El futuro de la televisión digital, en "stand by"

Interactividad, acceso a Internet, amplia oferta de contenidos, un nicho de negocio aún por explotar... Todas éstas son las bondades que ofrece la televisión digital y, sin embargo, el mercado no acaba de lanzarse ni los usuarios de adoptar esta nueva versión de la "caja tonta", que cada vez ofrece prestaciones más inteligentes. La tecnología no es el problema, de hecho, existen varias modalidades de televisión de pago como son la Televisión Digital Terrenal (TDT), la televisión por satélite y por cable. La falta de un marco legal adecuado, de un impulso político y el miedo a invertir en proyectos caros que acaban en fracaso, como Quiero TV, es, según los expertos, la gran traba del desarrollo de la nueva televisión.

Han pasado ya algunos años desde que se oye hablar de los parabienes que traerá la nueva televisión digital, un nuevo medio de comunicación que brinda a los usuarios una forma diferente e inteligente de ver la antigua caja tonta, con numerosas prestaciones que, además de la posibilidad de poder elegir entre una amplia oferta de contenidos, pasan por el acceso a Internet y al correo electrónico a través de la propia televisión. Sin embargo, a pesar de las expectativas que genera este mercado en España, los usuarios no parecen lanzarse a adoptar la nueva televisión ni la industria está muy dispuesta a arriesgar por él, sobre todo después de estrepitosos fracasos como el de la plataforma de televisión digital terrenal Quiero TV o la unión de las plataformas de televisión por satélite Vía Digital y Canal Satélite Digital (pendiente de su aprobación a finales de año por parte del Ejecutivo español) ante el problema de la escasez de usuarios. ¿Qué es lo que ocurre con este mercado y sus múltiples tecnologías?

Parálisis del sector
El mercado de la televisión digital en España está integrado por tres grandes tipos de tecnologías, la Televisión Digital Terrenal (TDT), la televisión por satélite y la televisión por cable. De la primera, su principal ejemplo es Quiero TV, cerrada recientemente ante los problemas de financiación y las tensiones existentes en su accionariado (formado por Auna, Carlton, Sofisclave y Mediapark, entre otros), aunque el pasado mes de julio comenzaron a emitir otras dos plataformas, Net TV (cuyo principal accionista es el grupo El Correo) y Veo TV (liderada por Recoletos). Asimismo, utilizan esta tecnología y la simultanean con sus emisiones analógicas TeleCinco, Antena 3 y Canal Plus pues se están preparando para el llamado apagón analógico que está previsto para el año 2012 (las televisiones que ahora emiten analógicamente deberán hacerlo con tecnología digital). En el campo de la televisión por satélite destacan Canal Satélite Digital, del grupo Prisa, y Vía Digital, con Telefónica como principal accionista, que han decidido unirse ante su escasez de usuarios pues, entre las dos, sumarían 2,5 millones de abonados y se calcula que ingresarían 1.300 millones de euros. Finalmente, la tercera opción es el cable, que cuenta con jugadores como ONO, por un lado, y los operadores de la AOC (Asociación de Operadores de Cable), como Madritel, Telecable, Supercable y Cabel i Televisió de Catalunya, entre otros.
Como explica Borja Cruz Rioboo, abogado de Cuatrecasas y especialialista en derecho de las telecomunicaciones, las dos grandes opciones para que funcione la televisión digital son el satélite y el cable. “La TDT tiene un futuro bastante incierto. Su tecnología está menos capacitada que la del cable y el satélite, como se ha visto en el caso de Quiero TV, que sólo contaba con 14 canales mientras que las otras dos tecnologías permiten una mayor capacidad de contenidos y comunicaciones de acceso a Internet, etc. Además, lo principal para que funcionen estos proyectos de televisión digital es su viabilidad en el mercado y esto no es posible como ha demostrado el cierre de Quiero TV”. Para Cruz los dos grandes competidores son el satélite y el cable. “Es necesario que el cable funcione y haga competencia al satélite, puesto que, debido a la fusión de las dos grandes plataformas, sólo va a haber una opción en esta tecnología. De este modo, la fusión no sería negativa sino todo lo contrario pues es necesaria, aunque el oscurantismo con el que se está llevando a cabo puede perjudicarla”.
Por su parte, Gemma Larrègola, profesora titular de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) asegura que “en estos momentos estamos presenciando un impasse de todo el sector pues, aunque hay amplias posibilidades para la televisión digital en España, desde el punto de vista técnico, el panorama político no está ayudando nada y, de hecho, hay bastante oscurantismo por parte del Gobierno en esta materia. Eso sí, las plataformas de televisión por satélite lo tienen más fácil que la TDT pues cuentan con un mayor número de abonados y más rodaje, además de un mayor presupuesto”. Para Larrègola no hay una tecnología superior a otra, “ambas son muy versátiles aunque para el usuario quizás sea más cómoda la TDT ya que no precisa tener parabólica y otros requisitos técnicos y, a la larga, sale más barata”.

