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El 25% de las aplicaciones se ofrecerá mediante pago por uso en 2010

Según Gartner

Los términos virtualización, utility computing, capacidad bajo demanda, consolidación, grid computing y automatización remiten al nuevo concepto de centro de datos altamente automatizado, completamente consolidado y totalmente virtualizado en el que la capacidad y los recursos informáticos se asignan bajo demanda. Según Gartner, en 2010 una de cada cuatro aplicaciones será suministrada bajo un modelo de utility computing y un 30% de los ingresos de software no procederá de un modelo de paquete de licencias sino de un pago por uso.

Poco a poco el concepto de utility computing está siendo identificado como la tendencia global que hoy mueve a los centro de datos, hasta el punto de que según los analistas, será la principal fuerza motriz del mercado TI durante la próxima década. Pero, ¿dónde está el por qué de su éxito? Estos servicios pueden estar localizados en cualquier lugar y pueden ser gestionados por cualquiera, tanto por el personal TI de la empresa como por un proveedor de servicios. Además, su utilización puede ser seguida y facturada a nivel de usuario individual o de grupo.
En cifras, IDC pronostica para el mercado de utility computing un volumen de 3.600 millones de euros en 2007. La consultora segmenta este mercado en tres categorías: primero aparece la gestión y monitorización de sistemas y después la automatización de los centros de datos, para llegar finalmente a su completa virtualización. En 2005, el primer apartado representará un valor de 400 millones de euros, mientras que la automatización duplicará esa cifra, y la virtualización alcanzará aproximadamente 1.200 millones. En 2007, esos valores serán de 500, 1.000 y 2.200 millones de euros, respectivamente.

Ahorro de costes y retorno de inversión
La informática virtualizada y la utility compting han cambiado el modo en que hasta ahora se han hecho los análisis del retorno de las inversiones (ROI) y la justificación de las inversiones se limitaba a la cobertura departamental específica del proyecto de TI en cuestión. Con ello, la ecuación del ROI cambia sustancialmente cuando las empresas deciden adentrarse en este nuevo camino de la mano de terceros a los que adquirir potencia y capacidad informática sobre la base de pago por uso, como si se tratase de un servicio tan generalizado como el del suministro eléctrico o el agua.
En términos de ahorro de costes, la virtualización del centro de datos pude aportar reducciones del 20 al 60% en inversiones de capital en hardware. Estos ahorros se deben a que, en vez de tecnología propietaria, se podrán adquirir sistemas operativos y CPU commodity; además, se necesitarán menos servidores porque cada uno funcionará con una capacidad optimizada, y los recursos serán combinados de forma coordinada según las necesidades de alta disponibilidad y recuperación de desastres para muchas más aplicaciones. Asimismo, habrá reducciones del pago por licencias de software. A medida que el número de servidores disminuye, también lo hacen el número de sistemas operativos, aplicaciones y herramientas de gestión que hay que comprar. Finalmente, la virtualización permite disponer de más potencia y recursos en menos espacio físico y con menos gasto eléctrico.
En cuanto a los retornos de inversión, los beneficios incluyen una mayor utilización de los recursos de servidor: se puede potenciar la utilización del servidor de un 20% a un 80%. Además, automatizar la administración del centro de datos elimina los errores humanos de la ecuación, aumentando así el tiempo de actividad global. La redundancia y failover creada en el sistema mantiene la red activa incluso si un servidor falla. Otro beneficio es la optimización del personal. Se necesitan menos administradores para mantener el centro de datos operativo, permitiendo a los departamentos TI asignar recursos a otros proyectos. Además, la virtualización ofrece una mayor rapidez en el lanzamiento de nuevas aplicaciones. Así, la organización gana en agilidad, adatándose mejor y más rápidamente a las necesidades cambiantes del negocio. Ofrece un mayor alineamiento entre las TI y los objetivos del negocio. El proceso fuerza a la empresa a analizar sus objetivos del negocio y a establecer políticas que gobiernen la asignación de recursos TI. Finalmente, la informática bajo demanda ofrece capacidad para medir el uso con fines de facturación y el soporte de decisiones. Poder cuantificar el uso aporta un mecanismo de feedback que permite ajustar sobre la marcha las políticas de asignación. Con ello, “la utility computing puede incrementar las oportunidades de ingresos, potenciar las ventas, mejorar la satisfacción del cliente y, en general, hacer a la empresa más competitiva”, según Gartner.

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