Los centros de datos del mundo sanitario se apoyan en la consolidación para ganar eficacia. Según datos de la consultora IDC, la tendencia es caminar hacia el CPD como servicio
La criticidad que en los últimos tiempos han adquirido los Centros de Proceso de Datos (CPD) de las organizaciones sanitarias viene determinada por la incorporación de nuevos servicios y aplicaciones directamente relacionadas con la salud, que han complicado su gestión. Tendencias como la consolidación, que pasa necesariamente por la virtualización, marcarán el camino en los próximos años.
En palabras de Jaime García, director de análisis de IDC España, “las inversiones y los cambios que en los últimos tiempos han sufrido los CPD de diferentes sectores, están empezando a llegar al entorno sanitario. Hasta ahora los Sistemas de Información (SI) no eran críticos para hospitales y otros entes de este sector. La irrupción en sus CPD de gran cantidad de aplicaciones informáticas directamente relacionadas con la salud y no con aspectos administrativos, como gestión de imágenes, diagnósticos, etc., ha complicado su trabajo y les ha hecho plantearse la necesidad de contar con nuevas herramientas que mejoren su eficacia”.
Datos de mercado
Aunque es difícil encontrar datos referidos a la situación de los CPD del entorno sanitario específicamente, ya que como explica Jaime García, “hasta ahora por su tamaño no eran muy representativos”, sí es cierto que comienzan a tener los mismos problemas y necesidades que el resto de las organizaciones y empresas. Uno de los aspectos más destacados es que sus responsables comienzan a preocuparse por la complejidad que está adquiriendo su gestión. Según datos de IDC, en 2010, por cada dólar que las entidades gasten en nuevas infraestructuras utilizarán ocho en el mantenimiento de lo ya existente. A esta complicación creciente se añade, según Jaime García, “la gran dispersión que en muchos casos existe de la información, ya que la red sanitaria está compuesta por centros de atención primaria, grandes hospitales y centros de referencia instalados en diferentes comunidades autónomas, lo que genera grandes cantidades de datos que en muchas ocasiones están duplicados”.
El futuro pasa por la consolidación
Todo ello obligará a sus responsables a llevar a cabo un importante esfuerzo de consolidación, pero también, como afirma el director de análisis de IDC, “a convertir el centro de proceso no en un lugar físico, sino en un servicio. Cada vez más en el mundo tecnológico comienza a entenderse la tecnología como un servicio y ésta es una de las tendencias que tendrá más futuro en el entorno sanitario”. Para él, el objetivo es lograr que la información resida en un centro común lo suficientemente bien gestionado para que pueda ser accesible para todos aquellos que lo necesiten, manteniendo altos niveles de seguridad y confidencialidad de los datos de los pacientes.
Otra de las tendencias que, en opinión de Jaime García, veremos en un futuro no muy lejano es la virtualización. Según datos de IDC a nivel mundial, un 22% de las organizaciones ha comenzado actualmente procesos de virtualización, mientras que el 45% lo hará en los próximos 12 meses. “La virtualización supondrá para las organizaciones sanitarias disponer de una mayor cantidad de recursos, disminuyendo la complejidad de sus instalaciones y, sobre todo, mejorando la eficacia”, afirma García.
La virtualización permite reducciones en el hardware de hasta un 20%, y aunque ésta no es la principal necesidad que estos CPD presentan, la reducción viene acompañada de la disminución del espacio necesario para alojar los equipos, y menores requerimientos de energía y acondicionamiento, “y esto sí tiene una incidencia directa en el negocio, permitiendo nuevas inversiones tecnológicas”, explica Jaime García.
Donde sí tendrá la virtualización una incidencia directa es en la reducción del coste y número de caídas del sistema. Muchas veces no se tiene en cuenta este criterio, sin embargo, actualmente más del 50% de los servidores virtualizados soporta aplicaciones críticas. Así que una reducción de las incidencias mejora la productividad y la eficiencia de todo el sistema.
Externalización
Un aspecto en el que no no están entrando de forma masiva los centros de proceso de datos de las entidades sanitarias es en la externalización, en opinión del director de análisis de IDC. “La mayor parte de las entidades sanitarias de nuestros país son públicas y llevar a cabo proyectos de externalización en la Administración española es complicado. La puesta en marcha de nuevos hospitales, como, por ejemplo, los que está construyendo la Comunidad de Madrid y en los que se han externalizado muchos de los servicios que no están directamente relacionados con la salud, es el principio para que también se inicien proyectos de outsourcing de sus SI”. En opinión del analista de IDC, esto permitiría a los responsables del hospital dedicarse a su verdadero negocio, la atención sanitaria.
