Sector público y la nube

De acuerdo a un estudio presentado por AMD, el sector público está migrando hacia el cloud computing pero de una manera mucho menos agresiva que el sector privado, debido principalmente a la falta de cualificación interna y las dudas sobre la seguridad de los datos. Todo ello está retrasando la implantación del modelo cloud en los organismos públicos.

A nivel mundial, la mayoría de las instituciones públicas se encuentran determinando los requisitos de infraestructura necesarias para el despliegue en la nube, en concreto un 39% de los organismos públicos norteamericanos y un 28% de las instituciones en Europa se hayan en esta etapa. En otra fase muy distinta se encuentra el 38% de organismos públicos que ni tan siquiera se han planteado la migración hacia el modelo cloud.

En lo que sí coinciden el sector público y el privado es en las ventajas que perciben de implantar el cloud computing, como el ahorro de costes o la flexibilidad. Por debajo de estas dos razones, que argumentan un 40% de los encuestados, se sitúan el aumento de la eficiencia o la escalabilidad.

Sobre el tipo de nube a implantar, el porcentaje de organizaciones del sector público que está analizando la opción de nube pública es casi el doble del sector privado (17% frente a un 9%). En cambio, las administraciones públicas tienen menos interés por las nubes privadas (16% frente al 37%) que las empresas privadas.

La zona geográfica también influye en la implantación del cloud a la hora de decidir cuáles son las principales aplicaciones susceptibles de migrar hacia la nube. Mientras en EEUU se destacan las aplicaciones de publicación Web (35%) y Email (32%), en Europa se opta por las herramientas de contabilidad (28%) y BackOffice (24%).

Valor de negocio y ROI

Las políticas del gobierno en EE.UU han sido especialmente favorables a la adopción de cloud computing, puesto que un 73% en EE.UU las citaron como factor promotor o acelerador para su migración. El número desciende hasta el 58% en el caso de Europa. En ese sentido, el 27% de los organismos públicos consideraron la migración a la nube como una necesidad financiera, frente al 18% en el sector privado que lo perciben de este modo.

Pero el sector público tampoco obtiene valor de negocio a partir de su migración a la nube, y únicamente un 41% declara que lo obtenga, frente a un 63% que lo hacen en el sector privado. También existe un 39% que afirma que aún es muy pronto para disponer de esta información, frente al 26% que opina así entre las empresas privadas. En cuanto al ROI medio que se está obteniendo entre las organizaciones del sector público como consecuencia de su migración a la nube es del 27%, un dato similar al obtenido en el sector privado (29%), si bien las organizaciones del sector público en fase de evaluación de la nube esperan obtener más, sobre un ROI del 43% de sus despliegues realizados. 

En cuanto a los datos que migran a la nube, un 33% de los organismos del sector público considera que sus datos en la nube superan los 500.000 dólares de valor de negocio. Sobre el tipo de datos que alojan en este modelo, las organizaciones del sector público estarían más dispuestas a mantener datos de sus empleados en la nube (31%) que las empresas privadas (14%)

La preocupación más importante para estas organizaciones públicas es la fiabilidad (27%). Solo el 13% manifestó preocuparse por la pérdida del control operativo, frente a un 25% de organizaciones privadas, donde este asunto es uno de los principales motivos de preocupación. Aún así, es la falta de cualificación la principal barrera de entrada del sector público a la hora de implementar un modelo cloud. Sólo en el 6% de las organizaciones del sector público (frente al 29% del privado) disponen de un conocimiento pleno de las diferencias entre cloud computing y SaaS. De hecho, únicamente el 57% de los organismos públicos considera que posee los conocimientos necesarios para dar soporte a un despliegue de cloud computing frente al 75% del sector privado. Eso sí, dentro de las organizaciones del sector público que no poseen estos conocimientos todavía, el 23% está desarrollando activamente programas de cualificación interna.