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RFID se convierte en una realidad avalada por su adopción

La difusión de estándares, clave para su desarrollo

Hablar de radiofrecuencia ya no supone tanto explicar cómo funciona la tecnología de las etiquetas o tag, compuesta de una antena y un chip RFID, sino de la evolución marcada por su paulatina implementación especialmente en el sector retail, de distribución y logística. Frente a factores desincentivadores, como el coste o el desconocimiento de sectores residuales, imperan estímulos como la aprobación del estándar ETSI o su implementación en nuevos sectores.

Las estimaciones de las consultoras avalan este progresivo desarrollo. Así, expertos de Unisys Global Visible Comerse reconocen que la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) alcanzará un marcado punto de inflexión a finales de 2006. Las compañías darán un paso más allá de la fase piloto en la que se encuentran para implementar infraestructuras RFID, que se convertirán en un elemento fundamental de sus negocios en 2006.
Y es que la adopción de RFID ha experimentado grandes avances a lo largo de este año. De hecho, se trata de un mercado que “disfruta año a año de uno de los mayores crecimientos de la industria, por encima del 30%”, según expone Javier Berros, director de soluciones wireless de IBM España, Grecia, Israel, Portugal y Turquía.
La tecnología de radiofrecuencia se basa en unas etiquetas que constan de una antena y un chip RFID que emplean las ondas electromagnéticas para operar y comunicarse. De esta manera, las etiquetas adheridas a un producto o dispositivo pueden ser leídas a través de un lector RFID. Una antena enrollada en el lector crea un campo magnético, del que la etiqueta atrae la suficiente energía para enviarle la información. Las señales que emite sólo están disponibles en el campo de un lector, generalmente situado a una distancia de alrededor de tres metros. Los chips RFID pueden ser sólo de lectura o de lectura y escritura, en función de los requerimientos de la aplicación.
Si revisamos la tendencia a nivel de desarrollo tecnológico, podemos apreciar que pesa la integración de la antena y el tag en el propio producto o el envoltorio del mismo. De hecho, los costes del tag son el chip, la antena y el soporte. Según Manuel Guerreiro, director de desarrollo de negocio de industria de Sun Microsystems Ibérica, “esto permite que el coste del soporte se reduzca drásticamente o incluso desaparezca. Teniendo en cuenta que el soporte suele ser plástico y su coste depende mucho del coste del petróleo, este ahorro es el más importante que se puede conseguir. Además, conlleva ahorros de costes laborales de colocación de las etiquetas y manipulación”.

El handicap del almacenamiento de terabytes
Mucha es la información que se almacena a través de las microchips, información que, en su mayoría, contiene datos corporativos o críticos, cuyo volumen genera ciertas dificultades para las empresas usuarias. Y es que la tecnología RFID permite almacenar una gran cantidad de datos, muchos más que en una etiqueta convencional. De hecho, su capacidad depende de la del chip interno y es una medida que crece constantemente. En este sentido, Juan José Febles, director de ventas de Printonix para España y Portugal, reconoce que “esta tecnología es la más adecuada para responder a ello, ya que contiene un elemento cuya capacidad varía, al contrario que otros sistemas, que ya han llegado a ofrecer el máximo de información que pueden proporcionar”. Un estudio encargado por el fabricante de soluciones de impresión para RFID sobre su uso entre los detallistas de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España revelaba la tendencia al fuerte crecimiento a lo largo de los meses en curso. A pesar de este despegue sigue habiendo barreras para una adopción a gran escala. El informe dice que un tercio de los detallistas está preocupado acerca del coste de implementar RFID y un 30 por ciento carece de un buen conocimiento de la tecnología. A ello hay que sumarle la necesidad de altas cotas de seguridad en los niveles de acceso a la misma.

Iniciativas en nuevos sectores
El valor añadido de esta tecnología es la capacidad que ofrece a los usuarios corporativos a la hora de gestionar la información almacenada y aprovecharla como un recurso más para la operatividad del negocio. En este sentido, y si bien tradicionalmente el uso de esta tecnología, que permite a través de la codificación electrónica de productos (EPC) identificar el objeto y todos los datos relacionados al mismo y almacenarlos en bases de datos, se circunscribía a sectores como logística, distribución o retail, fuera de estos, los usos son muy amplios. Luis Luaces, director del área de soluciones de logística de Ross Systems, que desarrolla aplicaciones que integran esta tecnología, expone la existencia de iniciativas en sectores que nada tienen que ver con la distribución, “como pueden ser aplicaciones de control de pacientes y recién nacidos en hospitales, control de cultivos, también hay un proyecto en el aeropuerto de Hong Kong para el control y manipulación del equipaje, control de visitantes en parques de atracciones infantiles o control de los procesos productivos en fábricas de todo tipo”.
Otro de los factores que ratifican la apuesta por la innovación y el desarrollo de esta tecnología es la creación de un laboratorio de I+D+i y formación especializado en RFID ubicado en PLAZA (Plataforma Logística de Zaragoza). Zaragoza Logistics Center es un centro especializado en investigación acerca de todos los ámbitos de la logística, que mantiene un acuerdo con el MIT (Massachussets Institute of Technology) para desarrollar master acerca de las innovaciones en esta materia.

El estándar ETSI, clave en la evolución
Si revisamos la situación desde la perspectiva local, la implantación en España, “ya se está empezando a producir y dentro de poco será mucho más patente, ya que la propia UE obliga a conocer la trazabilidad de los productos alimenticios y esta tecnología permite alcanzar dicho objetivo”, según expone Guerreiro.
En cualquier caso, hay que considerar varios aspectos, en opinión de Manuel Sanpedro, responsable de Supply Chain Management en Unisys Consulting, “los costes y la producción son prioritarios, ya que el aumento masivo de la producción llevará asociada una disminución dramática de costes”.
Por otro lado, hay que tener en cuenta la importancia de la adopción a nivel mundial del estándar para RFID pasivo Gen2, que posibilita el uso de un único tag seguro en todo el mundo, que colaborarán al aumento de su adopción en diferentes industrias.
Otro aspecto a tener en cuenta es la aprobación del estándar del Instituto Europeo de Estándares de Telecomunicaciones (ETSI), que acelerará la adopción de la RFID en Europa en la frecuencia UHF. El nuevo estándar, ETSI 302 208, permite a los lectores RFID europeos utilizar más potencia y operar en una banda UHF más amplia, de 865 a 868 MHz. Este nuevo estándar armonizará los lectores RFID en todos los países europeos y acelerará la adopción de RFID en la gestión de la cadena de suministro. John Greaves, vicepresidente de soluciones RFID de NCR, uno de los autores de la petición original a la ETSI en 2001, considera que se trata de “un paso significativo, que permite que la industria d

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