VMware inicia su ejercicio con un 6% de crecimiento en facturación

VMware ha anunciado los resultados financieros del primer trimestre de su año fiscal 2024. En dicho periodo, los ingresos fueron de 3.280 millones de dólares, un 6% más con respecto al mismo período de 2022. Los correspondientes a suscripción y SaaS fueron de 1.220 millones de dólares, lo que supone un aumento del 35% con respecto al primer trimestre de 2022. Además, la compañía ha indicado que dichos ingresos han supuesto el 37% del total de ingresos del trimestre. El flujo de caja operativo del primer trimestre ha sido de 1.750 millones de dólares. El flujo de caja libre ha sido de 1.650 millones de dólares.

Al respecto de estos resultados, Zane Rowe, vicepresidente ejecutivo y director financiero de VMware, ha reconocido que en ellos se refleja el buen comienzo del año fiscal 2024. "Seguimos invirtiendo en nuestras soluciones cloud para impulsar el futuro crecimiento de los ingresos recurrentes", ha añadido.

Por su parte, Raghu Raghuram, CEO de VMware, ha reconocido estar "muy satisfechos con nuestros resultados del primer trimestre. En estos tres meses hemos demostrado que tenemos un gran compromiso con nuestros clientes y partners y que seguimos ayudándoles a transformar sus negocios y a desbloquear todo el potencial del multicloud. Estamos entusiasmados por presentar nuevas innovaciones de producto y recibir a nuestros clientes y partners en los VMware Explore de Las Vegas, Singapur, Brasil, Barcelona y Japón este año".

Hay que recordar que VMware está inmersa en un proceso de compra por parte de Broadcom, proceso que se había extendido por mutuo acuerdo a finales del pasado mes de mayo y que culminará el próximo 26 de agosto. No obstante, ambas compañías han anunciado otra posible amplicación de la fecha tope para el cierre de la compra al 26 de noviembre para asegurarse de que no haya problemas ante las revisiones regulatorias a las que se está enfrentando la operación en diversos países y regiones.  

En este sentido, la Comisión Europea, que abrió en diciembre una investigación sobre esta compra, concluyó el pasado mes de abril que sí puede dañar a la competencia y envió una declaración de objeciones a Broadcom. Por su parte, Reino Unido reconoció en su momento que la operación podría encarecer los servidores. De hecho, la Autoridad de Mercados y Competencia de Gran Bretaña (CMA por sus siglas en inglés) señaló que el acuerdo podría frenar la innovación y aumentar el coste de los chips y el software para sus servidores. Precisamente esta ha sido una de las principales preocupaciones de los clientes de las firmas desde que se anunciara el acuerdo en mayo de 2022.