Internet

El precio afecta al consumo de televisión por móvil e Internet

Los usuarios de móviles estarían dispuestos a ver televisión en su terminal pero no tanto a pagar por ello. En el caso del consumo de contenidos audiovisuales en Internet, más consolidado que el anterior, se acepta pagar pero menos de lo esperado por la industria, según el estudio Televidente 2.0.

The Cocktail Analysis ha estudiado por segunda vez la evolución del consumo de televisión por móvil e Internet en España, aglutinando sus resultados en el informe Televidente 2.0, según el cual, ni el móvil ni Internet quitan cuota a la televisión convencional, pese a ser la gran perdedora. Y es que la mayor parte de los contenidos audiovisuales corresponde a materiales grabados propiamente por los usuarios, por ejemplo, con la cámara del móvil, y compartidos mediante plataformas como YouTube o tecnologías como Bluetooth, infrarrojos o MMS.

De una muestra de 3.015 individuos, un 45,2% manifestó estar interesado en ver la televisión en cualquier lugar, pero más de un 60% no estaría dispuesto a pagar por verla en el móvil y sólo un 8,4% considera de interés los contenidos actualmente disponibles. Felipe Romero, socio director de la consultora, explica que “se tiene una percepción del coste mayor de la real por la sensación de que el móvil es caro. No hay gran conocimiento de la oferta de contenidos de las operadoras o se percibe como poco atractiva”.

Precio (24%) y falta de interés (17%) son los principales argumentos esgrimidos por el grupo de usuarios de telefonía 3G –tecnología imprescindible para disfrutar de TV móvil- para no consumir contenidos desde su terminal. Sólo el 17% de éstos ha sintonizado TV móvil en alguna ocasión, 11 puntos menos respecto a los datos de 2006 “porque aunque hay más terminales, por la propia renovación del parque, fueron los primeros usuarios quienes más trataron de explotar los servicios”, apunta Romero. Entre los que han accedido en alguna ocasión, un 14% lo hace al menos una vez a la semana, un 44% valora su experiencia con notable y un 24% la suspenden por la mala calidad, el precio y el tamaño de la pantalla.

No obstante, los motivos para probarla se deben a promociones gratuitas (29%), curiosidad (21) y “por probar” (15%). Estos motivos están en estrecha relación con el lugar desde el que se ha accedido: desde casa (49%), medios de transporte (35%), y por la calle (25%), “porque se prefieren lugares tranquilos”. 

Los contenidos más interesantes para ver en el móvil son noticias, música e información meteorológica “porque no requieren una gran calidad de imagen y son formatos de limitada duración”. Los usuarios preferirían configurarse su propia parrilla de programación (valoración media de 6,2 sobre 10), ver en el móvil los mismos canales de TV al tiempo que se emiten (5,5) y ver extractos de los mejores momentos de los programas, la opción que más se ofrece actualmente, con un 4,4 de puntuación. Cabe señalar, asimismo, que cerca de un 65% del total de consultados, se muestra muy o algo de acuerdo en aceptar publicidad para acceder a los contenidos de TV en el móvil.

Con todo, el analista Felipe Romero estima que todos estos son signos de inmadurez del modelo de TV móvil.“Los usuarios están empezando a descubrirlo, las operadoras no están apostando lo suficiente y tiene una gran dependencia del marco regulatorio”.

Consolidación del consumo audiovisual por la Red

La inmadurez del mercado de TV móvil contrasta con la consolidación de la TV por Internet. Los datos de Televidente 2.0 ponen de manifiesto que un 78% de los internautas consultados descarga contenidos por Internet, consumiendo un 22% entre cinco o más horas semanales. Víctor Gil, socio director de The Cocktail Analysis y coautor del estudio, destacó que “hay un hábito consolidado de regalar contenidos o intercambiar con terceros. Esto explicaría por qué el consumo es más elevado que la descarga”.

Al contrario que en el móvil, existe cierta predisposición a pagar por contenidos. Los consumidores consideran justo el precio de 2,19 euros por ver películas de cine en el preciso momento de su estreno de forma ilimitada y 1,78 euros es para verla online una sola vez; “un precio de partida por debajo de lo que maneja la industria”, comenta Gil. Otros contenidos por los que se pagaría son películas en DVD, capítulos de series de TV no estrenados, o partidos de fútbol no emitidos en abierto.

Cerca del 40% visualiza estos contenidos en el televisor y un 60% lo hace desde el ordenador, aunque si se analiza la población de entre 18 y 24 años, el 82% opta por el PC. Los contenidos más visualizados en este caso son películas, música y series extranjeras.

YouTube es concebido como referencia absoluta para el consumo de vídeos de corta duración; uno de cada cinco internautas ha subido vídeos a esta plataforma y un 35% accede al menos una vez a la semana a este sitio de compartición de vídeos, alcanzando el 64% que lo vistan una vez al mes. Sólo un 13% acude una vez a la semana a los sitios de cadenas de televisión tradicionales y un 35% lo hace al menos una vez al mes, para conocer la programación y profundizar en contenidos sobre programas o series vistos en la TV convencional. Existen también otros sitios de TV en tiempo real por Internet conocidos y usados relativamente por los internautas, como Zatoo o Joost.

Pese a todos estos datos, los autores de Televidente 2.0 apuntan que sigue aumentando el consumo de TV, pese a que un 51% manifestó dejar de verla por visualizar videos en Internet. “Ver televisión conforme al modelo clásico tiene sus ventajas claras: resulta más cómodo, no se asocia al entorno laboral, es de lo que se va a hablar al día siguiente en el trabajo”, señala Felipe Romero, para quien tampoco hay que olvidar que “con frecuencia se ve televisión en Internet en función de lo que se consume de forma convencional”.



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