El nuevo centro de datos, la revolución del sector TIC
Rompe con el tradicional escenario de proceso en red
Nietzsche solía decir: “lo que no me destruye me hace más fuerte”. Bien, cualquiera que haya sobrevivido al ciclo de boom y desplome del sector de las Tecnologías de la Información sin que se le hayan quemado los circuitos puede considerarse afortunado. De todas formas, aún es pronto para un suspiro de alivio. Se necesitará toda la fuerza, vigor y resistencia posibles para hacer frente a los cambios que se avecinan en el sector.
Los ejecutivos de los principales proveedores de Tecnologías de la Información con visión de futuro coinciden en el nacimiento de un nuevo modelo de proceso, centrado en la Web. Sin embargo, no coinciden en cuál será finalmente su aspecto o cómo lo llamaremos. ¿Será un mundo de proceso bajo demanda u on demand computing, como predica IBM, o por el contrario la tendencia irá hacia el cómputo intensivo en red o grid computing promovida por Oracle, Sun y otros? ¿Caminamos hacia el utility computing, el proceso automático, la virtualización o hacia otra cosa totalmente nueva? Son interrogantes que poco a poco se irán descubriendo. Gigantes de la tecnología como éstos o Cisco, EMC, HP y Microsoft, están compitiendo por llegar a los usuarios. Aquellos cuyas arquitecturas de sistemas sean las que el mercado adopte, se situarán en los primeros puestos del mercado.
Pero no hay que preocuparse, siempre habrá una ayuda que permita dominar los cambios futuros. Para ello es conveniente analizar un concepto conocido como el nuevo centro de datos, cuya aparición representa una revolución silenciosa en el sector TI, con riesgos y ventajas, tanto para el cliente como para sus proveedores estratégicos.
Sólo el tiempo dirá si en el sector se conocerán los próximos años como la era del nuevo centro de datos o no. Sin embargo, no hay duda de que se trata de un punto de referencia para comprender el nuevo entorno de proceso TI conectado en red.
La imagen global
El centro de proceso de datos tradicional es el entorno básico que aloja las aplicaciones críticas de negocio. En el nuevo centro de datos se reconoce el carácter cada vez más distribuido de las aplicaciones con capacidad web y las realidades de las redes business-to-business, que forman lo que se conoce también como la empresa extendida. En el nuevo entorno, las aplicaciones y los recursos existen y residen más allá de los límites de los dispositivos autónomos. Naturalmente, se requieren capacidades y conocimientos de diseño, seguridad y gestión para hacer posible ese cambio fundamental.
Dentro del nuevo centro de datos, se crean las aplicaciones en base a productos y servicios que abarcan la totalidad de la empresa extendida. Los recursos de almacenamiento, proceso y redes son entidades virtualizadas que son llamadas o solicitadas por aplicaciones y usuarios situados en lugares distantes.
El nuevo centro de datos no es simplemente un nuevo diseño físico, sino una nueva visión lógica de cómo las Tecnologías de la Información, incluyendo los servicios externalizados, son desplegados, gestionados y securizados en un nuevo escenario de proceso en red.
Son muchas las fuerzas que obligan al usuario a explorar las posibilidades del nuevo modelo como la necesidad de conseguir una mayor rentabilidad de las inversiones, las redes business-to-business, el proceso inalámbrico, las aplicaciones con capacidad web o las aplicaciones orientadas a servicios. Todo esto se completa con la necesidad de incorporar nuevas soluciones y productos que permitan reducir costes y mejorar los procesos comerciales, tales como:
• Proceso bajo demanda y utility processing, en los que los recursos de proceso se suministran y consumen cuando se necesitan.
• Proceso autonómico, en el que los recursos TI han sido creados para que sean capaces de auto-gestionarse y auto-repararse a sí mismos.
• Cómputo intensivo en red o grid computing en el que se accede a recursos de proceso no utilizados pero disponibles para atender a diferentes necesidades de potencia.
• Virtualización, bajo la cual el almacenamiento, la potencia de proceso y los servicios de red se suministran en forma de pools de recursos a los que se accede de acuerdo con las necesidades. Gracias a ésta, diferentes dispositivos, se convierten en un recurso único y fácilmente accesible.
Al igual que ha sucedido con la implantación de nuevas herramientas en el sector de las TI, la implantación del nuevo centro de datos ofrecerá al cliente una ventaja importante frente a los proveedores, ya que le ofrece la posibilidad de cambiar de proveedor y de cambiar sus métodos o esquemas de gastos. Ningún proveedor de TI puede considerar a sus clientes como seguros. Los proveedores que no comprendan esto pueden quedar fuera del mercado.
