LG Cinema 3D

El 3D del cine en tu televisor

Con la tecnología 3D en pleno auge, pensar en comprar un televisor con estas características puede ser un pequeño dolor de cabeza. La mayoría de los modelos que se comercializan utilizan unas gafas activas para recrear el efecto 3D, pero estas gafas tienen algunos inconvenientes en absoluto despreciables. Para empezar son caras, los televisores suelen incluir una o dos unidades, y si queremos comprar para el resto de la familia tendremos que pensar en más de 100 euros por cada una que añadamos. Además son incompatibles entre marcas y equipos. Si en el salón tienes un televisor de una marca y en el dormitorio es de otra, cada uno tendrá sus gafas, si te reúnes con los amigos a ver un partido no podrán traer cada uno sus propias gafas, y si el ordenador también es 3D, sus gafas serán incompatibles con las de todos los televisores. (XpanD da la respuesta a este último problema con unas gafas 3D compatibles con todo). Las gafas activas se alimentan con una batería de cuyo nivel de carga hay que estar pendiente, y se tienen que sincronizar por infrarrojos con el televisor. Además, su forma de funcionar es tapar y destapar alternativamente los ojos, con una frecuencia de 60 Hz, lo que hace que se puedan apreciar molestos parpadeos, especialmente si la luz de la habitación es de tubos fluorescentes, que también parpadean a una frecuencia cercana. Los fabricantes son muy conscientes de estos problemas y trabajan en diferentes direcciones para resolverlo. Así, mientras Toshiba ha presentado en el CES el primer televisor que no necesita gafas (aunque sólo se puede ver en 3D desde nueve puntos concretos), LG ha optado por incorporar la tecnología que se utiliza en el cine, basada en gafas polarizadas pasivas. A diferencia de las activas, las gafas pasivas no necesitan de un circuito de control, una batería o una sincronización con el televisor, por lo que son mucho más ligeras, cómodas y baratas (menos de cinco euros). Además, no existen problemas de parpadeo, pues la luz entra de forma continua en ambos ojos. El primer televisor en el que se estrena esta tecnología es el LG 47D950, un modelo de 47 pulgadas, con pantalla TFT retroiluminada con tubos de cátodo frio, por lo que no es tan delgada y ligera como los modelos LED con los que nos deleitan los fabricantes en sus últimos lanzamientos. No obstante, compensa el mayor consumo que tiene esta tecnología, frente a los LED, con un sistema de ajuste automático del brillo según la iluminación del salón, lo que, según LG, le permite reducir el consumo hasta en un 84%. Con el televisor se incluyen cuatro gafas pasivas, formadas únicamente por dos cristales polarizados. Además, LG ya ha anunciado un nuevo modelo, el LW6500, que utiliza la misma tecnología de gafas pasivas y sí tiene pantalla LED. Naturalmente, la pantalla es de resolución Full HD, lo mismo que su sintonizador de TDT, y soporta reproducción de vídeos en los formatos más populares (incluyendo Matroska, DivX HD y H.264) a través de dos puertos USB 2.0. Para probar la reproducción en 3D hemos utilizado un reproductor Blu-ray 3D HR550 de la misma marca, y algunos archivos con vídeos 3D en una tarjeta de memoria. El resultado con los archivos no ha sido bueno, pues no hemos conseguido ver ninguno de ellos en 3D, ya que parece que no soporta la tercera dimensión cuando reproduce desde el puerto USB. En cambio sí hemos podido ver los discos Blu-ray en 3D satisfactoriamente. Asimismo, al poner la misma memoria en el puerto USB del reproductor Blu-ray, este se ha encargado de enviarlo al televisor como vídeo 3D y hemos podido verlos correctamente. A diferencia de las gafas activas, con las de LG se puede girar la cabeza sin que la imagen se oscurezca. Esto se debe a que utilizan polarización circular (en sentido horario en un ojo y antihorario en el otro) en lugar de la polarización lineal que usan las gafas 3D activas. Este “pequeño” detalle es de vital importancia si acostumbramos a ver la televisión tumbados en el sofá, aunque la calidad de imagen y la sensación de tridimensionalidad es mejor cuando mantenemos la posición vertical. El parpadeo que con las gafas activas provoca molestias y cansancio, ahora simplemente desaparece. No obstante no hay que descuidarse, pues el manual también advierte que las imágenes 3D pueden provocar molestias y mareos. Durante nuestras pruebas hemos podido comprobar que estas molestias se producen con especial intensidad cuando estamos demasiado cerca de la pantalla, pero prácticamente desaparecen (al menos en cortos periodos de visualización) cuando nos separamos a más de dos metros como recuerda el TV cada vez que lo ponemos en modo 3D. En definitiva, el sistema de gafas pasivas de LG resulta mucho más práctico que los de gafas activas, por la mayor economía y ligereza de las gafas y, sobre todo, por la ausencia de parpadeos y la posibilidad de girar la cabeza sin perder la imagen. Lo mejor: Sin parpadeos. Gafas ligeras y económicas. Lo peor: No reproduce películas 3D desde una memoria USB. Fabricante: LG. Web: www.lge.es Precio: 1.700 euros.

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