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Consolidación de servidores: un nuevo concepto en la racionalización de las TI

Durante los últimos dos años estamos asistiendo a una creciente demanda de tecnologías y sistemas para “consolidación de servidores”, pero ¿qué significa este término, y por qué las empresas reclaman esta tecnología? Para encontrar una respuesta hay que remontarse a los años 80 y principios de los 90, cuando las empresas comenzaron a implantar entornos “cliente-servidor” o distribuidos, por la reducción de costes frente a los tradicionales entornos centralizados.

Los procesos de descentralización llevaban asociados incrementos de costes, inicialmente ocultos, que provenían en su mayor parte de necesidades adicionales para la administración de los nuevos sistemas y de personal que llevara a cabo dicho administración. De esta forma, la gestión de los sistemas, el mantenimiento y la seguridad, desde un punto de vista global, se fueron complicando; así como la optimización de los servidores. Por tanto, el objetivo inicial de ahorro de costes se volvía inalcanzable en la medida que dichas implicaciones ocultas iban apareciendo e incrementaban dichos costes. Además, la gestión de la información, herramienta empresarial clave, quedó diluida debido a la excesiva proliferación de datos en áreas del negocio separadas física u organizativamente.
Para hacer frente a esta compleja situación, muchas empresas comenzaron a demandar soluciones que optimizaran las ventajas de estos nuevos entornos y las de las estructuras centralizadas, es decir, un nuevo paradigma capaz de aprovechar lo mejor de los dos mundos. La respuesta a este requerimiento es la tecnología de consolidación de servidores, que agrupa las soluciones de hardware, software y servicios y, lo que es más importante, aporta una filosofía de gestión de sistemas que permite aprovechar todas sus ventajas.
Entre estas ventajas destaca el descenso en los costes de la administración de los servidores, el incremento de los niveles de servicio, tanto en aplicaciones como a usuario final, una mayor rapidez en la implantación de nuevas aplicaciones, una mayor estandarización de los procedimientos y procesos de negocio y, además, menores costes de actualización. La tecnología de consolidación ofrece un equilibrio casi constante entre cargas de trabajo, lo que permite evitar situaciones de colapso resultando, además, mucho más baratas las sucesivas actualizaciones.
Además, la tecnología de consolidación de servidores es fundamental para disponer de una infraestructura e-business fiable, ya que dicha tecnología es la más adecuada para poner en marcha múltiples aplicaciones e-business y sistemas de gestión empresarial como los ERP (Enterprise Resource Planning) y SCM (Supply Chain Management) o CRM (Customer Relationship Management).
En función del tamaño de la infraestructura TI de la empresa, de su actividad y del nivel de descentralización de sus sistemas, los niveles de consolidación de servidores serán muy variados, si bien podemos agrupar en cuatro “escenarios” las situaciones más comunes en un proceso de consolidación de servidores. Cuanto más ambicioso sea el proyecto, mayores son los beneficios que se obtienen.
El primero de los escenarios posibles es la centralización, un proceso de reducción del número total de servidores, con la consiguiente disminución del número de ubicaciones. Este esquema es muy habitual cuando se ha producido una fusión o adquisición de empresas, en el que hay una multiplicación en los centros de procesos de datos, y se pretende la reducción y reubicación de los mismos.
El segundo escenario es la llamada “consolidación física”, un proceso que se está llevando a cabo cada vez con mayor frecuencia en entornos ERP. Soluciones de gestión empresarial, como SAP R/3, PeopleSoft y Baan, entre otras, requieren una integración con aplicaciones existentes en la empresa. Las organizaciones eliminan los servidores más pequeños, sustituyéndolos por otros de la misma arquitectura pero mucho más potentes. Si bien el entorno donde es más frecuente esta situación es en Unix, este tipo de consolidación resulta también apropiada en entornos NT, donde se utilizan muchos servidores para la gestión de diversas aplicaciones con el consiguiente incremento de costes. También son susceptibles de este tipo de consolidación los entornos de servidores de archivo e impresión y las plataformas NetWare.
Una tercera situación más compleja es aquella en la que se afronta un proceso de consolidación de datos. En este caso el cambio incide en evitar la proliferación de diferentes bases de datos repartidas por la empresa y conseguir la gestión de los datos de forma centralizada. Para ello se concentran una gran variedad de datos en un repositorio único, lo que supone centralizar el acceso a dichos datos reduciendo el número de servidores de bases de datos. Este tipo de consolidación lleva aparejada una centralización y optimización de todos los dispositivos de almacenamiento y permite implantar la estrategia adecuada para conseguir niveles de respuesta óptimos ante paradas no planificadas del sistema. Según datos de IDC, el gasto en almacenamiento supondrá en el 2003 un 17 por ciento del gasto total en TI; esto representará el 75 por ciento del gasto en nuevo hardware, siendo en su mayor parte gasto en redes de almacenamiento SAN (Storage Area Network).
El cuarto y último nivel en la consolidación de servidores, el más ambicioso, es el de la integración de las aplicaciones. Este proceso implica una migración total de las aplicaciones hacia una nueva plataforma. El resultado es una arquitectura única o una combinación de varias arquitecturas sobre una única plataforma que incorpora diversas aplicaciones y gestiona diferentes cargas de trabajo. Es el nivel más alto de optimización de recursos, con las consiguientes ventajas en los procesos empresariales. IBM, como parte de su compromiso de dotar a su familia eServer de flexibilidad en las aplicaciones, ha anunciado que en el año 2001 invertirá en Linux unos 1.000 millones de dólares a nivel mundial.
Todo ello convierte a la tecnología de consolidación de servidores en una potente herramienta para la optimización de los recursos TI de una empresa.
Es evidente por tanto que la clave para asegurar el éxito de una estrategia de consolidación de servidores se basa en la elección de un socio tecnológico, capaz de ofrecer una solución de principio a fin. Este debe aportar al proyecto la visión estratégica adecuada, a la vez que una infraestructura sólida, basada en tecnología innovadora que combine la máxima flexibilidad en las aplicaciones con herramientas que faciliten la gestión del sistema. En un proyecto de consolidación de servidores es muy importante también exigir al proveedor de tecnología un alto nivel de servicios en la integración de diferentes sistemas, y en la reducción de costes globales. Además, deberá disponer de capacidad para aportar y gestionar diversos entornos operativos y plataformas hardware que se adapten al tamaño y las necesidades de cada empresa.
La familia eServer de IBM incorpora la tecnología más sólida para una infraestructura e-business. Desde procesadores Intel, hasta sistemas mainframe, los IBM eServers cuentan con todas las herramientas necesarias para sacar el máximo partido a proyectos

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