Caja Madrid renueva su "pool" de servidores empleando tecnología de virtualización
Cuenta con una red SAN con 9 máquinas virtualizadas que equivalen a 200 servidores
Caja Madrid ha logrado optimizar el aprovechamiento de su hardware y ha conseguido una disponibilidad total con un ingente proyecto de virtualización de servidores. Estando previstas, inicialmente, 20 máquinas virtuales, hay actualmente unas 200 en operación.
La Caja de Ahorros más antigua de España, Caja Madrid, es, en la actualidad, el cuarto grupo financiero español, con un volumen de negocio gestionado de 229.000 millones de euros al cierre del ejercicio 2007, 13.000 empleados y con una red nacional de 2.000 oficinas en España y 3 sucursales en el extranjero. Además del negocio bancario tradicional, Caja Madrid participa en un conjunto de sociedades directamente o a través de Corporación Financiera Caja Madrid.
Hace más de dos años y medio, la entidad decidió abordar un proyecto de renovación de su parque de servidores HP y de su infraestructura de almacenamiento de EMC. La entidad decidió afrontar esta renovación emprendiendo una consolidación a través de la virtualización, en vez de cambiar dichas máquinas por otras similares más modernas.
Se buscaba, según explica Roberto Gutiérrez, coordinador del equipo de servidores, “rapidez en el despliegue de las nuevas necesidades y peticiones de hardware, menor coste en la implementación de servicios sobre plataformas Windows y mayor redundancia en componentes”, además de “evitar dependencia del hardware de servidores en futuras renovaciones”.
Después de analizar los diferentes integradores tecnológicos que se ofrecieron para abordar el proyecto, se eligió a ErmesTel y se apostó por la tecnología VMware, adquiriéndose la solución de software VMware ESX 2.5. En cuanto al proceso de selección de la consultora, se barajaron dos. “No voy a dar el nombre del segundo; baste decir que lleva mucho tiempo en este mercado, pero no nos ofrecía suficientes garantías en el momento de llevar a cabo el proyecto”, señala Gutiérrez, que además recalca el papel de Caja Madrid a la hora de abordar esta renovación. “Evidentemente, el conocimiento y la experiencia en el producto lo tenía ErmesTel. La necesidad de cambio y las ganas de llevarlo a cabo de la mejor manera posible fue responsabilidad de Caja Madrid”.
Evolución del proyecto
Este proyecto de virtualización fue realizado en poco más de tres meses y consistió en la instalación de una SAN y dos máquinas de ocho vías con tecnología Intel Xeon. El coste de éstas, unido al de las licencias y los servicios profesionales (calculados a tres años) fue de 295.000 euros.
En cuanto a la ejecución del proyecto, Gutiérrez destaca que, a nivel organizativo, no ha existido inconveniente alguno. “Al ser las máquinas Windows responsabilidad del mismo departamento que ha llevado a cabo el proyecto, el ritmo fue constante y sin impedimentos de ningún tipo. El mayor obstáculo en el momento de abordar el proyecto –y que ya está resuelto en la actual versión de VMware– era el no disponer de una función de alta disponibilidad en caso de caída de una de las máquinas físicas”, señala el responsable, quien añade que, no obstante, “ErmesTel realizó una serie de desarrollos que conseguía paliar en gran medida este problema”. Ese procedimiento ha sido utilizado en las pocas ocasiones en que se ha producido algún problema hasta el momento de la migración a la nueva versión en el primer trimestre de 2007.
Por otro lado, según indica el responsable, al ser las herramientas utilizadas en cada máquina virtual las mismas que se incluyen en las máquinas físicas, no han existido cambios que impliquen a otros departamentos de la instalación, como los de operación, administradores de bases de datos, explotación de los sistemas… “Utilizamos el mismo software de gestión, de backup, antivirus, etc. Por lo tanto, los mecanismos de acceso y administración son similares para una máquina física o virtual: normalmente a través del escritorio remoto”, apostilla Gutiérrez.
Los desarrollos de software adicionales a la puesta en marcha de esta plataforma han sido mínimos. El responsable destaca, tan sólo, a propósito del problema de la alta disponibilidad, que Ermestel realizó una aplicación que permitía ofrecer redundancia en caso de caída de máquina física. “Hoy día, ni siquiera ese desarrollo hubiese sido necesario al ser implementada de base la funcionalidad de alta disponibilidad”, añade.
