Formación

Ross demanda a Tecnoempleo por distribuir datos sin verificación

Un nuevo caso pone en evidencia los vacíos legales en internet

El tratamiento y la privacidad de los datos personales a través de Internet es uno de los grandes retos que aborda la jurisprudencia del nuevo siglo. Se trata de un tema difícil de controlar ya que, debido a las propias características de este medio, la escrupulosidad en el tratamiento de este tipo de información debe ser llevada al extremo con el fin de proteger el derecho al honor y a la intimidad del individuo; un área en la que la legalidad denota todavía grandes lagunas.

Así lo muestra el caso expuesto por la filial ibérica de Ross Systems, que el pasado mes de diciembre interpuso una demanda civil contra Carlos Crusells ex-trabajador que fue despedido por la compañía- y el portal de búsqueda de trabajo Tecnoempleo, por utilizar de forma no autorizada los Curriculums de dos trabajadores de la firma en los que se incluían datos personales de ambos afectados, siendo además, algunos de ellos falsos o inexactos. Según recoge la demanda interpuesta por la filial española de la multinacional de software junto a Miguel Angel Sancho y Rafael Romero, los dos profesionales afectados, el señor Carlos Crusells procedió a introducir los curriculums profesionales de los trabajadores anteriormente citados en la página web de Tecnoempleo sin consentimiento de los mismos y, ésta, por su parte, procedió a su recopilación y a su posterior distribución a terceras compañías; todo ello, sin haber efectuado ningún tipo de verificación sobre la autenticidad de los mismos.
La sorpresa de los afectados fue mayúscula al recibir en sus buzones de correo electrónico “del orden de 30 o 40 ofertas de trabajo sin haber enviado información a ninguna web de empleo ni tener intención de cambiar de trabajo”, señala el propio Miguel Angel Sancho, director de soporte de Ross Systems Ibérica y miembro del cuadro directivo de la misma. Inmediatamente, tanto Miguel Angel Sancho como su compañero, Rafael Romero, pusieron los hechos en conocimiento de la dirección general de Ross Systems Ibérica quién procedió a investigar la procedencia de los datos. El resultado de esta investigación halló que los curriculums habían sido introducidos desde una misma dirección IP, titularidad de la compañía Gedas Iberia, quién detectó que esta dirección correspondía al trabajador, Carlos Crusells, subcontradado por la misma.
Tras saberlo, Ross Systems consideró que la actuación de Crusells conlleva determinados daños y perjuicios tanto para los señores Sancho y Romero como para la propia compañía y llevó el caso a los Tribunales alegando una supuesta violación del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen (Ley Orgánica 1/1982 de 5 de mayo) así como la vulneración de la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal (15/1999 de 13 de diciembre). “No entiendo como un portal puede publicar datos sin comprobarlos y sin asegurarse del consentimiento de la persona afectada”, opina Sancho, “si mi curriculum circula por Internet quiere decir que me vendo, lo que no es cierto”. Y añade: “los hechos muestran que cualquier persona pueda sentirse insegura ante el alcance de Internet”. Asimismo, señala que tras la marcha de Crusells, ni él ni su compañero volvieron a tener ningún tipo de contacto con el demandado, aunque tras la interposición de la demanda sí se puso en contacto con ellos para disculparse alegando que “se trataba de un broma”.

La no verificación de los datos
La actuación de Crusells afecta directamente a la situación de sus ex-compañeros en Ross Systems ya que, según señala la firma, “una empresa como Ross Systems sólo invierte en sus trabajadores si tiene conocimiento de que éstos van a continuar prestando sus servicios en ella; por el contrario, si le consta que tienen intención de abandonar la empresa, es probable que deje de estar interesada”. Además, según concreta el propio Miguel Angel Sancho, Tecnoempleo no procedió a verificar unos datos que eran falsos y que “no reflejan para nada mi situación profesional,”. Y añade que el perfil introducido es el de un técnico de sistemas y no el de un directivo con responsabilidad y con una serie de personas a su cargo. “Que esos datos circulen por la web y sean facilitados a terceros deteriora mi imagen profesional y me ponen en una mala situación de cara a la empresa”, concluye. La dificultad a la hora de establecer legislación en cuanto al tratamiento de los datos de carácter personal y la protección de la privacidad de las personas físicas en Internet son aspectos inherentes a la novedad de un medio de comunicación cuyo carácter abierto y global permite que, en principio, cualquiera pueda acceder al mismo y publicar cualquier tipo de información en él.
Oscar Pierre, presidente y consejero delegado de Ross Systems Ibérica ha manifestado que, “la intención de Ross Systems es dar cobertura legal a dos de nuestros empleados que nos plantearon un problema, pero”, continúa, “más que arremeter contra Crusells -que hubiéramos dejado fuera de la demanda-, lo que nos preocupa y nos parece grave es la falta de seguridad por parte de Tecnoempleo y que no utilicen las políticas de seguridad adecuadas para evitar estas faltas, cuando estas políticas existen”. Así, Pierre, opina que es “inconcebible que los datos no sean verificados y que no se garantice la confidencialidad y la privacidad de los mismos. Esto nos perjudica a todos al generar desconfianza en Internet”.

Imagen y movilidad
En cuanto el perjuicio para la empresa, el directivo asegura que la imagen y la reputación de la compañía puede quedar dañada al parecer que dos de sus trabajadores quieren dejar de prestar sus servicios en la misma”. Según Pierre, esto es especialmente relevante para compañías pertenecientes al sector de Nuevas Tecnologías, ya que, se trata de un sector en el que, “la importancia de la imagen que las empresas puedan tener en el mercado es una de las claves para su actividad”. Otro de los factores que diferencian este sector es la gran movilidad laboral debido a la demanda de profesionales cualificados, por lo que para Pierre y, en relación con el tema de la imagen de las compañías, es muy importante y básico para una organización que se perciba estabilidad en cuanto a la rotación de sus empleados”.
Ante una actuación que desde Ross Systems ha sido calificada de “falta de rigor” por parte de Tecnoempleo Jesús Aristegui Arranz, presidente y director general de la sociedad Aristegui y Asociados S.L, con sede en Valladolid y propietaria de Tecnoempleo, asegura que “la actuación de Tecnoempleo cumple con la legalidad de forma absoluta”. Para refrendar sus palabras, Aristegui hizo referencia a la directiva comunitaria 2000/31/CE, relativa a determinados aspectos jurídicos de la sociedad de la información y del comercio electrónico en el mercado interior. Así, según sus propias palabras, “esta normativa recoge cuáles son las obligaciones de los que, como nosotros, actúan como intermediarios en Internet”. A lo que añade, “de acuerdo con la directiva, no se puede pedir a quienes, como nosotros, simplemente facilitan la circulación de datos en Internet -nosotros no remitimos datos a nadie-, la revisión y verificaci

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