Funcionarios de la ONU instan a regular la IA abriendo líneas de diálogo internacional

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha celebrado por primera vez una sesión sobre inteligencia artificial (IA). El encuentro, esperado debido al calado de esta nueva tecnología, sirvió para evidenciar el temor de los altos funcionarios ante la posibilidad de que la IA se convierta en “un caballo desbocado”. Precisamente por este motivo instaron a regular su uso con el propósito de evitar posibles amenazas “a la paz y estabilidad internacionales”.

El secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, James Cleverly, fue el encargado de presidir la reunión. “La IA alterará fundamentalmente todos los aspectos de la vida humana", aseguró al coger las riendas. "Necesitamos con urgencia dar forma a la gobernanza global de las tecnologías transformadoras porque la IA no conoce fronteras", agregó después de manifestar que la IA podría ayudar a abordar el cambio climático e impulsar las economías. También advirtió que la tecnología alimenta la desinformación, y podría ayudar a los actores estatales y no estatales en la búsqueda de armas.

Organismo de control

Siguiendo esta misma línea, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, puso de relieve que la IA puede allanar el camino para criminales, terroristas y otros actores que intentan causar “muerte y destrucción, trauma generalizado y daño psicológico profundo en una escala inimaginable”. Como consecuencia, incidió, “un organismo de control de la ONU debería actuar como entidad rectora para regular, monitorear y hacer cumplir las regulaciones de IA de la misma manera que otras agencias supervisan la aviación, el clima y la energía nuclear”. La agencia propuesta estaría compuesta por expertos en el campo que compartirían su experiencia con gobiernos y agencias administrativas, quienes por sí solas podrían carecer de los conocimientos técnicos para abordar las amenazas de la IA.

No obstante, la perspectiva de una resolución jurídicamente vinculante sobre su gobierno sigue siendo lejana.  Sin embargo, la mayoría de los diplomáticos  respaldaron la noción de un mecanismo de gobierno global y un conjunto de reglas internacionales. “Ningún país quedará libre de la IA, por lo que debemos involucrar y comprometer a la coalición más amplia de actores internacionales”, insistió Cleverly.

Rusia y China, como de costumbre, marcaron las distancias respecto a la tónica global. La primera no dudó en expresar su escepticismo sobre que se sabía lo suficiente acerca de los riesgos de la IA para plantearla como una fuente de amenazas a la inestabilidad global. Y el embajador de China, Zhang Jun, por su parte, rechazó la creación de un conjunto de leyes globales y dijo que los organismos reguladores internacionales deben ser lo suficientemente “flexibles” para permitir que los países desarrollen sus propias reglas.