Respecto al hardware empleado en el proyecto, sí que existieron novedades que cambiaron la forma en la que trabajaba el equipo de Gutiérrez: “Hasta ese momento, no existía configuración alguna de almacenamiento centralizado para más de dos máquinas. Con motivo del proyecto se instaló una cabina de discos con acceso redundado. Cada uno de los servidores disponía de doble acceso a la infraestructura de almacenamiento para conseguir la redundancia deseada”.
Resultados
“Entonces, el resultado final no fue de 20 máquinas virtualizadas como estaba previsto, sino de casi 90”, afirma Gutiérrez, quien destaca entre las mejoras, la mayor disponibilidad de los servicios, el uso más eficiente de los recursos, la reducción de los costes de mantenimiento o la reducción de costes de operación y administración: en general, “el entorno ha mejorado notablemente, debido, sobre todo, a las funcionalidades incorporadas de alta disponibilidad y balanceo automático de carga”.
Hasta la fecha, el departamento que dirige Gutiérrez sigue ampliando la plataforma dedicada a virtualización: “En estos momentos, son ya 9 máquinas físicas en el pool de recursos y aproximadamente unas 200 máquinas virtuales operativas de todo tipo”.
Nuevos desafíos
Caja Madrid, según desvela Gutiérrez, ha llevado a cabo también un proyecto integral de respaldo de la plataforma de correo electrónico y SQL. “Nos permite disponer de estas plataformas casi de inmediato en caso de contingencia”.
Para el directivo, todos estos proyectos son críticos de cara a la exigencia que afronta la banca de responder a nuevo retos en el menor tiempo posible. “Creo que tecnologías como la virtualización de servicios en general puede ayudar mucho a conseguir los plazos demandados. Se ha dado un paso importante al ofrecer estos servicios a todos los niveles, no sólo en los grandes sistemas”, sostiene Gutiérrez. En este sentido, cree que “si se continúa con el nivel de evolución que se manifestado en estos pocos años, estamos en el buen camino de marcar un hito importante dentro de la microinformática en general”.
Todo esto tiene implicaciones con el cliente, quien exige un servicio cada vez mejor. “Considero que las implementaciones de las nuevas tecnologías de virtualización pueden ayudar a ofrecer la disponibilidad casi inmediata de toda clase de servicios al cliente y permitir que la banca sea atractiva y accesible desde cualquier momento y lugar, con nuevas funcionalidades sencillas de implantar”, considera el responsable de la entidad financiera Caja Madrid.
Plataforma
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El equipo de profesionales dedicados a los servidores de Caja Madrid trabaja con plataformas heterogéneas. Hasta comenzar el empleo de la virtualización, las máquinas
La Caja de Ahorros más antigua de España, Caja Madrid, es, en la actualidad, el cuarto grupo financiero español, con un volumen de negocio gestionado de 229.000 millones de euros al cierre del ejercicio 2007, 13.000 empleados y con una red nacional de 2.000 oficinas en España y 3 sucursales en el extranjero. Además del negocio bancario tradicional, Caja Madrid participa en un conjunto de sociedades directamente o a través de Corporación Financiera Caja Madrid.
Hace más de dos años y medio, la entidad decidió abordar un proyecto de renovación de su parque de servidores HP y de su infraestructura de almacenamiento de EMC. La entidad decidió afrontar esta renovación emprendiendo una consolidación a través de la virtualización, en vez de cambiar dichas máquinas por otras similares más modernas.
Se buscaba, según explica Roberto Gutiérrez, coordinador del equipo de servidores, “rapidez en el despliegue de las nuevas necesidades y peticiones de hardware, menor coste en la implementación de servicios sobre plataformas Windows y mayor redundancia en componentes”, además de “evitar dependencia del hardware de servidores en futuras renovaciones”.
Después de analizar los diferentes integradores tecnológicos que se ofrecieron para abordar el proyecto, se eligió a ErmesTel y se apostó por la tecnología VMware, adquiriéndose la solución de software VMware ESX 2.5. En cuanto al proceso de selección de la consultora, se barajaron dos. “No voy a dar el nombre del segundo; baste decir que lleva mucho tiempo en este mercado, pero no nos ofrecía suficientes garantías en el momento de llevar a cabo el proyecto”, señala Gutiérrez, que además recalca el papel de Caja Madrid a la hora de abordar esta renovación. “Evidentemente, el conocimiento y la experiencia en el producto lo tenía ErmesTel. La necesidad de cambio y las ganas de llevarlo a cabo de la mejor manera posible fue responsabilidad de Caja Madrid”.
Evolución del proyecto
Este proyecto de virtualización fue realizado en poco más de tres meses y consistió en la instalación de una SAN y dos máquinas de ocho vías con tecnología Intel Xeon. El coste de éstas, unido al de las licencias y los servicios profesionales (calculados a tres años) fue de 295.000 euros.
