eEurope compara la situación de Internet en las escuelas

Con la mira en el desarrollo de lo que ha dado en llamarse Sociedad de la Información, todas las iniciativas europeas, empezando por la propia Comisión y siguiendo por las quince administraciones nacionales, han puesto últimamente el acento en el uso de Internet en la educación.


En efecto, una de las once áreas prioritarias del Plan de Acción eEurope –replicada en España bajo el nombre de Info XXI– es el capítulo “Los jóvenes europeos en la era digital”, que en síntesis aspira a promover el máximo uso educativo de Internet en los quince países miembros de la Unión Europea.
Para medir el cumplimiento de los objetivos definidos por la Cumbre de Lisboa, los servicios de la Comisión Europea han lanzado una encuesta, que se llevó a la práctica en febrero de 2001 y cuyos resultados permiten conocer una evaluación comparativa –bench-marking en la jerga de Bruselas– de la situación en cada país.
Los resultados de la encuesta revelan que una media de 11 alumnos europeos tienen acceso a un ordenador en sus escuelas. El número de alumnos por ordenador es significativamente bajo en países como Dinamarca, Finlandia y Suecia, y alarmantemente elevado en Grecia y Portugal. La situación española se alinea con la media europea en la enseñanza primaria, pero es muy inferior en las escuelas secundarias (ver gráfico 1). Las conclusiones indican que la mayor parte del parque instalado es relativamente reciente: la mitad de los ordenadores tiene menos de 3 años de antigüedad. En el caso español, el estudio revela una estadística que muchos lectores no podrán creer: el 41% de los ordenadores instalados tiene menos de 2 años. Estos datos deben tomarse con precaución, admite el documento de la CE, porque es lógico que el parque sea más viejo en aquellos países que iniciaron antes su equipamiento y que, con base en la experiencia, ahora afrontan su actualización, mientras que los rezagados pueden presumir de modernidad.
Pero ¿dónde están instalados esos ordenadores? El estudio revela que en el 76% de los casos se encuentran en aulas especializadas en la enseñanza de informática y en laboratorios escolares. El número de aulas corrientes equipadas con ordenadores es sorprendentemente bajo. “La conjunción –dicen las conclusiones– de altas cifras en los laboratorios y bajas en las aulas de clase, en países que tienen un número elevado de alumnos por ordenador, en particular Italia, Grecia y España, sugiere que la primera fase de equipamiento consiste en instalar los ordenadores en aulas dedicadas, donde son compartidos por distintas clases. El siguiente paso debería ser el equipamiento de las aulas no especializadas y las bibliotecas”.
Esta podría ser una explicación del escaso uso que se hace en las escuelas españolas de los ordenadores que se contabilizan como parque instalado. Mientras la media europea alcanza las 2,7 horas semanales en la enseñanza primaria y 2,2 horas en la secundaria, España no llega siquiera a la mitad de esa intensidad de uso (ver gráfico 2).

¿Todos conectados a final de 2001?
En la óptica del plan eEurope, el equipamiento informático es sólo una vía para el uso educativo de Internet, por lo que la encuesta se detiene en los niveles de conectividad de las escuelas de los quince países. La Comisión se ha fijado como objetivo que todas las escuelas europeas estén conectadas a Internet a finales de 2001. Según la encuesta, en febrero ya lo estaban el 88%, y en trece países la proporción era superior al 80%. La situación española luce satisfactoria: 94,1% de las escuelas contaban a esa fecha con una conexión a Internet. Pero, como se puede observar en el gráfico 3, la penetración de Internet es todavía muy baja en España, sobre todo en las escuelas secundarias, cuando se las compara con las de UE: 3,3 ordenadores conectados por cada 100 alumnos frente a 6,4 de media europea.
Sin embargo “ello no significa que los alumnos puedan usar la conexión en todas las escuelas: sólo tienen acceso en el 79% de las escuelas europeas. La diferencia entre escuelas conectadas y acceso real de los alumnos es de sólo el 9% a nivel europeo pero supera el 20 % en algunos países”. Como media, los alumnos españoles de secundaria sólo acceden a Internet durante 36 minutos semanales, frente a una hora en Europa.
El tipo de conexión es otra información significativa del estudio. El paisaje europeo está dominado por las conexiones RDSI, presentes en dos terceras partes de las escuelas europeas conectadas (65% en España), mientras que la banda ancha es todavía marginal, con la única excepción de Dinamarca. La introducción de ADSL es particularmente intensa en los países nórdicos. La densidad de población, entre otros factores, explica que el cable sea el modo de conexión en casi una cuarta parte de las escuelas holandesas.
Uno de los factores que condicionan la intensidad de uso del acceso instalado parece ser la existencia de una red local o intranet en la escuela. He aquí un punto débil de España: en contraste con países como el Reino Unido e Italia, con ratios superiores al 60%, sólo el 23% de las escuelas españolas cuentan con ese tipo de distribución interna de la conexión a Internet
En la educación la herramienta más usada de Internet es el correo electrónico. Como media, el 89% de las escuelas europeas conectadas tienen una direc

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