El progresivo despegue de la banda ancha en movilidad

El éxito depende de los operadores y los fabricantes de terminales

Con casi cuatro años de retraso, con inversiones de más 120.000 millones de euros en Europa, pinchazo de la burbuja tecnológica, crisis de las operadoras, ajustes de plantilla y ventas de activos incluido, el camino de los servicios de tercera generación (UMTS) aún está en su inicio. A todo ello, hay que sumarle que todavía restan ciertos problemas que se están resolviendo, como el despliegue de la red y la instalación de antenas, así como la disponibilidad de una amplia gama de teléfonos. Sin embargo, hay algo que sí es seguro. Nadie podrá quedar indiferente a los servicios 3G, y mucho menos los profesionales y las empresas.

Desde febrero de este año, ya están disponibles en España servicios de acceso a banda ancha en movilidad. En esta primera fase de lanzamiento, el objetivo fue el mercado empresarial a través de tarjetas de datos 3G por parte de Vodafone y Movistar y el balance parece ser bastante positivo. En el caso de Vodafone, las ventas de tarjetas 3G ya superan a las ventas de GPRS y un porcentaje muy importante del tráfico asociado a estos dispositivos corresponde a 3G.
El segundo acto comenzó a finales del pasado mes de mayo, cuando las mismas empresas presentaron sus servicios para el mercado residencial, con poca variedad de terminales y una cobertura limitada. El objetivo no era otro que realizar un lanzamiento masivo en otoño, cuando se completaran o resolvieran los inconvenientes del despliegue de la red y se dispusiera de una amplia gama de terminales. En todo caso, este lanzamiento “descafeinado” no fue muy bien recibido por el mercado y, de hecho, la respuesta de los usuarios parece haber sido más bien anecdótica.
Ahora bien, nos encontramos en noviembre y el tercer acto parece que está comenzando. Movistar ha lanzado la campaña “Ver, oír, sentir”, donde la videoconferencia es el actor principal. Por su parte, Vodafone anunció su colección de invierno de terminales UMTS compuesta por nueve teléfonos, que estarán disponibles en la campaña de navidad. Mientras, en el otro rincón, no hay novedades de Amena y Xfera.
Ante esta situación, cabe recordar la experiencia del lanzamiento de WAP, cuando las expectativas fueron desproporcionadas y no había disponibilidad de terminales. Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta que se trató de una estrategia comercial nefasta que se dirigía al mercado con una oferta tecnológica y no de servicios y contenidos, con un mensaje y lenguaje técnico que no fue asumido por los usuarios.
En este sentido, da la impresión que la lección ha sido aprendida y tanto los operadores, como los fabricantes de terminales han cambiado su mensaje utilizando un lenguaje más claro y cercano y dirigiendo su estrategia a ofrecer productos y servicios para el cliente que eliminen la complejidad y dificultad intrínseca a la tecnología, haciendo propuestas comerciales que fundamentalmente le proporcionen facilidad de uso y beneficios tangibles.

Oportunidades por segmento de mercado
Y desde luego, existen muchas ventajas en los nuevos servicios de banda ancha móvil y varían en función del segmento de mercado. Según el informe “UMTS: Estructura, servicios y oportunidades de negocio” del UMTS Forum (www.umtsforum.org), los tres principales servicios de 3G serán el acceso móvil a Internet, la mensajería multimedia y el entretenimiento a la carta, que crecerán a un ritmo del 100% en los primeros años.
Para el mercado empresarial, sin ninguna duda, la principal ventaja será el aumento de productividad y la reducción de costes. La posibilidad para los empleados de una empresa o para cualquier profesional de estar permanentemente conectados a Internet de banda ancha, sin depender de una conexión fija o de estar próximos a un punto de acceso Wi-Fi, supone un aprovechamiento real del 100 por cien de su capacidad de movilidad.
En mi caso particular, llevo un mes conectado a Internet con mi portátil a través del módem de mi teléfono móvil UMTS y sinceramente creo que ya no podré prescindir de esta conectividad. Desde el teléfono móvil puedo gestionar permanentemente mi correo electrónico, incluyendo archivos adjuntos, acceder a Internet para consultar cualquier tipo de información de una forma que, por primera vez desde el lanzamiento de WAP, es práctico y útil. Al llegar a una reunión no debo preocuparme si tengo la presentación o los documentos necesarios, puedo acceder directamente a mi servidor. O, como he hecho en alguna ocasión, publicar un artículo en el portal de Aecomo desde un restaurante mientras terminaba de comer. En un sencillo y rápido ejercicio de imaginación, trasladen todas estas ventajas, por ejemplo, a la jornada dairia de un agente comercial, y estaremos de acuerdo en que no se podrá ser indiferente a estas oportunidades.
Por el contrario, la aproximación al mercado residencial se perfila más compleja y lenta. La adopción de los nuevos servicios, como la videoconferencia, conllevará un necesario cambio de hábito en los usuarios que, como sabemos por experiencia, nunca es inmediato. Otros servicios como el vídeo streaming, descarga de películas y juegos o el envío de mensajes con vídeo se verán potenciados gracias al mayor ancho de banda y, en estos casos, el cliente sí percibirá rápidamente las ventajas que le ofrece UMTS.
Sea como fuere, el éxito de los servicios de banda ancha en movilidad está asegurado. Que sea antes o después dependerá de ciertos factores en manos de los operadores y los fabricantes de terminales, pero principalmente dependerá de una estrategia comercial clara y transparente, una política de precios de conexión asequible, una gama variada en prestaciones y precios de terminales y un modelo de negocio inteligente que permita a los proveedores ofrecer la variedad y calidad de contenidos y servicios que los clientes esperan.

Hernán Rodríguez, director general de Aecomo

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