Los grandes dilemas de los desarrolladores (3): Cloud o no cloud, esa es la cuestión

En muchas ocasiones es mucho más sencillo contratar a un nuevo proveedor de servicios cloud que pedir al personal de mantenimiento y desarrollo de la empresa que realicen el proyecto nuevo de forma interina. Y es que la tentación de pulsar un botón y tener tu propio servidor o centro de datos es muy grande, aunque no siempre sea lo mejor.

Así, este enfoque puede ser extraordinariamente costoso. Los servidores pueden ser costar tan sólo unos pocos céntimos por hora, pero se uno a uno se suman cuando todo el mundo quiere su propia infraestructura para cada proyecto. Por ello hay cientos de servidores en la nube, la mayoría de ellos creados por personas que ya no trabajan siquiera en la empresa desde hace varios años. Y para las empresas es más barato seguir pagando las facturas que averiguar lo que tienen o necesitan. O eso cree la mayoría.

Para empeorar las cosas, los servidores no son suyos. Algunas compañías son famosas por la redacción de términos de servicio que son muy unilaterales, incluyendo, por ejemplo, la capacidad de apagar las máquinas sin "ninguna razón". Esto parece estar cambiando a medida que los proveedores de nubes reconocen que tal extralimitación aleja a los clientes con la mayor cantidad de dinero y volúmenes de contratación. Pero aún nadie sabe lo que ocurre si se producen problemas en la nube.

De hecho, cuanto más se externalizan, más se pierde el control sobre la información y las aplicaciones alojadas en la nube. Pero cuanto menos se externalizan, a mayor complejidad tendrán que hacer frente los desarrolladores de la compañía.

En definitiva, estás condenado si vas a la nube, maldito si no lo haces. 



Comenta este artículo en nuestros Twitter y Facebook

Cada día, una nueva entrega de este serial. Las próximas entregas las podréis ver aquí.