Software

La informática de HUNOSA sale a la superficie

HUNOSA instala el R/3 de SAP

Quizá no sea de recibo comparar las “hazañas” de la asturiana HUNOSA en los últimos tiempos a los de aquellos reyezuelos que comenzaron a conquistar España desde sus minúsculas villas más allá de las montañas hace siglos. Pero lo cierto es que esta entidad pública es uno de esos últimos “héroes” que colaboran en la construcción de Asturias: de ella dependen 150.000 personas, genera el 12% del empleo en la Comunidad y el 8% de su producción industrial, contando con el hecho de que el 30% de la población de los municipios mineros de las dos cuencas asturianas dependen del carbón en general. Con estas cifras, HUNOSA se dio cuenta hace un tiempo de que no podía permitirse depender de soluciones obsoletas y propietarias dentro de su sistema informático, y facilitó la tarea a sus trabajadores a través de la adopción de R/3 de SAP, convirtiéndose en el propietario del primer entorno IBM (el fabricante por excelencia para HUNOSA) en R/3 con base de datos DB/2. David Bautista, responsable de informática de la entidad, lo cuenta.

Bautista se remite a julio de 1998 al datar el inicio del último cambio dentro del parque informático que se ha producido en HUNOSA. Fue ser el primer entorno IBM en R/3 con base de datos DB/2 lo que llevó hace algún tiempo a la empresa a, por un lado, instalar nuevas máquinas y, por otra, construir a su alrededor un servicio de consultoría con un perfil técnico y adaptable a la metodología elegida por SAP. Por tanto, dos prioridades comenzaron a surgir en estas fechas entre los directivos de HUNOSA: por una parte, instalar un ERP que pudiera realizar todas las funciones necesarias dentro de la empresa, colaborar en el desarrollo de las más atrasadas y que solucionara de un plumazo los problemas del año 2000 y del euro y, por otra, una consultoría cuya precisión y rapidez no se vieran perjudicadas por las exigencias de una gran consultora. Así conquistó HUNOSA un espacio dentro de la nueva informática.

Un rompecabezas
HUNOSA es una entidad pública que nació cuando el antiguo Instituto Nacional de Industria (INI) adquirió distintas sociedades caracterizadas por ser empresas mineras privadas que tuvieron problemas de explotación de yacimientos y que estaban, en aquellos momentos, en una quiebra técnica. Una vez compradas, se creó una empresa dedicada a la minería, pública y centrada en la extracción de hulla, todo ello concentrado en los yacimientos asturianos. El ritmo de contratación de trabajadores fue aumentando considerablemente a lo largo de los años, pero se produjo lo que Bautista denomina “movimiento” entre los empleados, pasando hace algún tiempo de alrededor de 26.000 trabajadores a 7.300. Independientemente de las repercusiones laborales que esto conllevó, también hubo incidencias en la informática: “Hay que tener en cuenta”, comenta Bautista, “que se debía optimizar la producción y, sobre todo, reducir los costes internos. Con ese objetivo nos planteamos que teníamos una gran cantidad de aplicaciones desarrolladas a medida, adaptadas a las costumbres de los usuarios, que eran los trabajadores. Este movimiento entre ellos, debido principalmente a las jubilaciones, provocó que tengamos un problema de aplicaciones a medida precisamente para esos trabajadores que se marchaban. Junto a esto, poseíamos soluciones independientes y separadas. De hecho, llegamos a tener 136 interfaces para relacionar aplicativos que había que ejecutar mensualmente, y esto era un rompecabezas, un puzzle muy heterogéneo que había que simplificar”.

El apremio de los plazos
Una tónica general en todas las empresas llamó a la puerta, de manera inesperada, de HUNOSA: el efecto 2000, acompañado del problema del euro: “Nos vimos obligados a revisar más de 3.000 programas, y la mayoría de ellos tuvieron que ser retocados. Además debíamos elaborar nuevos desarrollos para incorporar el euro a todos nuestros aplicativos. De esta manera, queríamos algo flexible que nos permitiese adaptarlo al negocio, además de dar información sobre los parámetros necesarios a ajustar para conseguir resolver estos problemas”. Es decir, dos temas que dependían de manera directísima del tiempo, que pasaba inexorablemente. Además, “contábamos con algunas deficiencias en aplicativos que todavía no estaban muy integrados en nuestro sistema informático”, continúa relatando Bautista, “como Gestión de Inversiones, o Contratos y Servicios, que era deficiente. Pero, por otra parte, contábamos con una aplicación de Tesorería que nos implantó en su día Cerg Finance y que, además, nos mostró que era fácil de conjugar con la tecnología que nos vendía SAP”.
La suerte también se alió con HUNOSA en esta decisión: dos de las áreas todavía no puestas en marcha, Ventas y Recursos Humanos, también podían comenzar a funcionar dentro de la entidad, formando parte así de su organigrama informático y de control, puesta al día y desarrollo del negocio.

Varios pilares
El R/3 de SAP fue una de las soluciones que se analizaron y posteriormente validaron de entre la amplia oferta de ERPs que actualmente muestra el mercado. Dos premisas a seguir eran básicas: “En primer lugar, el proyecto debía estar acabado antes del verano de 1999 y, por otro lado, la dirección del proyecto tenía que ser gestionada y dirigida internamente por HUNOSA, recogiendo el know-how necesario de las consultorías que contratásemos para ser luego autosuficientes dentro de la gestión”, según el responsable de informática de esta entidad pública. A partir de aquí, varios fueron los pilares que Bautista, en representación del departamento informático de HUNOSA y de la propia dirección (de la que no se cansa de repetir que desde el primer momento fue el baluarte de este proyecto de modernización tecnológica) clavó para construir una programación informática de acuerdo a las necesidades de la empresa.
“En primer lugar, para nosotros la formación era básica, ya que no conocíamos el mundo de SAP. De hecho, contratamos su formación antes incluso que el propio software, la consultoría o la plataforma tecnológica”. Respecto a la consultoría, Bautista argumenta que “no queríamos una gran consultora, porque la dirección la íbamos a llevar nosotros. Queríamos una con perfil de implantación, más técnico, preciso y rápido. Por ello confiamos también en SAP y nos decantamos por SAPINSA, ya que tenía el perfil que buscábamos”.
El segundo pilar se replegó entorno a la plataforma tecnológica, “que no debía darnos demasiados problemas. Nosotros tenemos nuestras oficinas centrales en Oviedo, y a excepción de esta ciudad y las dos cuencas mineras de Asturias, no cubrimos más territorio. Por tanto, queríamos soluciones que, aunque buenas, ofrecieran unos tiempos de respuesta que debían darse prácticamente en el día. Somos clientes históricos de IBM, y nos decidimos por ir hacia una plataforma donde la base de datos fuera una OS/390 con DB/2. Esta base de datos era bastante superior a cualquier otra, y ya éramos usuarios de la misma”. De esta manera, cuando comenzó el proyecto ya se tenía disponible el entorno de trabajo: IBM serie 9000, OS

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