Entre un 20 y un 38% de grandes empresas adoptará la virtualización en 2007

Según un informe de Natick, que indica que su objetivo es la mejora del rendimiento de sus servidores

Dado que su fin es crear múltiples mundos alternativos en un mismo espacio físico, la virtualización, más que un concepto aplicable a las TI, encaja dentro de escenarios tan filosóficos y pintorescos como la física cuántica o la literatura de anticipación científica. Pero lo cierto es que se trata de una realidad bien concreta que ofrece a las empresas la posibilidad de solucionar uno de los problemas más acuciantes de los centros de datos: el crecimiento de los servidores.

En los centros de datos de hoy en día, gran parte de la capacidad de los servidores no se utiliza. En esta línea, varios estudios de mercado demuestran que el uso de los servidores en las empresas se sitúa entre el 20 y el 30% de su capacidad de procesamiento.
Así, una investigación realizada por los laboratorios de Hewlett-Packard indicaba que, de los 1.000 servidores existentes en seis centros de datos corporativos, la mayoría sólo utilizaba entre el 10 y el 35% de la potencia de procesamiento disponible. Esto se debe a un gran número de factores, incluyendo la tradicional relación uno a uno que tienen los servidores y las aplicaciones.
Un paso más allá, en un informe publicado por McKinsey Quarterly bajo el epígrafe “Dos nuevas herramientas que los responsables de información desearán”, se afirmaba que el grado de utilización era de sólo entre un 5 y un 15% de toda esa capacidad de procesamiento. En una era en la que los presupuestos son restringidos y los departamentos de TI deben justificar sus ventajas de forma continua, esto resulta un lujo.
El problema es producto del suministro y de la demanda. Muchos departamentos de TI diseñan la capacidad del servidor de forma que cumpla con los picos máximos de procesamiento. Por otro lado, es posible que una unidad de negocio o un departamento que requiere poco ancho de banda o poca potencia de procesamiento y una sola aplicación de software, estén utilizando un servidor exclusivamente dedicado a sus necesidades.
En ambos casos, el resultado es una asignación desmesurada, en tanto que los recursos sólo utilizan esporádicamente toda la capacidad del servidor. Además de aumentar los gastos por hardware y licencias, todo esto incrementa la complejidad de la infraestructura, requiere más espacio y crece el uso de energía, a la vez que se aumentan las cargas de trabajo relacionadas con la administración.

Rompiendo tradiciones
En los modelos tradicionales para el despliegue de servidores, se suele utilizar uno dedicado para cada una de las aplicaciones más importantes de la empresa. Esto significa que cada servidor se configura por separado para soportar picos de trabajo máximos y el resultado es que, normalmente, las máquinas rara vez trabajan a pleno rendimiento.
Por otro lado, la mayoría de las aplicaciones empresariales, aunque hacen un uso intensivo de los recursos, sólo se utilizan durante una parte del ciclo de negocio. Esto se traduce en una fuerte demanda durante breves períodos de tiempo (como, por ejemplo, la generación de nóminas o la facturación a final de mes). Si los servidores se configuran para manejar grandes picos de trabajo, el resultado es un menor aprovechamiento del servidor como media.
Teniendo en cuenta que los servidores son cada vez más potentes, tanto el aprovisionamiento excesivo como el crecimiento en el número de servidores se están convirtiendo en un problema importante de los centros de datos. La infrautilización de estos sistemas implica no aprovechar los presupuestos, mientras que la expansión en el número de servidores provoca un aumento de la complejidad a la hora de administrarlos, mayor consumo de energía y una generación excesiva de calor.
Como solución a esta batería de contingencias, la virtualización se ha convertido en una de las grandes esperanzas de los últimos años. La consolidación de servidores permite reducir la cantidad de servidores físicos ubicados en un centro de datos. No obstante, es necesario utilizar y gestionar de una forma más eficiente aquellos que permanecen. La mejora que supone una solución de consolidación para la empresa debe ser capaz de igualar o superar las posibilidades que tenía la estructura anterior de servidores. Para conseguir esto, la virtualización se convierte en la pieza tecnológica clave.

Virtualizar servidores
En relación a los servidores, la virtualización se refiere a un mecanismo mediante el cual los recursos informáticos están presentes en forma de recursos lógicos y no en forma de dispositivos físicos. Esto hace que las aplicaciones crean que los recursos disponibles son mucho mayores que los existentes a nivel físico, y que están presentes en un servidor o en varios servidores en particular.
Esta nueva visión virtual de los servidores proporciona una serie de ventajas, ya que permite distribuir y compartir los recursos físicos entre varias aplicaciones y sistemas operativos. La virtualización de servidores permite que las empresas aprovechen la capacidad de computación no utilizada según sea necesario por las cargas de trabajo. El resultado es que son necesarios menos servidores para ejecutar las aplicaciones. Al utilizarse los recursos de forma más eficiente, los costes se reducen, a la vez que se mejora el grado de flexibilidad, dado que es más sencillo desplegar y reubicar los servidores.
Asimismo, un término importante relacionado con la virtualización es el concepto “monitor de máquina virtual” (VMM) o “hipervisor”. Es una capa de software que se interpone entre el hardware y cada uno de los sistemas operativos “virtuales” con el fin de permitir esa virtualización. Su propósito es gestionar los recursos del servidor de forma abstracta y aislar las interacciones entre las múltiples instancias de los sistemas operativos que se ejecutaban en el mismo servidor.
En suma, la virtualización se perfila como la mejor opción para incrementar el rendimiento de los centros de datos.


Perspectivas
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Según revela un informe de la firma Natick, realizado a 265 responsables de TI de compañías con más de 500 empleados, entre el 20 y el 38% de las empresas encuestadas planea desplegar tecnología de virtualización de servidores a lo largo de 2007. Otros datos del estudio apuntan que tanto las organizaciones ya embarcadas en la virtualización de servidores como aquellas interesadas en esta tecnología, se adentran en esta práctica para incrementar la eficiencia y la utilización de sus servidores en un 84% de los casos. El 72% lo hace para reducir los costes de su centro de datos y sólo un 28% de los encuestados manifiesta que están interesados en la virtualización de servidores para disponer de mayor capacidad de computación, mientras que un 45 % lo está para soportar de forma más ágil múltiples sistemas operativos. Asimismo, un 51% apunta que su interés estriba en incrementar las capacidades de procesamiento.


Un poco de historia
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Años 60
La virtualización no es un concepto nuevo. Hace cuarenta años, los usuarios de grandes sistemas comenzaron a ejecutar múltiples sistemas operativos dentro de un mismo ordenador. Cada instancia de estos sistemas operativos ejecutaba sus propias aplicaciones como si fuera el único sistema operativo instalado en el ordenador.

Años 70
Los microordenadores llevaron algunas tecno

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