Una visión nivel-a-nivel
• Servidores: en el centro del cambio hacia el nuevo centro de datos destaca la elección de la plataforma de proceso, cuál puede soportar mejor aplicaciones tradicionales como los ERP o CRM, o nuevas aplicaciones orientadas a servicios web. El usuario deberá elegir entre servidores Intel, hardware propietario y servidores blade, y prepararse también para la aparición de sistemas de 64 bits, así como tecnologías de grid computing y de virtualización de recursos. O bien podría optarse por productos de proceso bajo-demanda.
• Software de infraestructura: el usuario podrá elegir entre los distintos sistemas operativos del mercado (Unix, Linux, Windows), así como una plataforma para el desarrollo de una nueva generación de aplicaciones web.
• Infraestructura de red e infraestructura web: la infraestructura de red elegida deberá ser capaz de atender a las nuevas demandas de colaboración y de las aplicaciones basadas en web, así como soporte de alta calidad para voz sobre IP y para las nuevas aplicaciones SIP.
• Comunicación inalámbrica/movilidad: la utilización de dispositivos equipados con conexión Wi-Fi lo que mejora su rendimiento. Ello obliga a las empresas a integrar este tipo de comunicaciones inalámbricas en su infraestructura. Además, deberá prepararse para la aparición de una multitud de nuevas aplicaciones inalámbricas.
• Almacenamiento: este mercado continuará siendo objeto de un rápido cambio debido al aumento de las conexiones en red de los recursos de almacenamiento y por la tendencia creciente a virtualizar el almacenamiento. Será necesario definir el papel que desempeñan en los planes de negocio las redes SAN (Storage Area Networks), el almacenamiento en red o NAS (Network Attached Storage) y el almacenamiento-sobre-IP (Storage-over-IP)
• Seguridad: una seguridad fuerte es obligatoria en el nuevo centro de datos, pero resulta difícil de conseguir. Las amenazas aumentan, mientras las compañías distribuyen cada vez más sus aplicaciones y hacen más accesible la información. Esta combinación es bastante peligrosa. El usuario deberá definir qué tipo de seguridad, hardware, software o de infraestructura, es la más adecuada a sus necesidades.
• Gestión de red y de sistemas: con el nuevo centro de datos vendrán nuevos requerimientos para la gestión de sistemas y de redes. Los proveedores deberán ir más allá de la simple gestión de dispositivos, para ofrecer informaciones claras sobre el rendimiento de las aplicaciones, y ofrecer herramientas que ayuden a garantizar ese rendimiento.
Los ejecutivos de los principales proveedores de Tecnologías de la Información con visión de futuro coinciden en el nacimiento de un nuevo modelo de proceso, centrado en la Web. Sin embargo, no coinciden en cuál será finalmente su aspecto o cómo lo llamaremos. ¿Será un mundo de proceso bajo demanda u on demand computing, como predica IBM, o por el contrario la tendencia irá hacia el cómputo intensivo en red o grid computing promovida por Oracle, Sun y otros? ¿Caminamos hacia el utility computing, el proceso automático, la virtualización o hacia otra cosa totalmente nueva? Son interrogantes que poco a poco se irán descubriendo. Gigantes de la tecnología como éstos o Cisco, EMC, HP y Microsoft, están compitiendo por llegar a los usuarios. Aquellos cuyas arquitecturas de sistemas sean las que el mercado adopte, se situarán en los primeros puestos del mercado.
Pero no hay que preocuparse, siempre habrá una ayuda que permita dominar los cambios futuros. Para ello es conveniente analizar un concepto conocido como el nuevo centro de datos, cuya aparición representa una revolución silenciosa en el sector TI, con riesgos y ventajas, tanto para el cliente como para sus proveedores estratégicos.
Sólo el tiempo dirá si en el sector se conocerán los próximos años como la era del nuevo centro de datos o no. Sin embargo, no hay duda de que se trata de un punto de referencia para comprender el nuevo entorno de proceso TI conectado en red.
La imagen global
El centro de proceso de datos tradicional es el entorno básico que aloja las aplicaciones críticas de negocio. En el nuevo centro de datos se reconoce el carácter cada vez más distribuido de las aplicaciones con capacidad web y las realidades de las redes business-to-business, que forman lo que se conoce también como la empresa extendida. En el nuevo entorno, las aplicaciones y los recursos existen y residen más allá de los límites de los dispositivos autónomos. Naturalmente, se requieren capacidades y conocimientos de diseño, seguridad y gestión para hacer posible ese cambio fundamental.
