El crecimiento de la movilidad exige a las empresas una visión estratégica de su gestión

Estamos en un mundo móvil, en el que el concepto de trabajo ha cambiado: éste ya no está ligado a un lugar físico, sino a una función. Bajo esta premisa, arranca el estudio Movilidad corporativa 2008: el reto de la gestión de IDC, en el que se pone de manifiesto que la movilidad se ha convertido en uno de los grandes caballos de batalla en las empresas, ante el crecimiento y la diversidad de la base instalada de dispositivos móviles en la organización. Esto hace que la gestión de la movilidad, sea, según Jaime García, director de análisis de IDC, “un tema muy complicado y crítico para el responsable de sistemas”. Así que, si bien, hasta la fecha, la movilidad se ha abordado de una forma táctica, “ahora es el momento en que se empiece a pensar en ésta desde un punto de vista estratégico –explica García–. La clave es establecer una política sobre dispositivos móviles, en la que el primer paso sea la definición de perfiles de usuarios, así como las necesidades empresariales y tecnológicas asociadas a cada perfil”.
En la creación de perfiles de usuarios móviles, se conjugan cuatro factores: el grado de movilidad, definido por la distancia y el tiempo que el trabajador pasa fuera de la oficina; la confidencialidad de la información a la que se accede o que se almacena y las incidencias en la seguridad; el acceso a la información en tiempo real o acceso asíncrono; y las aplicaciones a las que precisa acceder. Todo ello con el objetivo de que “no cometamos el mismo error que cometimos con los PC, al pensar que todos los usuarios tienen que tener acceso a todo y que el móvil se convierta en un reflejo del desktop”, matiza Jaime García.

El control de la información es clave
Respecto a la seguridad, ésta se ha convertido en una pieza clave de la gestión de los dispositivos móviles. El filtrado de datos de gran confidencialidad a través de dispositivos móviles y portátiles sigue haciendo de la protección y el control de la información una prioridad para la seguridad móvil. Según IDC, el 50% de las empresas que ha sufrido una fuga de datos sostiene que ésta se debió a la pérdida o la sustracción de un portátil y un 33% indica que la causa fue la pérdida o robo de un dispositivo móvil. En este sentido, las funcionalidades de borrado y bloqueo se convierten en aspectos fundamentales de cualquier solución de gestión de dispositivos móviles (MDM), lo que perfila un escenario, donde las soluciones de gestión y seguridad convergen cada día más.