El nuevo modelo de licencias de Microsoft sigue generando confusión

Cuando el 10 de mayo de 2001 Microsoft presentó su nuevo plan de licencias (la versión 6.0) y el programa Software Assurance, dirigidos a las grandes compañías que adquieren los productos de Microsoft en volumen, nadie podía prever el terremoto que se avecinaba en el ámbito corporativo. Sorprendidos por el nuevo modelo de alquiler de licencias que Microsoft pretendía imponer, muchas grandes empresas norteamericanas decidieron plantar cara al fabricante y renunciar a la actualización de su software. Microsoft se vio obligada a ampliar el plazo fijado inicialmente para la transición al nuevo modelo, plazo que finaliza el próximo 31 de julio, con la intención de explicar a sus clientes los beneficios de alquilar software en lugar de comprarlo.

Un estudio de la revista norteamericana CIO realizado en octubre del año pasado (coincidiendo con el final del plazo inicialmente marcado por Microsoft para el cambio de los programas tradicionales de licencias al nuevo modelo de alquiler) revelaba que sólo el 15% de las grandes empresas norteamericanas estaban dispuestas a aceptar el nuevo modelo de licencias planteado por Microsoft. Paralelamente, un estudio de la consultora Giga Group entre 4.550 empresas apuntaba que el 32% no pensaba suscribir el nuevo plan, mientras que sólo el 7% había decidido seguir las recomendaciones de la empresa de Bill Gates. Nueve meses después de aquel estudio, las aguas parecen haber vuelto a su cauce: el tiempo extra ha permitido a Microsoft explicar a sus clientes los beneficios del nuevo modelo y éstos han podido comprobar que, en ocasiones, el nuevo esquema de precios les beneficia. Para Steve Ballmer, CEO de Microsoft, se trata de una cuestión muy simple: “nuestro objetivo con el nuevo modelo es simplificar el esquema de licencias”. En la actualidad, los grandes clientes de Microsoft pueden elegir entre diez tipos de licencias (Open Multilicencia, Open Suscripción, Select, Enterprise Agreement, Enterprise Agreement Suscripción, Golp, Open Académico, Select Acadñemico, Licencia Campus, Licencia para Colegios... y así hasta el infinito) con múltiples variantes y opciones en función del tipo de compañía, número de usuarios, etc.
De acuerdo con el la información facilitada por Microsoft, la opción Software Assurance supone pagar anualmente el 29% del precio final del software cliente y el 25% del coste de los programas para servidor y garantiza “los derechos de actualización a las nuevas versiones lanzadas durante el periodo de vigencia del acuerdo”. El problema es que las grandes compañías no parecen muy dispuestas a comprometer sus inversiones para los próximos años, especialmente en un momento de incertidumbre y de reducción presupuestaria en el área de las Tecnologías de la Información.

Mejores precios
Microsoft insiste en que su objetivo a la hora de lanzar la versión 6.0 de su programa de licencias y Software Assurance es hacer más sencilla la gestión del software, garantizar la permanente actualización tecnológica y permitir a las empresas ahorrar dinero. En el otro lado, las empresas no están tan seguras de que la nueva opción permita ahorros significativos. Prueba de la confusión reinante es que un estudio de la consultora Guernsey Research demuestra que las empresas pueden ahorrar hasta un 19% de sus costes con el programa Software Assurance en el caso de ciclos de renovación de dos años, pero que si la actualización se produce cada tres años el coste puede incrementarse un 40% Ahí radica gran parte de la problemática asociada al nuevo modelo de licencias; si bien es cierto que Microsoft suele actualizar sus productos cada 18 o 24 meses, no está tan claro que las empresas quieran seguir el mismo ritmo de actualización tecnológica. Ahora bien: la disyuntiva se establece entre las opciones de apostar por Software Assurance y su frenético ritmo de actualización (a un coste menor que el actual), o renunciar al programa y optar por una renovación mucho más dilatada en el tiempo y a un precio superior al actual. De hecho, la propia Microsoft reconoce que las empresas con ciclos de actualización largos pueden salir perjudicadas con la nueva política de licencias, aunque la mayor parte de los clientes de la compañía renuevan su software cada tres años y medio.
Por su parte, Gartner Group afirma que el coste para las empresas podría incrementarse hasta un 107% con Software Assurance. La consultora publicó el pasado mes de mayo un nuevo informe instando a sus clientes a revisar su política de licencias y sus costes de software, y recordando que si deciden suscribir el programa Software Assurance deben hacerlo antes del próximo 31 de julio: “De lo contrario” —asegura Gartner— “el precio por licencia podría ser hasta un 45% más alto”.

España
En España, la polémica sobre el nuevo plan de licencias se ha producido “más por desconocimiento, que por rechazo real”, según Isaac Hernández, Director de Márketing de Microsoft España. Según Hernández, la negativa reacción de los clientes al nuevo modelo de licencias se ha debido a dos razones: un error en los plazos y un error en la comunicación: “Pensamos que desde mayo, en que se lanzó el programa Software Assurance, hasta octubre, cuando cumplía el plazo inicial para que las empresas lo suscribieran, habría tiempo suficiente para el cambio. Nos equivocamos y por eso ampliamos el plazo hasta el 31 de julio. El segundo error hace referencia a cómo el mercado iba a entender el nuevo modelo y a la complejidad inherente a nuestro modelo anterior de licencias”. Para el Director de Márketing de Microsoft España, muchas empresas no son todo lo eficientes que podrían ser a la hora de adquirir software: “Eso es lo que hemos querido resolver con el nuevo programa de licencias”. Desde que se anunciara el nuevo programa, los profesionales de Microsoft España han informado a 20.000 empresas sobre las nuevas opciones y han explicado el programa Software Assurance personalmente (ayudados por sus partners) a sus 5.000 mayores clientes.
Aunque no existen cifras oficiales sobre el nivel de adopción de Software Assurance, un estudio realizado en mayo por la consultora Gartner Group detectó que sólo el 30% de los clientes de Microsoft en todo el mundo habían firmado el nuevo acuerdo, mientras que otro tercio de las empresas se encontraban todavía en pleno proceso de decisión. Habrá que esperar quince días para conocer el éxito final del nuevo modelo de suscripción de Microsoft y para saber si las empresas han aceptado que el software, definitivamente, es un servicio.
Por si hubiera dudas, Isaac Hernández,Director de Márketing de Microsoft España, asegura que el modelo Software Assurance es impecable desde el punto de vista conceptual: “Olvidemos el período de transición, donde reconocemos que hemos cometido fallos, y miremos el nuevo modelo desde un punto de vista conceptual: la posibilidad de poder planificar el presupuesto de software de forma cómoda, la posibilidad de prever las actualizaciones, etc. es algo que satisface a las empresas”. De hecho, Microsoft afirma que la simplificación del proceso de compra y la reducción del ciclo de actualización tecnológica son los dos objetivos que han guiado a la compañía a la hora de definir la nueva versión de su esquema de licencias. Eso, y la pretensión del fabricante de imponer el sistema de suscripción frente al de adquisición, con vistas a un futuro que Microsoft cifra en su plataforma .NET.


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