Dentro del nuevo centro de datos, se crean las aplicaciones en base a productos y servicios que abarcan la totalidad de la empresa extendida. Los recursos de almacenamiento, proceso y redes son entidades virtualizadas que son llamadas o solicitadas por aplicaciones y usuarios situados en lugares distantes.
El nuevo centro de datos no es simplemente un nuevo diseño físico, sino una nueva visión lógica de cómo las Tecnologías de la Información, incluyendo los servicios externalizados, son desplegados, gestionados y securizados en un nuevo escenario de proceso en red.
Son muchas las fuerzas que obligan al usuario a explorar las posibilidades del nuevo modelo como la necesidad de conseguir una mayor rentabilidad de las inversiones, las redes business-to-business, el proceso inalámbrico, las aplicaciones con capacidad web o las aplicaciones orientadas a servicios. Todo esto se completa con la necesidad de incorporar nuevas soluciones y productos que permitan reducir costes y mejorar los procesos comerciales, tales como:
• Proceso bajo demanda y utility processing, en los que los recursos de proceso se suministran y consumen cuando se necesitan.
• Proceso autonómico, en el que los recursos TI han sido creados para que sean capaces de auto-gestionarse y auto-repararse a sí mismos.
• Cómputo intensivo en red o grid computing en el que se accede a recursos de proceso no utilizados pero disponibles para atender a diferentes necesidades de potencia.
• Virtualización, bajo la cual el almacenamiento, la potencia de proceso y los servicios de red se suministran en forma de pools de recursos a los que se accede de acuerdo con las necesidades. Gracias a ésta, diferentes dispositivos, se convierten en un recurso único y fácilmente accesible.
Al igual que ha sucedido con la implantación de nuevas herramientas en el sector de las TI, la implantación del nuevo centro de datos ofrecerá al cliente una ventaja importante frente a los proveedores, ya que le ofrece la posibilidad de cambiar de proveedor y de cambiar sus métodos o esquemas de gastos. Ningún proveedor de TI puede considerar a sus clientes como seguros. Los proveedores que no comprendan esto pueden quedar fuera del mercado.
Una visión nivel-a-nivel
• Servidores: en el centro del cambio hacia el nuevo centro de datos destaca la elección de la plataforma de proceso, cuál puede soportar mejor aplicaciones tradicionales como los ERP o CRM, o nuevas aplicaciones orientadas a servicios web. El usuario deberá elegir entre servidores Intel, hardware propietario y servidores blade, y prepararse también para la aparición de sistemas de 64 bits, así como tecnologías de grid computing y de virtualización de recursos. O bien podría optarse por productos de proceso bajo-demanda.
• Software de infraestructura: el usuario podrá elegir entre los distintos sistemas operativos del mercado (Unix, Linux, Windows), así como una plataforma para el desarrollo de una nueva generación de aplicaciones web.
• Infraestructura de red e infraestructura web: la infraestructura de red elegida deberá ser capaz de atender a las nuevas demandas de colaboración y de las aplicaciones basadas en web, así como soporte de alta calidad para voz sobre IP y para las nuevas aplicaciones SIP.
• Comunicación inalámbrica/movilidad: la utilización de dispositivos equipados con conexión Wi-Fi lo que mejora su rendimiento. Ello obliga a las empresas a integrar este tipo de comunicaciones inalámbricas en su infraestructura. Además, deberá prepararse para la aparición de una multitud de nuevas aplicaciones inalámbricas.
• Almacenamiento: este mercado continuará siendo objeto de un rápido cambio debido al aumento de las conexiones en red de los recursos de almacenamiento y por la tendencia creciente a virtualizar el almacenamiento. Será necesario definir el papel que desempeñan en los planes de negocio las redes SAN (Storage Area Networks), el almacenamiento en red o NAS (Network Attached Storage) y el almacenamiento-sobre-IP (Storage-over-IP)
• Seguridad: una seguridad fuerte es obligatoria en el nuevo centro de datos, pero resulta difícil de conseguir. Las amenazas aumentan, mientras las compañías distribuyen cada vez más sus aplicaciones y hacen más accesible la información. Esta combinación es bastante peligrosa. El usuario deberá definir qué tipo de seguridad, hardware, software o de infraestructura, es la más adecuada a sus necesidades.
• Gestión de red y de sistemas: con el nuevo centro de datos vendrán nuevos requerimientos para la gestión de sistemas y de redes. Los proveedores deberán ir más allá de la simple gestión de dispositivos, para ofrecer informaciones claras sobre el rendimiento de las aplicaciones, y ofrecer herramientas que ayuden a garantizar ese rendimiento.
