Las TI en la Administración Pública
Publicamos en este número la primera parte de "Una reflexión acerca de los problemas organizativos de las Tecnologías de la Información en la Administración del Estado", realizada por Julio Martínez Meroño, Subdirector General de Proceso de Datos de la Administración Pública, del Ministerio de Administraciones Públicas, que es todo un compendio de conocimientos, sensatez y buena voluntad para incitar a la mejora organizativa y funcional de los entornos informáticos. Es éste un objetivo siempre deseable y permanente de quienes saben, quieren, y que -si no son capaces de lograrlo por sus propios medios- intentan conseguir la ayuda de los que pueden. Se trata de un documento que rezuma pragmatismo en todo su contenido; el tratamiento de la problemática que analiza está impregnado de rigor profesional y respeto, mucho respeto, al señalar las estructuras, los aspectos y modelos operativos vigentes en el ámbito contemplado, con los que está en desacuerdo.
Harían mal quienes, teniendo poder de decisión, tratasen el informe displicentemente y lo introdujesen en el cajón de los olvidos. Alegar, para ello, que no serían capaces de atender debidamente al posible aluvión de ideas luminosas que podrían llegarles sobre este tema en concreto, significaría volver la espalda a la realidad y cobijarse en el túnel de las falacias. Porque, en primer lugar, pocos, poquísimos, poseedores de inquietudes perfeccionistas se molestarán en dedicar atención y tiempo a la elaboración de un trabajo que puede ser etiquetado como agridulce, o incluso ácido, por aquellos que no quieren leer asépticamente e interpretan a su libre albedrío. En segundo lugar, porque siendo con toda seguridad escasísimos los informes que les lleguen de similar rango, parece oportuno, conveniente y obligado, prestarles atención y estudiar la viabilidad de sus propuestas. Reconoce el autor en la exposición de su reflexión, que es mucho más sencillo señalar los problemas que proponer soluciones, aunque también aborda esta parcela. Y es tan ajustada la descripción de la situación, que se hace acreedor a que un grupo de trabajo lo debate y saque conclusiones. Pero no para justificar unas reuniones, sino para que sean recogidas en un documento que propicie la legislación necesaria y suficiente para situar las TI y las Comunicaciones en la Administración del Estado, en el nivel motivador y más eficaz, que añoran sus profesionales con visión más clara de futuro. Es imprescindible que aquellos altos cargos de la Administración que posean conocimientos profundos sobre el tema, aconsejen objetivamente a quienes tienen poder de decisión, y les hagan ver la imperiosa necesidad de introducir mejoras en los entornos de las TIC. Para empezar, ya cuentan con un excelente punto de partida.