Consejos para una virtualización perfecta
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Según IDC, hay una serie de consejos que se deben seguir si se desea que un proyecto de virtualización tenga el éxito esperado:
• Realizar un exhaustivo análisis de ROI
• Priorizar los costes más altos y luego realizar una proyección de crecimiento de los servidores
• Enfocar las mejoras en los procesos para reducir el coste del software
• Tener en cuenta los costes asociados a tiempos de caídas
• Implementar prácticas de gestión del ciclo de vida que incluyan almacenamiento
• Crear un equipo de virtualización. La formación es clave para obtener los retornos esperados
En palabras de Jaime García, director de análisis de IDC España, “las inversiones y los cambios que en los últimos tiempos han sufrido los CPD de diferentes sectores, están empezando a llegar al entorno sanitario. Hasta ahora los Sistemas de Información (SI) no eran críticos para hospitales y otros entes de este sector. La irrupción en sus CPD de gran cantidad de aplicaciones informáticas directamente relacionadas con la salud y no con aspectos administrativos, como gestión de imágenes, diagnósticos, etc., ha complicado su trabajo y les ha hecho plantearse la necesidad de contar con nuevas herramientas que mejoren su eficacia”.
Datos de mercado
Aunque es difícil encontrar datos referidos a la situación de los CPD del entorno sanitario específicamente, ya que como explica Jaime García, “hasta ahora por su tamaño no eran muy representativos”, sí es cierto que comienzan a tener los mismos problemas y necesidades que el resto de las organizaciones y empresas. Uno de los aspectos más destacados es que sus responsables comienzan a preocuparse por la complejidad que está adquiriendo su gestión. Según datos de IDC, en 2010, por cada dólar que las entidades gasten en nuevas infraestructuras utilizarán ocho en el mantenimiento de lo ya existente. A esta complicación creciente se añade, según Jaime García, “la gran dispersión que en muchos casos existe de la información, ya que la red sanitaria está compuesta por centros de atención primaria, grandes hospitales y centros de referencia instalados en diferentes comunidades autónomas, lo que genera grandes cantidades de datos que en muchas ocasiones están duplicados”.
El futuro pasa por la consolidación
Todo ello obligará a sus responsables a llevar a cabo un importante esfuerzo de consolidación, pero también, como afirma el director de análisis de IDC, “a convertir el centro de proceso no en un lugar físico, sino en un servicio. Cada vez más en el mundo tecnológico comienza a entenderse la tecnología como un servicio y ésta es una de las tendencias que tendrá más futuro en el entorno sanitario”. Para él, el objetivo es lograr que la información resida en un centro común lo suficientemente bien gestionado para que pueda ser accesible para todos aquellos que lo necesiten, manteniendo altos niveles de seguridad y confidencialidad de los datos de los pacientes.
Otra de las tendencias que, en opinión de Jaime García, veremos en un futuro no muy lejano es la virtualización. Según datos de IDC a nivel mundial, un 22% de las organizaciones ha comenzado actualmente procesos de virtualización, mientras que el 45% lo hará en los próximos 12 meses. “La virtualización supondrá para las organizaciones sanitarias disponer de una mayor cantidad de recursos, disminuyendo la complejidad de sus instalaciones y, sobre todo, mejorando la eficacia”, afirma García.
La virtualización permite reducciones en el hardware de hasta un 20%, y aunque ésta no es la principal necesidad que estos CPD presentan, la reducción viene acompañada de la disminución del espacio necesario para alojar los equipos, y menores requerimientos de energía y acondicionamiento, “y esto sí tiene una incidencia directa en el negocio, permitiendo nuevas inversiones tecnológicas”, explica Jaime García.
Donde sí tendrá la virtualización una incidencia directa es en la reducción del coste y número de caídas del sistema. Muchas veces no se tiene en cuenta este criterio, sin embargo, actualmente más del 50% de los servidores virtualizados soporta aplicaciones críticas. Así que una reducción de las incidencias mejora la productividad y la eficiencia de todo el sistema.
Externalización
Un aspecto en el que no no están entrando de forma masiva los centros de proceso de datos de las entidades sanitarias es en la externalización, en opinión del director de análisis de IDC. “La mayor parte de las entidades sanitarias de nuestros país son públicas y llevar a cabo proyectos de externalización en la Administración española es complicado. La puesta en marcha de nuevos hospitales, como, por ejemplo, los que está construyendo la Comunidad de Madrid y en los que se han externalizado muchos de los servicios que no están directamente relacionados con la salud, es el principio para que también se inicien proyectos de outsourcing de sus SI”. En opinión del analista de IDC, esto permitiría a los responsables del hospital dedicarse a su verdadero negocio, la atención sanitaria.
Consejos para una virtualización perfecta
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Según IDC, hay una serie de consejos que se deben seguir si se desea que un proyecto de virtualización tenga el éxito esperado:
• Realizar un exhaustivo análisis de ROI
• Priorizar los costes más altos y luego realizar una proyección de crecimiento de los servidores
• Enfocar las mejoras en los procesos para reducir el coste del software
• Tener en cuenta los costes asociados a tiempos de caídas
• Implementar prácticas de gestión del ciclo de vida que incluyan almacenamiento
• Crear un equipo de virtualización. La formación es clave para obtener los retornos esperados
