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Jesús Rodríguez Cortezo, director general de la fundación OPTI

"La forma en que las empresas utilizan las TIC no se ajusta a las reglas de la competitividad internacional"

Cabeza visible del Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial, OPTI, Rodríguez Cortezo ocupa una posición privilegiada para conocer la situación real de la incorporación de las TIC a las empresas de nuestro país. En su opinión, el principal problema es que las nuevas tecnologías no se están usando de forma adecuada a las actuales reglas de productividad y competitividad internacional.

Los planes del Gobierno se apoyan en las TIC como elemento indispensable de crecimiento y competitividad de las empresas. ¿Están los empresarios españoles convencidos de que las TIC son un elemento de progreso?
- No se puede hablar de los empresarios españoles como un bloque monolítico que está o no convencido de algo. Los empresarios españoles son muy diferentes entre sí. Sí consideran las TIC como elemento de progreso, pero el verdadero problema no es que se utilicen insuficientemente, lo más preocupante aún es cómo se utilizan. En muchas empresas no se ha dado el paso de hacerlo en la forma que reclaman las actuales reglas de la productividad y la competitividad internacional. Hablamos de la globalización y muchas veces no llegamos a entender lo que significa este fenómeno para la vida empresarial. Mientras no asimilemos los conceptos básicos de empresas en red, formando parte de redes internacionales, claves para moverse en los mercados globalizados, seguiremos apartándonos de la lógica del sistema y llorando por las deslocalizaciones. Y ahí está el papel a jugar por las TIC, aunque sea un papel instrumental, ya que lo que importa es el cambio radical de filosofía.

El Ministerio de Industria ha presentado la Ley de Impulso a la Sociedad de la Información que prevé la extensión de la firma electrónica. ¿Será el revulsivo que necesitamos?
- Me parece muy positivo. Una ley tiene que estar situada en un marco que facilite su aplicación eficaz, dando por supuesto que ese marco va a existir, creo que puede ayudar mucho. Además, la promulgación de una ley, si se le da la publicidad necesaria, tiene un efecto importante sobre la psicología colectiva. Significa hacer ver que el Gobierno y el Parlamento se preocupan por un determinado tema y le dan la importancia que imprime el que se legisle sobre él. Y esto llega al ciudadano. En cuanto a la extensión de la firma electrónica, es un elemento determinante para que nos acostumbremos a utilizar las TIC en actos con consecuencias legales, que puede cambiar la percepción que se tiene de ellas y la consolidación de la SI.

Otro aspecto en el que estamos retrasados con respecto a Europa es en inversiones en I+D+i. ¿Están las empresas preparadas para invertir o tendremos que seguir acudiendo al exterior, con la dependencia tecnológica que eso supone?
- Es un tema muy preocupante en el que se mezclan varios elementos, no sólo la predisposición o no a investigar de las empresas, sino la estructura de nuestra economía, en la que los dos sectores que tiran, en mayor medida de ella, son intensivos en mano de obra poco cualificada y escasamente dependientes de la incorporación de tecnología. Junto a ellos, una industria tradicional que ha dependido excesivamente del mercado interior descuidando la productividad, fijándose sólo en los costes laborales como factor de competitividad. Hay en la base de este problema una cuestión estructural de raíces profundas. Hay que romper una lanza por los centros tecnológicos, que están haciendo una labor excelente orientada hacia empresas pequeñas y que son una pieza fundamental del tejido productivo de nuestro país.

¿Estos desequilibrios ponen en peligro la convergencia con Europa?
- Desde luego, en grave peligro, puesto que nos distanciamos cada vez más de los estándares de nuestros vecinos. No es que no mejoremos, que lo hacemos, pero la media de los países de industrialización avanzada lo hace más deprisa.

¿Qué acciones lleva a cabo desde su puesto en el Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial, OPTI, para la difusión de las TIC?
- La misión principal de OPTI es la realización de estudios de prospectiva tecnológica y el asesoramiento en la aplicación de sus resultados para la preparación de estrategias y políticas. Abordamos estudios relacionados con la evolución de las TIC y su utilización. Seminarios de divulgación, trabajos de asesoramiento, son las palancas que usamos para llegar a la sociedad. Un tema al que dedicamos una atención prioritaria es la empresa en red, signo de la adaptación del tejido productivo a las exigencias de la globalización.

Desde su experiencia en puestos estratégicos dentro de las TIC ¿cómo analiza el cambio tecnológico en los últimos 25 años, en su utilización y en la manera de enfrentarse a ella?
- Los cambios han sido tan espectaculares que sobra todo comentario. Se podría resumir la situación diciendo que la impregnación de las TIC en la sociedad, tan espectacular, con los videojuegos, los ordenadores domésticos y el teléfono móvil como símbolos, no tiene una correspondencia en muchas actitudes empresariales. La magnitud de los cambios producidos en las TIC y lo que podemos hacer con ellas, desborda la capacidad de imaginación incluso de muchos de los que trabajamos en el sector. Pero la vistosidad de los logros tecnológicos puede contribuir a enmascarar que no se está utilizando de la manera más eficiente para hacer frente a la competitividad internacional. Puede parecer una paradoja pero creo que la espectacularidad del avance tecnológico provoca un efecto de deslumbramiento que oculta una insuficiente profundización en la forma en que son utilizadas en muchas empresas.

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