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La "ecotecnología" se recicla

Soluciones específicas para el cumplimiento normativo

Las nuevas directivas de protección medioambiental han abierto un nuevo entorno de actuación a cargo de organizaciones, organismos y gobiernos, que están teniendo que modificar sus herramientas de trabajo y adaptarlas a los nuevos requerimientos. El “reciclaje” se impone, gracias a nuevas soluciones y productos que ayudan a respetar el medioambiente y a contribuir al desarrollo sostenible.

Las directivas RAEE (Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) y RoHS (Restricción de ciertas sustancias en equipos eléctricos y electrónicos) son normativas medioambientales de la Unión Europea que instan a los Estados Miembros (incluyendo España y Portugal) a mejorar la forma en que se gestionan los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
El objetivo de su implantación es la reducción del riesgo para la salud de las personas y el medio ambiente a través de la gestión adecuada del residuo y la reducción de las sustancias tóxicas. También se esperan beneficios por la mejor conservación de materias primas y recursos energéticos.
En palabras de Tatiana Díez Lobo, directora de preventa de Primal Management Solutions, distribuidor en España y Portugal de las soluciones para desarrollo sostenible de Tennaxia, que incluye desde gestión de residuos y de la conformidad reglamentaria hasta el reporting operacional, “el objetivo principal de estas herramientas es responder al cumplimiento de las normativas europeas, así como prevenir y dominar los posibles riesgos asociados con la comisión de infracciones, contribuir a consolidar la imagen de las compañías, reducir los impactos medioambientales, por ejemplo en consumo de energía o agua, optimizar la productividad y reducir los costes operativos”.
Las herramientas que permiten cumplir con la normativa medioambiental tienen que contemplar como mínimo tres áreas distintas: la gestión de residuos, la conformidad reglamentaria y el reporting y gestión de indicadores de medioambiente, seguridad y desarrollo sostenible. “La conjunción de estas tres áreas permite a los grupos disponer de una verdadera gestión integrada de los datos, analizando y consolidando la información, tanto de las sociedades como de sus departamentos”, expone Díez Lobo.

Cambios en la operativa diaria
Las obligaciones del desarrollo sostenible obligan a las empresas a implantar en su operativa diaria un sistema de gestión ambiental que cumpla con la normativa internacional ISO 14001 sobre medioambiente y la ISO 18000 sobre seguridad. Además, ha de cumplir con el reglamento EMAS, la normativa de ámbito europeo sobre gestión ambiental.
En el caso de aplicativos, y en el mercado de la gestión del rendimiento del negocio (BPM), existen soluciones que están especialmente concebidas para cubrir todos los aspectos ligados al desarrollo sostenible, como es el caso de la suite de aplicaciones con cinco módulos (residuos, conformidad, vigilancia, indicadores y performance) de Tennaxia.
Otra de las obligaciones del desarrollo sostenible es elaborar la memoria de sostenibilidad que se integra en el conjunto de la información financiera que elaboran las empresas, lo cual supone la aplicación de una contabilidad medioambiental
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la trazabilidad de los residuos, en relación a lo que Díez Lobo destaca la “necesidad de disponer de herramientas que mejoren la productividad a través de métodos de gestión estandarizados y control de los costes”.
Los beneficios vinculados a la utilización de herramientas de gestión de residuos suponen “minimizar el tiempo en las tareas administrativas, optimizar el análisis de los datos realizando informes y reporting de calidad, optimizar los costes, contribuir a preservar el medio ambiente y, como consecuencia, agilizar y mejorar los procesos de toma de decisiones en esta área”, en opinión de la responsable.
Algunos elementos clave para la mejora de la trazabilidad de los residuos son el seguimiento de las cantidades y costes internos y externos de los residuos, la regulación del transporte de residuos y su tratamiento, para que no produzca daños medioambientales, la gestión de los residuos almacenados y el cumplimiento de los formularios para la gestión y transporte de residuos y sustancias peligrosas.

Chips “sin plomo”
La tradicional pugna entre los fabricantes de microprocesadores, Intel y AMD, también se reproduce, aunque con beneficiosas consecuencias, en este caso, para el medioambiente. Y es que casi de forma simultánea, ambos exponían su interés y compromiso por el desarrollo sostenible con el anuncio de la reducción de “hasta un 95% del plomo utilizado en sus procesadores y chipsets desde finales de este año”, según fuentes de Intel.
AMD, por su parte, también ha mostrado su compromiso para desarrollar productos que optimicen el uso de energía, ahorren dinero y contribuyan a proteger el medioambiente. “Estamos haciendo grandes esfuerzos por reducir el contenido en plomo de nuestros procesadores para PC y productos chipset, así como en la transición que permitirá desarrollar productos libres de plomo durante años”, han destacado fuentes del fabricante.


Equipos respetuosos con el medioambiente
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Con el fin de cumplir con la directiva europea sobre RoHS, que restringe el uso de 6 materiales peligrosos (plomo, mercurio, cadmio, cromo hexavalente, bifelinos polibromados y difeniléteres polibromados) en la fabricación de aparatos eléctricos y electrónicos, los fabricantes de hardware están “ajustando” cada vez más sus soluciones. Tal es el caso de Toshiba que recientemente ha anunciado el lanzamiento de un portátil “ecológico”, el Tecra S3, que, según Pablo Romero, director de marketing de Toshiba, toma esa denominación “fruto de la importante reducción que en sus componentes se ha hecho de sustancias catalogadas como peligrosas para el medio ambiente, con lo que cumple completamente con la normativa medioambiental europea RoHS”.
Por otro lado, el equipo se ajusta, de forma anticipada, a la ley RD 2008/2005, según la cual a partir de julio de 2006 todos los fabricantes de aparatos eléctricos y electrónicos deben haber limitado hasta las cantidades señaladas de esas sustancias peligrosas.
En este sentido, Romero constata que “nuestro compromiso es lanzar en los próximos meses modelos que tengan estas mismas características en cuanto a las concentraciones de materiales dañinos para el medioambiente, para que, cuando entre en vigor la normativa, en julio de 2006, nuestra oferta ya esté cumpliéndola”.
Por otro lado, el fabricante ya ha anunciado que seguirá avanzando en el diseño ecológico de sus productos en el sentido de facilitar al máximo la recogida y su reciclaje, ya que “todo lo que hagamos en esa dirección será avanzar en el respeto al medioambiente en todo el mundo”, según el responsable de la compañía.

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