Hacia un nuevo concepto de centro de datos convergente

Está demostrado que el cambio tecnológico es uno de los principales motores del crecimiento económico, ya que permite un incremento en la competitividad mediante la utilización del conocimiento de las TI en los procesos empresariales. En cualquier caso, bajo el desarrollo tecnológico subyace el conocimiento, la capacidad para entender qué ocurre en el entorno y transformarlo en herramientas, ya sean tecnológicas, estratégicas o de gestión.
El proceso de expansión del conocimiento se ha ampliado de forma exponencial en las últimas décadas gracias al desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), que permiten casi una ubicuidad del conocimiento en tiempo real en cualquier parte. Este proceso ha permitido la creación de nuevos productos, procesos y servicios y su puesta a disposición de los mercados en tiempo y coste adecuados conduciendo a la globalización de la economía. Son las TIC, en su más pura definición, las que han permitido que el conocimiento se transforme en inteligencia, en capacidad para reaccionar ante el entorno, logrando una ventaja competitiva y procesos más eficientes. Creo que no siempre se ha trasladado a las empresas, y especialmente a la pyme, un mensaje realista sobre la necesidad de incorporar las TIC en sus procesos, sino que su simple incorporación sería el bálsamo de Fierabrás, que todo lo cura, en vez de transmitir un mensaje más frío y utilitarista. Las empresas españolas entienden que el uso de las TIC y la elección adecuada de las mismas es esencial y utilizan cada vez con más frecuencia, intensidad y selectividad los procesos de análisis e interpretación de datos e información, que les permiten no sólo gestionar de una forma más eficiente, sino tomar decisiones con bases más sólidas. Este análisis, que requiere almacenamiento, gestión y distribución ha de llevarse a cabo necesariamente en centros altamente especializados, como son los Centros de Proceso de Datos (CPD).
Un CPD es una instalación en la que se ubican y concentran los sistemas técnicos de una organización que permiten a una empresa el almacenamiento y procesado de datos y la distribución de la información a sus usuarios.
Dada la complejidad de los elementos electrónicos e informáticos que aloja, los CPD se han de albergar en salas o edificios con características técnicas altamente especializadas, con el objetivo de garantizar la seguridad de los datos almacenados y la continuidad del servicio prestado a los clientes, proveedores o ciudadanos. Por ello uno de los requerimientos más estratégicos es la protección física de los equipos, garantizando el acceso a los datos en cualquier circunstancia. Esto ha provocado que en determinadas empresas bien por su dimensión o por el servicio que prestan, los CPD, propios o subcontratados sean dobles, de forma que un potencial accidente en uno de ellos no afecte al conjunto de la información.
El desarrollo tecnológico y las cada vez mayores necesidades de información han transformado el concepto de CPD. Este cambio, dado lo crítico del sistema y su coste, se producirá a medio plazo, si bien se dibujan una serie de tendencias que se basan en gran medida en nuevos desarrollos tecnológicos y de Internet como vía de convergencia para transmisión y provisión de software y datos, todo basado en la mayor capacidad de las redes.
La convergencia entre TI y telecomunicaciones, la movilidad total, la disponibilidad de información de manera ubicua será un factor clave en el desarrollo de los CPD, basada esencialmente en el despliegue de Internet móvil, que permite que las empresas se incardinen cada vez más parte en la red social, lo que los convierte en factores críticos de este acercamiento al consumidor.
Esto puede ser posible por la virtualización de los Centros de Proceso de Datos. Frente al soporte por parte de la empresa, los datos se hallan virtualmente accesibles, pero no soportados por ella sino delegados mediante un proceso de outsourcing, cada vez más intenso, que residirá en cualquier lugar, sin importar la ubicación física, sino la seguridad y el coste, en función de las necesidades de cada empresa.
Es necesario destacar la tendencia cada vez más evidente hacia el concepto SOA, las arquitecturas de software que permiten el diseño o modificación rápida y fiable de los procesos del CPD requeridos para el desarrollo del negocio de la empresa, permitiendo a la empresa modificar su estrategia de manera rápida en función de las demandas de los mercados.


Por Daniel de la Sota Rius
Director del Departamento de Innovación y Nuevas Tecnologías de CEIM (Confederación Empresarial de Madrid-CEOE)

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