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Irlanda: un modelo de crecimiento económico basado en las Tecnologías de la Información

Con una población de tan sólo cuatro millones de habitantes y una de las economías que, durante muchos años no ha logrado despegarse de entre las más pobres de Europa occidental, Irlanda es uno de los países que mejor ha sabido aprovechar el tirón de las Tecnologías de la Información. Un sector que se ha convertido en el mayor propulsor de la economía de este país, que ha crecido durante los últimos cinco años por encima del 8% anual, esto es más del doble de la media europea, y cuyo crecimiento del PIB para el año 2000 se cifra en torno al 12%.

(Dublín). Consciente de la potencialidad de un sector como el tecnológico, el Gobierno irlandés decidió adoptar en los años 70 una política de apoyo incondicional a las empresas de tecnología, guiados quizá por la acusada carencia de infraestructura industrial de la que adolecía el país. Fue entonces cuando las primeras empresas de informática, como Microsoft, Oracle, o IBM, desembarcaron desde Estados Unidos en este país, atraídas fundamentalmente por el idioma y menores costes de fabricación y mano de obra. Así se constituyeron las bases que ha desembocado en una verdadera “Economía del Conocimiento” que ha llevado a Irlanda a constituirse como “la capital del software en Europa y una de las naciones más punteras en cuanto a investigación y desarrollo tecnológico”, tal y como señaló Jennifer Condon, directora de estrategia de software de Enterprise Ireland, una organización dedicada exclusivamente al apoyo y promoción del capital irlandés que proporciona ayudas de entre el 10 y el 15 por ciento de la inversión inicial a las empresas de tecnología u otros sectores que comiencen su andadura con un desembolso superior al millón de euros.
Las sucesivas ayudas y beneficios fiscales a las empresas de tecnología, especialmente a las de software, que el Gobierno ha venido otorgando desde entonces, han logrado fructificar y la República de Irlanda, hoy por hoy, se inscribe entre las principales potencias exportadoras de TI, junto a otros países tan sorprendentes como Israel y la India.
Lo que en un principio fue un apuesta arriesgada ha derivado en una auténtica revolución social y en el verdadero motor de la economía y del crecimiento de una nación marcada durante muchos años por las dificultades y la escasez económica. Actualmente, las empresas tecnológicas de capital irlandés se cifran en más de 600 a las que se suman anualmente entre 40 y 50 compañías de nueva creación. Los ingresos se ven incrementados anualmente en más de un 20 por ciento y las exportaciones representan más de un 70% de la producción del país.
La transformación y el despegue definitivo de la economía irlandesa en torno a las nuevas tecnologías de la información se produjo durante la década de los 90 como consecuencia de varios factores, entre los que hay que citar: una población joven -el 45% está por debajo de los 25 años- motivada por fuertes inversiones en educación y formación en el área informática; la fuerte afluencia de capital extranjero motivado por el crecimiento de las inversiones en TI -a modo de pescadilla que se muerde la cola-; y una política estatal completamente comprometida con el desarrollo tecnológico que se plasma en un impuesto de sociedades bajo, una notable reducción del impuesto por plusvalías y un mejor tratamiento fiscal de las stock-options. Irlanda junto al Reino Unido encabezan hoy el ranking europeo en cuanto a inversión media por ciudadano en tecnologías de la información

A pleno empleo
El Gobierno irlandés ofrece además una serie de ventajas a las corporaciones que decidan asentar sus plantas de fabricación en Irlanda. Esto, junto a la reanimación de la economía y las ayudas financieras a las nuevas empresas, se han convertido en importantes aceleradores de la tasa de empleo. Así, los niveles de paro se han reducido más de la mitad desde el año 1993 mientras que los de empleo se han incrementado un tercio situándose actualmente la tasa de paro en el 4,5 % Estos datos son especialmente significativos teniendo en cuenta que la población activa se ha incrementado hasta en un 20%. Además, está previsto que en los próximos diez años no exista desempleo e incluso que hasta 200.000 puestos de trabajo tengan que ser cubiertos por mano de obra extranjera, para lo que se están flexibilizando las leyes de inmigración.
Otro de los pilares que sustentan el exitoso desarrollo tecnológico de Irlanda es el esfuerzo realizado en el despliegue de las telecomunicaciones. En este sentido, cabe destacar la inversión de 5.000 millones de dólares en redes digitales así como los planes actuales de extensión de los backbones y los accesos regionales de banda ancha a toda Europa.
La industria de software, por su parte, se ha erigido como el mercado natural de los emprendedores irlandeses. Las primeras empresas de software irlandés, como Iona Tecnologies, nacieron en la segunda década de los 80. Iona es junto a Baltimore Technologies, una de las empresas irlandesas que ha recabado mayor éxito tanto dentro como fuera de las fronteras de la República. Fundada por tres profesores del Trinity College de Dublín, Iona saltó a la fama en 1993 cuando desarrolló su solución Orbix de middleware que hoy engloba toda una familia de productos que soportan 15 plataformas diferentes. Baltimore, por su parte, surgió en la década de los 90 como suministrador de soluciones de seguridad y desde entonces ha colaborado en el desarrollo de varias técnicas de criptografías, entre las que se encuentra PKI (Public Key Infraestructure). Las soluciones de Baltimore abarcan desde herramientas de seguridad para el comercio electrónico a través e autoridades certificadoras hasta el desarrollo de soluciones de seguridad end-to-end para el comercio electrónico. Quizá el secreto del éxito de ambas compañías radica en haber sabido dar a tiempo el salto a los Estados Unidos, un mercado que decidieron abarcar antes, incluso, que el del resto de Europa. Actualmente, la mayor parte de la facturación de ambas multinacionales -hasta el 65% en el caso de Iona- proviene de los Estados Unidos y nos guste o no, tener éxito en el mercado norteamericano sienta las bases para triunfar en el europeo. Hoy, ambas compañías cotizan en el Nasdaq.
Del sector del software se derivan anualmente en Irlanda unos ingresos por ventas que ascienden a más de 10 billones de libras irlandesas, de los cuales más de 9 billones proceden de las exportaciones, según Enterprise Ireland. A ello, contribuyen las más de 800 empresas de software que dan empleo a más de 24.000 personas y entre las que destacan compañías de capital 100% irlandés como Macalla Software, dedicada a las soluciones móviles de e-commerce, Orbiscom, que suministra soluciones de pagos electrónicos a importantes entidades bancarias en todo el mundo, o Money Mate, una compañía que basa su actividad en un negocio innovador: proveer de información sobre fondos de inversión y soluciones tecnológicas a portales e instituciones financieras a través de Internet. Otro de los sectores que destacan, aparte del de la electrónica, es el de centros de llamadas, que emplea a más de 11.000 trabajadores distribuidos en unas 70 empresas, entre las que está Conduit, un fabricante de call-cent

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