Principales trabas
La falta de una estrategia definida y que apueste claramente por el desarrollo de estas tecnologías es la principal traba para el desarrollo de la televisión digital, según los expertos. Según Larrègola “el Gobierno debería impulsar la creación de consejos reguladores que funcionen desde las propias comunidades autónomas para luego elevar las decisiones al resto del país. Claro que, esta misma indecisión se encuentra también en el seno de la propia Unión Europea, donde no existe una unanimidad en la estrategia del desarrollo de este mercado, sino que cada país evoluciona de forma diferente, siendo Reino Unido el más avanzado, así como los países nórdicos”.
Para Cruz Rioboo, uno de los grandes problemas de este mercado se encuentra el negocio, es decir, en la dificultad de obtener negocio a través de estas plataformas pues, desde que Vía Digital empezó a comprar los contenidos tan caros y en exclusiva, el precio de éstos se disparó “de hecho esta es una de las razones de que Quiero perdiera dinero, los contenidos eran carísimos y era muy difícil rentabilizar sus inversiones. El Gobierno tiene que potenciar un marco adecuado en el que el precio de los contenidos no sea tan elevado para que estas plataformas funcionen económicamente”.
Por otro lado, los set top boxes, los decodificadores que los usuarios deben instalar para ver la TDT son muy caros. “Su precio ronda los 600 euros, así que son carísimos para los usuarios. Cuando Quiero estaba operativa, era la propia compañía la que proporcionaba, dentro de su oferta, estos dispositivos. El problema es que las nuevas plataformas de TDT, Net y Veo, no incluyen en su oferta estos aparatos de modo que ahora los únicos que pueden ver estas plataformas son los antiguos clientes de Quiero TV, luego hay que solucionar este problema”. Asimismo, Cruz asegura que es necesario que se implante un único formato de TDT. De hecho, los operadores de estas televisiones han acordado que éste sea el denominado MHP (Multimedia Home Platform), creado por DVB (Digital Video Broadcasting) y que posibilita que el televisor se transforme en un verdadero terminal multimedia con acceso a Internet. “Gracias a este estándar universal los usuarios podrán comprar cualquier decodificador sin tener que ver si éstos son compatibles con la plataforma que han contratado, pues ahora cada decodificador tiene una tecnología distinta. Uniformar esta tecnología y disminuir el precio de estos aparatos son los grandes retos”.

Grandes expectativas para una industria sin rumbo claro
Claro que, a pesar de los handicaps a los que se enfrenta la evolución de la televisión digital, tanto en España como en muchos países europeos, las expectativas son buenas. Al menos las que se desprenden de un informe de la Unión Europea de Radiodifusores (UER), que augura que la televisión digital terrestre estará presente en la mayoría de los países del Viejo Continente antes de que finalice el año 2004. Según este estudio, los países más avanzados en este sentido son Holanda, Portugal, Francia y Alemania. Además, la UER recomienda la adopción de un estándar único para los decodificadores, el MHP, y su abaratamiento, además de que las plataformas cuenten con una amplia oferta de contenidos y de servicios interactivos como el acceso a Internet.
El informe también comenta los sonados cierres de las primeras TDT que han surgido en España y Reino Unido, Quiero TV y la británica Británica ITV, culpando de estos fracasos

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