Juan Soto, Presidente de Hewlett-Packard Española
"Los 80 se caracterizaron por el afán protector de una industria nacional absolutamente pobre"
A lo largo de la conversación, Juan Soto, cita un nombre: Joan Majó, que parece ser el que sacó a España de esa oscura situación. “Efectivamente, Majó vino con una visión absolutamente moderna, y rápidamente fue consciente de la absoluta necesidad de la inversión extranjera en el sector de la informática y la electrónica. Comenzaba así la apertura de España hacia el exterior”. Estaba claro que la informática empezaba a llegar a España; por ello el paso siguiente, era que la informática llegase a las empresas usuarias. “Evidentemente que las ramas comerciales de las empresas desarrollaban cierta labor de apostolado”. Ya a finales de los 80 a España le surge otro reto: Europa, y aquí parece que es el sector de las tecnologías el que juega un papel clave para situarse con un papel de liderazgo en ciertos sectores. “Ciertamente, nuestro sector contribuyó enormemente a que España retomara su papel en Europa. Hay que tener en cuenta que uno de los condicionantes se centraba en que las empresas españolas adquiriesen los ratios de competitividad necesarios para estar en Europa”. Y, España se adaptó. “Este país cuando se le obliga a aceptar un desafió como el de Europa, lucha como nadie. Por eso, yo la labor de apostolado que anteriormente he citado se la otorgo más al sector financiero, puesto que cuando a finales de los 80 se le obliga aceptar el desafío de la presencia de la banca extranjera, la forma en la que el sector informático reaccionó fue realmente espectacular. Tan espectacular que animó al sector financiero a realizar unas impresionantes inversiones en informática para hacer frente a ese reto y demostró no sólo que estaba a la altura, sino que se situó a la cabeza de la banca europea actual”. Superado ya el siglo XX, Juan Soto valora las diferentes intervenciones del Presidente del Gobierno apoyando la Sociedad de la Información. “Es francamente positivo, pero debemos ser justos y citar un referente clave que se personalizó en la figura de Víctor Izquierdo, cuando en los años 80 lidera el apoyo de la Administración Pública del sistema operativo Uníx. Aquello fue un cambio revolucionario. Eso permitió que hubiera un sector que apoyaba la apertura hacia el exterior, y se liberase del yugo que suponía disponer de sistemas propietarios” Llegamos al futuro, y Juan Soto lo primero que asegura es que “aunque existía desde hacía unos años, ninguno intuíamos la revolución que iba a suponer Internet, pero Internet no ha hecho nada más que empezar”. En cuanto a la euforia que se produjo y todavía se produce en los mercados bursátiles, Juan Soto admite que “se ha producido una especie de encantamiento del inversor para que se apoye el cambio; para que su adopción sea más rápida de lo que se pudiera pensar. Pero, insisto, sólo estamos en los albores; queda mucho por hacer”.