Serpeska innova su sistema de gestión y apuesta por la movilidad

Acomete una reestructuración tecnológica con el ERP de IFS como eje

Serpeska se ha adaptado a la evolución del mercado y ha ido renovando su infraestructura a la vez que ha ido creciendo su negocio. Su visión de futuro es una apuesta poco común en las pymes españolas y está convencida que sin la tecnología su negocio se hubiera quedado obsoleto y no hubiera podido hacer frente a la competencia.

Serpeska es un grupo español que desde hace más de cuarenta años se dedica a la distribución de productos frescos y congelados. En los años ochenta se constituye el grupo tal y como es ahora y se instala como distribuidor en un puesto de Mercamadrid. Dos años más tarde adquiere un frigorífico con una capacidad de 40.000 metros cúbicos y se centra de lleno en el negocio de los congelados, tanto para la explotación propia como para el alquiler de frío a terceros. El treinta por ciento de este frigorífico lo alquila a otras empresas, mientras que el otro setenta por ciento lo dedica a la actividad propia del grupo.
El grupo está formado por cuatro empresas que engloban sus cuatro áreas de negocio. Ángel Mozos Ramírez es el encargado del puesto de Mercamadrid donde se comercializan tanto pescados y mariscos frescos como productos congelados. Distribuciones Mozos se encarga del reparto de productos que se realiza con sus propios camiones los cuales están adaptados con dos temperaturas para poder hacer los dos repartos. Frigoríficos Los Ángeles se encarga de tlas operaciones derivadas del frigorífico y Serpeska se encarga de la actividad industrial donde transforman y procesan productos frescos, a la vez que disponen de un cocedero de marisco.
Su actividad se dirige tanto a la hostelería (en el sector público y privado) como a las grandes superficies y tiendas pequeñas. El 30% de sus clientes se encuentra entre las grandes superficies y tiendas de barrio, mientras que el resto va dirigido al sector de la hostelería, donde el 15% de sus ventas se centra en hospitales y centros dependientes del Ministerio de Defensa y el otro 55% entre hospitales, restaurantes y empresas de catering.
Su materia prima procede tanto del territorio nacional como del extranjero (un 30%) al igual que sus clientes, contando con presencia en Estados Unidos y Portugal, donde obtienen un 5% de sus ventas. Ahora están iniciando relaciones con Alemania y Francia. Su ubicación logística se encuentra en Madrid y dispone de fuerza de venta en las ciudades limítrofes de la Comunidad. En total 150 empleados componen la plantilla de una compañía que durante el pasado año consiguió una facturación de 47 millones de euros.

La innovación aumenta el negocio
Este negocio familiar supo ir adaptando su maquinaria e infraestructura tecnológica según iban cambiando el mercado y las exigencias de sus clientes. De esta manera a pesar de la situación de los últimos años, el grupo ha mantenido su línea de crecimiento. “Mercamadrid es el segundo mercado del mundo después del de Tokio y a pesar de todo en los últimos años su volumen de entradas ha bajado a un ritmo de entre un 5 y un 7%. Sin embargo, el grupo no ha dejado de incrementar sus ventas entre un 7 y un 8%. En el área de la distribución nuestro crecimiento ha variado en los últimos años entre un 4 y un 10% ya que es un mercado muy complejo. Al área de la industria también le estamos prestando muchísima atención, ya que en los últimos tres años hemos duplicado nuestra facturación. Esto ha sido a costa de grandes inversiones en maquinaría y desarrollo en nuevas líneas de producción.”, explica Ángel Mozos, director financiero de la compañía.
Hace cuatro años se plantearon instalar un sistema informático de gestión que conectara todas sus actividades y fuera capaz de responder con rapidez y eficacia a las exigencias de su negocio. Un negocio en el que se trabaja con productos perecederos y los clientes realizan sus pedidos con un intervalo de tiempo muy corto, en ocasiones son realizados en el mismo momento del reparto.
El ERP de IFS les ofrecía todo esto. Un sistema de pedidos con hojas de ruta para los repartidores, con sus correspondientes albaranes, y que permite controlar la hora de llegada, salida, importes o anomalías que se produzcan en la distribución. Esta gestión incide directamente en la facturación, atendiendo al perfil de cada cliente.
“El sistema de gestión que teníamos antes funcionaba adecuadamente pero queríamos mejorarlo y conseguir una mayor información de nuestro propio negocio. Con la solución de IFS lo hemos conseguido. La única parte que reutilizamos fue la base de datos que se exportó a Oracle, que es la utilizamos actualmente. Todos los mecanismos y flujos de gestión fueron totalmente revisados”, aclara Mozos.
La implantación se realizó en dos fases. En el año 2001 se implementó IFS Application como base para homogeneizar sus sistemas y en el 2003 se instaló una nueva versión incidiendo en la preparación y el reparto. La implantación del sistema no fue complicada aunque tuvo algunas incidencias ya que fueron pioneros de esta tecnología e IFS acababa de implantarse en España. “Fuimos el primer cliente de IFS en nuestro país –comenta Mozos– aunque ya existía alguna multinacional que contaba con él pero lo tenía porque procedía de su casa matriz. Tuvimos algunos pequeños percances para adaptar su sistema a nuestra a manera de hacer, a nuestra normativa, pero la verdad es que lo resolvieron con rapidez, nos lo personalizaron. Con la segunda versión todo ha quedado perfectamente amoldado a nuestro negocio. Si optamos por esta tecnología es porque nos aporta un amplio abanico de funcionalidades y nos ofrece un gran potencial en las comunicaciones. Además, cuando decidamos extender nuestro negocio en Internet ya tendremos una buena base para seguir adelante.”
Todo este sistema de gestión trabaja sobre una intranet que conecta 30 puestos con tres servidores que actúan en paralelo. El puesto de Mercamadrid está unido a la red interna con una línea punto a punto.
Su presencia en Internet, de momento, es sólo presencial, no admite operaciones de negocio, aunque no descartan que en un futuro este portal corporativo sea algo más que una mera imagen de la empresa y sea algo más activo.
También disponen de un sistema de análisis de peligros y puntos de control críticos (APPCC) dentro de la industria, que depende tanto de la persona de calidad como del responsable de producción y que se encarga de los riesgos que pudieran existir en la manipulación. Estos riesgos afectan tanto al producto con el que se está trabajando como a las personas que lo manipulan. Se analizan se valoran y se buscan los mecanismos de control necesarios para que no se produzca ningún percance.

La movilidad es su siguiente paso
Tras haber acabado con la fase de gestión, el siguiente reto de Serpeska es conseguir que sus comerciales también estén conectados a la intranet del grupo, permitiendo un acceso a la información más rápido. Esta comunicación se realizará con PDAs que llevarán los comerciales y los cuales dispondrán de acceso directo a la información de la empresa a través de GPRS. Con estos “pequeños ordenadores” podrán hacer los pedidos y disponer de la información de los productos de una manera más rápida y segura.
Este proyecto, que están realizando conjuntamen

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