En cuanto a la ejecución del proyecto, Gutiérrez destaca que, a nivel organizativo, no ha existido inconveniente alguno. “Al ser las máquinas Windows responsabilidad del mismo departamento que ha llevado a cabo el proyecto, el ritmo fue constante y sin impedimentos de ningún tipo. El mayor obstáculo en el momento de abordar el proyecto –y que ya está resuelto en la actual versión de VMware– era el no disponer de una función de alta disponibilidad en caso de caída de una de las máquinas físicas”, señala el responsable, quien añade que, no obstante, “ErmesTel realizó una serie de desarrollos que conseguía paliar en gran medida este problema”. Ese procedimiento ha sido utilizado en las pocas ocasiones en que se ha producido algún problema hasta el momento de la migración a la nueva versión en el primer trimestre de 2007.
Por otro lado, según indica el responsable, al ser las herramientas utilizadas en cada máquina virtual las mismas que se incluyen en las máquinas físicas, no han existido cambios que impliquen a otros departamentos de la instalación, como los de operación, administradores de bases de datos, explotación de los sistemas… “Utilizamos el mismo software de gestión, de backup, antivirus, etc. Por lo tanto, los mecanismos de acceso y administración son similares para una máquina física o virtual: normalmente a través del escritorio remoto”, apostilla Gutiérrez.
Los desarrollos de software adicionales a la puesta en marcha de esta plataforma han sido mínimos. El responsable destaca, tan sólo, a propósito del problema de la alta disponibilidad, que Ermestel realizó una aplicación que permitía ofrecer redundancia en caso de caída de máquina física. “Hoy día, ni siquiera ese desarrollo hubiese sido necesario al ser implementada de base la funcionalidad de alta disponibilidad”, añade.
Respecto al hardware empleado en el proyecto, sí que existieron novedades que cambiaron la forma en la que trabajaba el equipo de Gutiérrez: “Hasta ese momento, no existía configuración alguna de almacenamiento centralizado para más de dos máquinas. Con motivo del proyecto se instaló una cabina de discos con acceso redundado. Cada uno de los servidores disponía de doble acceso a la infraestructura de almacenamiento para conseguir la redundancia deseada”.
Resultados
“Entonces, el resultado final no fue de 20 máquinas virtualizadas como estaba previsto, sino de casi 90”, afirma Gutiérrez, quien destaca entre las mejoras, la mayor disponibilidad de los servicios, el uso más eficiente de los recursos, la reducción de los costes de mantenimiento o la reducción de costes de operación y administración: en general, “el entorno ha mejorado notablemente, debido, sobre todo, a las funcionalidades incorporadas de alta disponibilidad y balanceo automático de carga”.
Hasta la fecha, el departamento que dirige Gutiérrez sigue ampliando la plataforma dedicada a virtualización: “En estos momentos, son ya 9 máquinas físicas en el pool de recursos y aproximadamente unas 200 máquinas virtuales operativas de todo tipo”.
Nuevos desafíos
Caja Madrid, según desvela Gutiérrez, ha llevado a cabo también un proyecto integral de respaldo de la plataforma de correo electrónico y SQL. “Nos permite disponer de estas plataformas casi de inmediato en caso de contingencia”.
Para el directivo, todos estos proyectos son críticos de cara a la exigencia que afronta la banca de responder a nuevo retos en el menor tiempo posible. “Creo que tecnologías como la virtualización de servicios en general puede ayudar mucho a conseguir los plazos demandados. Se ha dado un paso importante al ofrecer estos servicios a todos los niveles, no sólo en los grandes sistemas”, sostiene Gutiérrez. En este sentido, cree que “si se continúa con el nivel de evolución que se manifestado en estos pocos años, estamos en el buen camino de marcar un hito importante dentro de la microinformática en general”.
Todo esto tiene implicaciones con el cliente, quien exige un servicio cada vez mejor. “Considero que las implementaciones de las nuevas tecnologías de virtualización pueden ayudar a ofrecer la disponibilidad casi inmediata de toda clase de servicios al cliente y permitir que la banca sea atractiva y accesible desde cualquier momento y lugar, con nuevas funcionalidades sencillas de implantar”, considera el responsable de la entidad financiera Caja Madrid.
Plataforma
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El equipo de profesionales dedicados a los servidores de Caja Madrid trabaja con plataformas heterogéneas. Hasta comenzar el empleo de la virtualización, las máquinas
