tecnología”.

¿Transformación digital con personas o con herramientas?

Una vez analizada la evolución de la tecnología durante estos últimos treinta y cinco años, Antonio Moar quiso saber qué opinaban los presentes acerca del papel humano en la transformación digital. ¿La acelera, la mengua, hay que dejarla en manos de herramientas?

“No todos los procesos y herramientas están al mismo nivel. Pocas cosas han cambiado tanto como la vida personal gracias a la tecnología y el uso que hacemos de ella. Pero no hay que olvidar una cosa: la persona es el centro de todo a la vez que es una asignatura pendiente. Lo digo porque hay gente que se está quedando fuera y es una necesidad invertir en estas personas, porque hacerlo es también invertir en tecnología. Es el momento en el que nos encontramos”, argumentó Jaime García Cantero.

La responsabilidad humana de la IA

Julio Linares quiso recordar que llevamos muchos años trabajando con la IA. “Desde hace casi sesenta años”, pero “lo que sí ha supuesto un cambio cualitativo es la IA generativa. Y eso que todavía no hemos llegado al siguiente paso, que es la IA general. Ésta es la meta, para esto se está trabajando; para que la IA piense por sí misma. Ahora mismo nos encontramos en un punto intermedio. La IA generativa nos ha hecho conscientes de lo que es la IA; la ha democratizado para que podamos usarla de manera individual. Sí que digo que todavía queda tiempo para llegar a la IA general. ¿Será algo bueno conseguirla? Ahí la regulación tiene mucho que decir, porque la tecnología tiene tantos usos positivos como negativos, pero cuando la regulación marcha siempre un paso por detrás… Es algo inquietante”.

Ante la pregunta de Antonio Moar de si la IA nos vuelve más débiles al depender de ella, Alberto Pascual fue claro: “No”. Y si argumentación fue la siguiente: “Llevamos muchos años estudiando las redes neuronales, lo que ha permitido cambiar la capacidad de procesamiento. No obstante, aún conocemos muy poco nuestro cerebro. Seguimos sin saber lo fundamental, que es lo que nos distingue como humanos: el pensamiento intuitivo, cómo funciona la empatía. El flow, eso que ahora tenemos tan presente. Cómo surge, por qué está tan presente en los grandes momentos de la humanidad”.

De igual manera, a la pregunta de Antonio Moar de si la IA acabará con algún empleo, Jaime García Cantero fue claro al decir que “cualquier tecnología cuestiona todos los trabajos. Pero la tecnología no cuestiona lo que hacemos sino lo que somos. Dependerá de quién maneje la IA. Esta tecnología se está desarrollando de manera distinta en Asia —concretando, en China—, América y Europa, con prioridades distintas. De eso dependerá qué sentido se le da a la IA, de qué manera se usará y qué finalidad imperará según el interés de quien está pujando por su desarrollo”.

“Miedo, no me da —admitió Julio Linares—, pero sí cierta inquietud por la productividad en España. Ahora mismo, nos encontramos en el mismo nivel que el año 2009 en términos de productividad. No hemos avanzado nada, por lo que ojalá la IA sirva para incrementar el volumen de tecnología utilizada”.

“Y no sé si nos hará más felices” —dijo Alberto Pascual para concluir esta mesa redonda—. Primero, tendríamos que analizar qué es la felicidad, en qué consiste. Si consigue ese propósito, bienvenida sea”.