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Inteligencia artificial

La fea cara que oculta el reconocimiento facial

El empleo de la inteligencia artificial para funciones de reconocimiento facial crece con rapidez, y ello pone en peligro la privacidad personal.

facial

Un bulo ha ‘golpeado’ con fuerza a Facebook recientemente. Una falsa noticia acerca de una app fraudulenta llamada Facezam afirmaba que dicha app era capaz de rastrear la identidad de cualquier persona, simplemente escaneando sus fotos de Facebook.

A raíz de esta falsa noticia, cientos de miles de usuarios de Facebook entraron en pánico temiendo ser víctimas de Facezam cuando, en realidad, fue desmentida su existencia por la agencia norteamericana de marketing que la había creado como recurso publicitario.

La reacción pública ilustra lo confundida que está mucha gente acerca de la tecnología de reconocimiento facial. De hecho, todo lo que se dijo sobre lo que Facezam era capaz de hacer ya se lleva a cabo a través de aplicaciones y sites reales.

Podría decirse que el conocimiento social acerca de los riesgos que entraña la privacidad y la seguridad de los sistemas biométricos alberga importantes brumas y confusiones entre la opinión pública. Todos sabemos que las capacidades de detección de los sistemas actuales se emplean para la identificación de personas  (la policía ha estado empleando las huellas dactilares durante décadas, por ejemplo).

La tecnología ha posibilitado que un buen número de sistemas de identificación biométrica utilice además de las huellas dactilares, los escáneres de iris, de reconocimiento de voz y de reconocimiento facial. No obstante, al hacer referencia al factor de la potencial invasión de la privacidad, estas cuatro posibilidades no se comportan de la misma manera.

Los sistemas de reconocimiento facial son 100 veces más peligrosos

La preocupación por la privacidad biométrica ha de dirigirse preferentemente hacia las plataformas de reconocimiento facial. Todos los sistemas biométricos disponen de mecanismos de captura de datos biométricos. Esta información es almacenada en una base de datos que, junto con la aportación de nuevos datos, son comparados con diversas BBDD para buscar coincidencias. Estos sistemas resultan de gran utilidad a la hora de identificar individuos empleando metodologías de analítica de datos con información de varias partes del cuerpo.

El reconocimiento facial no requiere un permiso explicito o conocimiento de la persona, ya que cualquier fotografía funciona.Cada uno de nosotros ha sido fotografiado cientos o miles de veces. Las cámaras de seguridad realizan tomas de todo aquél que se acerca por su zona de influencia de manera regular cada vez que, por ejemplo, saca dinero de un cajero, y estas imágenes se relacionan con la base de datos bancaria, además del nombre y número de cuenta corriente.



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