Las burbujas venden mejor con un data warehouse

Grupo Freixenet

Saber responder con rapidez y eficiencia a las necesidades del mercado del vino y cava es todo un arte, casi tanto como elaborar los millones de botellas producidas cada año por el Grupo Freixenet. La empresa dispone del sistema data warehouse de MicroStrategy, el DSS Agent, que será extendido a sus operaciones internacionales. La actualización al euro, en primer lugar, y la elaboración de un ambicioso plan estratégico para los próximos tres años que incluirá temas de data mining son sus próximos pasos en el mundo de las TIC.

Los orígenes del Grupo Freixenet están en Casa Sala, fundada en 1861. Hoy en día es un imperio capaz de producir 135 millones de botellas (exporta el 64%), que han generado unas ventas de 55.436 millones de pesetas en 1999. Cuenta con una plantilla de 1.271 empleados repartidos entre todas las filiales.
La gran variedad de vinos y cavas que produce, junto con el amplio espectro de mercados que cubre, decidieron a la empresa mejorar los sistemas de información con la instalación de un data warehouse, según comenta Josep Badia, director de informática de la corporación.
El centro de explotación informática, instalado en la sede central de Freixenet, en Sant Sadurní, en Barcelona, cuenta con un AS/400 modelo 730 con 40 Gigabytes en disco y un sistema de mirroring. En Castellblanch, otra de las filiales, se halla otro sistema similar, dedicado al desarrollo de las aplicaciones. Este último está completamente sincronizado con el equipo de explotación, especialmente para apoyar temas como los planes de contingencia.
“Fuimos una de las empresas pioneras del sector en mecanizar la red comercial”, asegura Josep Badia. En la actualidad cuenta con 200 representantes en España y dispone de un sistema de gestión integral (clientes, pedidos, seguimiento de albaranes, servicios). Cada agente tiene en su portátil todos los datos correspondientes a la zona en la que opera y envía la información a la sede central, que lleva todo el peso de la gestión comercial en línea, a través de líneas 900 de cobro revertido, “porque pretendemos que en cualquier momento se conecte sin dificultades ni coste para el agente”.

Seguridad de los datos
El tema de la seguridad es muy importante, porque anteriormente, cada delegación del grupo (ahora son puramente comerciales) se encargaba de la facturación. Eso significaba que, aunque la central dejara de funcionar, continuaban operando correctamente el resto de delegaciones. “Ahora, no. Si se produce una contingencia en el sistema central de explotación, la empresa se paraliza. Y si se produce en época de campaña, dada la estacionalidad de las ventas de vinos, especialmente del cava, sería muy complicado”, explica Badia. En la actualidad, las propias cavas albergan dos bunkers donde se encuentran los sistemas informáticos: desde los equipos centrales AS/400 a los servidores Windows NT y Novell. “Toda la parte estratégica de la empresa está preparada con un plan de contingencias. Tenemos un nivel de seguridad bastante impresionante”, asegura. Porque para Freixenet, añade, “la información comercial es vital, muy importante”.
Para analizar los datos, las estadísticas estaban realizadas con aplicaciones propias “que daban mucha información, pero no la posibilidad de ayudar y realizar simulaciones como con herramientas EIS, para obtener resultados rápidos que antes necesitaban horas y horas de procesos”. En este sentido, el grupo apostó por el data warehouse, sistema en el que “se han introducido el máximo de datos comerciales, que se actualizan diariamente”. Anteriormente, la estadísticas se realizaban semanalmente. “Cuando se podía analizar cómo habían evolucionado las ventas y las acciones promocionales era demasiado tarde para reaccionar, había poca agilidad”, reconoce el director de informática.
“El datawarehouse de MicroStrategy nos permite estar al día de cualquier información que se nos ocurra: realizar consultas sobre la introducción de un producto en una zona, por ejemplo; antes esto era complicado si la consulta no estaba prevista y dependiendo del tipo de consulta, cuando se podía montar quizá ya no interesaban los datos que se obtenían”.

Fiabilidad de los datos
Con la solución adoptada ahora es posible realizar un análisis comercial desde cualquier óptica, de forma casi instantánea, cuenta Badia, “ya que los datos están actualizados al día”. No olvida destacar un tema que considera muy importante: los datos del datawarehouse pasan un control de calidad exhaustivo mediante una aplicación desarrollada internamente para tener la seguridad de que son correctos. “Los controles son un rito en la empresa y se aplican a cualquier actividad”. Por ejemplo, cada semana se verifican todos los datos comerciales que la empresa maneja en España y se detectan anomalías que el propio agente no había observado. “La empresa es muy sensible a tener una informática muy fiable”, indica Josep Badia. El volumen de datos es indicativo de la actividad de la empresa: el data warehouse maneja actualmente del orden de 6 Gigabytes de información.
Al final se decidieron por la solución data warehouse de MicroStrategy, el DSS Agent. La decisión se basó en un conjunto de características: “Tanto por el equipo humano que iba a instalarla como por la propia herramienta”. Según Badia, esta herramienta permite, desde cualquier óptica, realizar un exhaustivo análisis comercial de una manera muy rápida, aunque reconoce que todo este tipo de herramientas son buenas y dan prestaciones similares. En cambio, considera imprescindible haber realizado una tarea previa imprescindible antes de instalar ningún data warehouse: el análisis de los contenidos y el índice que tendrá el sistema. “Es un tema que costó y que nos llevó bastante tiempo, pero luego prácticamente no te equivocas”, asegura.
Freixenet utiliza DB2 para AS/400 como base de datos. El data warehouse opera sobre Microsoft SQL Server bajo Windows NT en un servidor IBM Netfinity, y el sistema AS/400 le pasa la información almacenada en la base de datos DB2.
Una de las ventajas con que ha contado la empresa a la hora de instalar la nueva herramienta es la existencia de una cultura data warehouse. Es algo que proviene de la instalación de unas herramientas informáticas para los vendedores que, aunque con zonas restringidas, les permitían realizar un cierto análisis de la información, “porque los datos ya los teníamos a nivel de detalle, muy elaborados para enviar a nuestra red comercial”. Es decir, la infraestructura informática facilitaba, sin demasiadas complicaciones, un flujo de datos que se podía aprovechar (alrededor del 50%) para poder alimentar el data warehouse, algo que simplificó posteriormente la instalación definitiva de la herramienta de almacén de datos.
Badia destaca dos aspectos importantes de este data warehouse: las consultas predeterminadas, que permiten su empleo por cualquier usuario sin necesidad de ser un experto, y las consultas espontáneas. Estas últimas son más complicadas porque, reconoce Badia, “es necesario tener experiencia para no equivocarse”. De los dos usuarios iniciales del sistema se ha pasado a cinco y finalmente acabarán utilizando la herramienta una docena de empleados.
Según Badia, el empleo del

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